¿Cambios a mejor? Un jugador menos, balón pequeño, menor posesión y mucho más

Los cambios que pretende la FINA está teniendo muchos detractores / BILLY RAMÓN
Los cambios que pretende la FINA está teniendo muchos detractores / BILLY RAMÓN

Una vez más, la Federación Internacional de Natación (FINA) ha puesto a prueba los diferentes cambios que quiere implantar «en un futuro no tan lejano» en el reglamento y que en el caso de aprobarse podría afectar a todo el espectro del waterpolo internacional. Una decisión que trae consigo a sus correspondientes seguidores y detractores.

Al igual que ocurriera en 2015 en el Mundial Junior de Almaty estas medidas se están poniendo a prueba en Podgorica

Al igual que ocurriera hace un año durante el Campeonato del Mundo Junior celebrado en Almaty, el alto órgano de la natación internacional ha querido comprobar en el Mundial juvenil que se celebraba estos días en la ciudad montenegrina de Podgorica como se adaptan las (más que posibles) modificaciones en el juego. La idea es probar, ya que una vez ha terminado el ciclo olímpico de Río 2016 es ahora cuando hay que valorar, analizar y en su caso aprobar los cambios. Sin embargo, ¿de qué cambios estamos hablando? Principalmente lo podríamos resumir en cuatro sencillas premisas: balón más pequeño (modelo 04), un jugador menos, campo reducido (sería de 25 metros) y posesión de 25 segundos en vez de 30. Aunque no parecen medidas drásticas (sobre el papel) si pueden desvirtuar el juego habitual de nuestro deporte, o al menos eso dicen algunas voces autorizadas.

LA FINA BUSCA ESPECTÁCULO

Como ejemplo ponen los abultados resultados que estamos viendo en el Campeonato del Mundo juvenil. Sin ir más lejos, la primera jornada acabó con 229 goles en 7 partidos. O lo que es lo mismo una media de 32.71 tantos por encuentro. Desde la FINA amparan estos cambios a su «constante búsqueda de espectáculo». En los próximos Juegos de Tokyo 2020, quieren igualar los mismos equipos de waterpolo masculino y femenino. El Comité Olímpico Internacional (COI) no permite que haya más deportistas. «Si se hacen los cálculos, para poder igualar equipos la única solución es reducir el número de jugadores por equipo», declaró al Diario AS Dani Ballart, actual entrenador del primer equipo del Sant Andreu. El Mundial de Almaty en 2015 se convirtió en la  primera prueba piloto para aplicar esto pero, ¿beneficia o perjudica? Para gustos colores, y opiniones sobre el tema, muchas.

Hay voces que llegan a calificar de «falta de respeto» las normas que se han implantado tanto en un Campeonato como en otro. Y es que se llegó a comprobar, o eso argumentan, que en el Mundial de Almaty en 2015 «los cambios no tuvieron consecuencias positivas, sino al contrario». Durante ese Campeonato,  el seleccionador estadounidense Adam Krikorian, campeón del mundo y olímpico llegó afirmar: «no me gusta esto de jugar con cinco jugadores”.

No tiene mucha lógica, pero parece que la FINA está muy contenta. Hay resultados abultados y eso genera espectáculo

“O cambian las reglas o la manera de arbitrar o es muy difícil jugar así. No tiene mucha lógica, pero parece que la FINA está muy contenta. Hay resultados abultados. Hay muchas exclusiones y más goles. Es más fácil encontrar el camino del gol y cuantos más haya, más espectáculo para la gente. Hay más alternancias, como si fuera balonmano en vez de waterpolo”, explicó Dani Ballart.

¿CUANDO SE PODRÍA APROBAR?

Todo esto puede quedar en papel mojado. El reglamento actual corresponde a los años comprendidos entre 2013 y 2017. Es decir que este año se deberá someter a debate, juicio y aprobación el nuevo reglamento. En concreto, tanto la FINA como las federaciones nacionales presentan sus diferentes propuestas que serán analizadas durante el Congreso Técnico que se celebrará en el Mundial de Budapest de este verano.

¿QUÉ OPINA LA RFEN?

Gaspar Ventura, es el responsable del Área de Waterpolo de la Real Federación Española de Natación y considera que «no es necesario tanto cambio». «El juego de la selección estadounidense femenina, o el del mismo Atlètic Barceloneta indica que un waterpolo en movimiento y vistoso, es posible. Solo es necesaria la voluntad de los técnicos y las directrices a los árbitros en la aplicación del reglamento, que sinceramente creo que es claro. Coger, hundir y tirar es expulsión. Pues mi traducción es sencilla,  hacer falta voluntaria es expulsión. A partir de allí seguro que técnicos y jugadores evolucionarían hacia un juego sin tanta falta, tanta interrupción y contacto físico», recnoce.

twitter-bird@etoster

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