Filip Filipovic, toma la palabra: «Aún no sé si podré aguantar cuatro años más»
Preguntado sobre la forma en la que se encontraba el equipo antes de la competición, y la presión que sentía el equipo a la hora de hacerse con el oro, el que para muchos es el mejor jugador del Mundo dijo que aprendieron como trabajar bajo esa presión. «En el pasado mes de enero antes del Europeo de Belgrado fue cuando el equipo sintió más presión hasta la fecha, pero gracias a la afición fantástica, el ambiente en la piscina y la calidad individual pudieron alcanzar el oro», apuntó.
EL MAL INICIO EN RÍO
Por otro lado, admitió que quizás llegasen a Río unos días demasiados prontos, y que empezaron a sentirse nerviosos. «Estuvimos mas o menos aclimatados, pero no jugamos tan bien como podíamos haberlo hecho contra Hungría en el primer partido. Estuvimos lejos del equipo que había ganado todas las competiciones anteriores».
Además explicó que «en el segundo partido ante Grecia habí empezamos con el mismo ritmo que en el partido ante Hungría. Fueron muchas las expulsiones que no pitaron los árbitros a favor de los dos boyas Dusko Pijetlovic y Slobodan Nikic, y eso nos lastró en parte. No creimos demasiado en que los griegos eran muy fuertes. Nosotros mismos sabíamos que no estábamos jugando a nuestro nivel habitual».
En la primera fase de los Juegos de Río estuvimos lejos del equipo que había ganado todas las competiciones anteriores
En este sentido, Filipovic no quizo pasar la oportunidad para hablar de la derrota sufrid ante Brasil en la fase de gupos: «Hicimos todo lo posible para sumar la primera victoria, pero el ex guardameta de la selección serbia, Slobodan Soro, tuvo un gran partido. No pensábamos en el partido y en la agresividad, sino en como meter el balón al fondo de la red», reconoció, mientras achacó parte de la derrota a las «complicadas condiciones» de la instalación: «no se podía jugar más de dos cuartos antes de que te empezaran a doler los ojos. Además no se podía ver claramente con el agua verde, el viento y la lluvia».
LA REUNIÓN DEL CAMBIO
A pesar de la muy mala primera fase, la situación de Serbia debía de cambiar si querían llegar lejos. El equipo se reunió al borde de la piscina la mañana siguiente a la derrota ante Brasil. Ahí el capitán Zivko Gocic dijo unas palabras. Aunque Filipovic no reveló los detalles si reconoció que esa charla «nos ayudó a quitarnos la presión de encima y liberanos de la jaula en la que nos habíamos metido».
Ante Australia, en el partido donde tenían que ganar sí o sí para pasar a la siguiente ronda, dijo el zurdo que a pesar de que hubiera mucha presión del público, «supimos ganar». Según Filipovic el partido ante Japón fue la bofetada en la cara más grande que la había pasado hasta equipo nunca. «Este encuentro demostró que el torneo olímpico es la competición más fuerte».
EL PRÓXIMO RETO SERBIO
Una vez acaba este ciclo olímpico, Dejan Savic debe preparar el siguiente que tendrá como meta Tokyo 2020. Para ello, a día de hoy Filipovic desconoce todavía si seguirá en base a este nuevo ciclo, puesto que se pregunta si puede aguantar psicológicamente cuatro años más. «Hay un montón de motivación, pero sacrifico muchas cosas para llegar a donde estoy hoy. Tengo que ver si puedo hacerlo de nuevo en los próximos cuatro años, y alcanzar de nuevo los resultados en los que creíamos y en el que debemos creer en el futuro. Yo daré a conocer mi decisión un par de semanas más y entonces sabré».
En unas semanas sabré si podré aguantar psicológicamente cuatro años más, al mismo nivel y con los mismos objetivos
A partir de ahora comienza una nueva era en la selección serbia con la salida de Živko Gocić y Slobodan Nikić. «Todo lo que sé es que será muy duro», puntualizó, mientras a la vez reconoció que no será fácil sin ellos». «Estamos al borde de un nuevo comienzo y al final del tiempo el nuevo equipo va a construir una nueva atmósfera. Todos nuestros jugadores están sanos, inteligentes y humildes, y aquellos que se unen al equipo nacional serán parte de la construcción de algo nuevo», añadió.
EN BUSCA DE ÉXITOS CON EL RECCO
Por último, Filipovic habló sobre el Pro Recco, admitiendo que la cuarta plaza conseguida la pasada temporada en la Final Six de Champions League fue «inesperado». «No estuvimos bien psicológicamente. Tampoco ayudó la lesión de Tempesti. Estuvo balo los palos Fabio Violla que sin a penas experiencia tuvo que jugar los partidos».
Por otro lado, destacó la llegada de Vladimir Vujasinovic como nuevo entrenador: «es todo un ejemplo tanto dentro como fuera del agua para todos los que formamos el equipo. «Es la persona correcta para llevar el Recco. Para nosotros es todo un privilegio poder trabajar al lado de una persona como él».
@D_Harg