Gabi Hernández: «Estoy dispuesto a hablar con todo el mundo»

El seleccionador español valoró en WATERPOLISTA.com la actuación en Río / JOSEP ARNAU / ATELIER PHOTO
El seleccionador español valoró en WATERPOLISTA.com la actuación en Río / JOSEP ARNAU – ATELIER PHOTO

En marzo de 2014 asumió el cargo de seleccionador español masculino poniendo fin a la ‘era Rafa Aguilar’. El equipo nacional necesitaba un revulsivo si quería llegar con plenas posibilidades a los Juegos Olímpicos de Río 2016, el gran reto del representativo en este ciclo. Gabi Hernández (Barcelona, 2 de enero de 1975) aterrizó en la selección con mucha fuerza e imponiendo sus grandes señas de identidad: carácter, carácter y más carácter. Desde su llegada marcó las premisas que ha ido instaurando en estos más de dos años, que no son otras que competitividad y trabajo. «Cualquier internacional español, lo que tiene que tener muy claro es que cuando llega a la selección lo que tiene que tener es personalidad, más allá de táctica o técnica. Tienes que llegar y presentar tu marca», reconoce un técnico catalán que siempre ha buscado transmitir a sus pupilos aquellos caracteres que le hicieron crecer como jugador y alcanzar entre otros títulos el Campeonato del Mundo en 2001. Con su nombramiento su antecesor y ahora Director Técnico, Rafa Aguilar, buscaba reflotar a una selección que ha dejado de visitar el podio desde que obtuvo la medalla de plata en el Mundial de Roma en 2009. Por desgracia todo ha quedado en un simple intento, puesto que los frutos no han llegado. Tal y como reconoce Hernández en esta entrevista concedida a WATERPOLISTA.com «el momento era el que era. Entré en un equipo en medio de un ciclo olímpico, con bajas importantes».

– ¿Cómo resumiría los Juegos Olímpicos de Río 2016?
«Obviamente, España tiene que ir a todas las competiciones a pelear por lo máximo. Creo que esa es la ambición que hay que tener, aunque hay que tener los pies en el suelo y saber que hay mucha competitividad, competencia y equipos muy preparados. Dos semanas después, considero que hicimos méritos para lograr algo más. Desgraciadamente, después de haber hecho una primera parte muy buena, ya que quedamos primeros de grupo, cosa poco habitual en la selección española, nos encontramos en el primer partido con Serbia, un rival que no quería nadie y que lleva desde el año 2014 ganando todas las competiciones. Y no sólo ganándolas, sino que han arrasado en las finales. Nos tocó bailar con la más fea. Creo que nos faltó un poco de ambición y de convicción a la hora de afrontar este partido. Tuvimos opciones para acercarnos en el marcador, pero al final salieron sus grandes jugadores. Considero que España mereció más, pero el deporte es así».

– ¿Recuerda qué le comentó a los jugadores después de caer en Cuartos de Final ante Serbia?
«Más que uno de los favoritos, era el claro favorito para ganarlo aunque hizo una primera fase que nadie entendió. Exactamente, no me acuerdo de las palabras que dije al acabar. Todavía nos faltaban partidos por disputar, porque es el único deporte de equipo olímpico que se juega más allá de los cuartos de final una vez eliminado. Es un suplicio para cualquier deportista. Simplemente, les dije que tenían que estar tranquilos porque lo habían dado todo. Sí que les dije que habíamos ido con demasiado respeto y que regalamos algún gol. Aún así, creo que lo fácil es hablar como entrenador y lo difícil es ser jugador, tirarte al agua y pelear contra un rival que lleva años arrasando en todas las competiciones».

– Cerraron su participación en los Juegos con una victoria ante Brasil que les permitió acabar en séptimo lugar, ¿con qué sensaciones regresó de Río?
«Obviamente no me fui contento. Creo que las estrellas no se alinearon para acompañarnos en esta competición. Aún haciéndolo de la mejor manera posible nos tocó este cruce fatídico en cuartos y me volví con la sensación de lástima. Creo que los jugadores trabajaron bien. Llegaron a la competición con mucha ilusión, me sabe mal porque entrenaron al máximo y no pudimos conseguir algo bonito. Creo que siempre todos podemos hacer más, y me volví con esa sensación a pesar de pelear con una selección que ha pisoteado a todos los rivales que se ha encontrado en los últimos 3 años. No sabría catalogar la sensación, porque no es ni frustración ni es nada parecido. La vida es así, fuimos a por todas. Nos faltó un poco de convicción para ir a morder a Serbia, pero era muy difícil. No hace justicia, pero la vida no es justa. La próxima competición, España, con más o menos presupuesto, con más o menos posibilidades, con lo que sea, tiene que ir a por todas vaya quien vaya.

– En el año 2014 llegó asumió el cargo de seleccionador en sustitución de Rafa Aguilar ¿Cómo valora estos dos años al frente del equipo nacional masculino?
«A nivel personal, han sido dos años muy bonitos, aunque también difíciles. El reto era muy apasionante. Los valoro como muy enriquecedores, aunque repito que han sido muy difíciles. El momento era el que era. Entré en un equipo en medio de un ciclo olímpico, con bajas importantes. Es muy bonito para cualquiera, hay un 50 % que es muy duro, pero otro que es muy bonito y enriquecedor. Tienes que encontrar el equilibrio».

– ¿Y cuál ha sido el momento mas duro en este tiempo?
«Intentó quedarme siempre con lo bueno. La memoria selectiva hace que los borres rápido. Como en todos los trabajos, hay una parte buena y una mala. En este, la buena es demasiado buena como para que no compense».

– Antes, durante y sobretodo después muchas han sido las personas que le ha criticado con dureza por no contar con Xavi García…
«Te ponen en el cargo de seleccionador para que decidas. Cada uno tenemos una visión. Normalmente, un equipo no son individualidades. Se intenta crear un colectivo en el que haya unos roles. Unos entrenadores se deciden por unos y otros por otros. En este caso, mi decisión fue llevar a Echenique y a Mallarach. No hay mucho más que hablar. Cualquier equipo de cualquier deporte es distinto y cada uno lo ve de una manera».

– A usted se le presentó desde la RFEN como la persona encargada de liderar el denominado cambio generacional en la selección. En estos dos años has probado a numerosos jugadores, muchos de ellos de notada juventud, ¿cómo ve a los que vienen de abajo?
«No tengo el número exacto de jugadores que he probado, pero han sido muchos. Este verano al final la preparación fue más corta porque hicimos solo dos torneos. Somos un país que normalmente vamos con 14 o 15 jugadores a estos torneos. Hay poco espacio para que la gente demuestre. Cualquier jugador internacional español, lo que tiene que tener muy claro es que cuando llega a la selección lo que tiene que tener es personalidad, más allá de táctica o técnica. Tienes que llegar y presentar tu marca. En este sentido, algunos han tenido una progresión espectacular. Otros, no tanto. Los Juegos Olímpicos son una competición larga para la que hay que estar preparado mentalmente. En este campo, en España tenemos que dar un triple salto mortal si queremos pelear con los más grandes. La profesionalidad individual del jugador tiene que ser otra. Tiene que mejorar mucho porque competimos contra equipos formados por jugadores para los que el waterpolo lo es todo, es su vida. Tienes que demostrar que para ti también lo es todo, que no hay nada más. El ciclo olímpico empieza hoy, en tu entrenamiento individual y personal en el que te tienes que demostrar a ti mismo que eres un profesional para después poder superar los momentos de tensión y presión que van a llegarte en los grandes momentos».

– Finaliza el ciclo olímpico de Río 2016 y se inicia el de Tokyo 2020 con varias competiciones internacionales de enorme relevancia como es el próximo Mundial de Budapest en 2017 ¿Qué cambios podremos ver en la selección en vistas a esta nueva etapa?
«Los jugadores van cumpliendo años y por detrás va subiendo gente. Vamos a ver lo que pasa en el futuro inmediato para analizarlo todo. Hay algún jugador que ya ha dicho que se retira y otros se han mostrado ambiguos. Hay varios jugadores que están en la treintena y hay que ver quién es cada uno. Hay que mirar a 4 años vista sin olvidar que debemos presentarnos con todo a las próximas competiciones. Ya veremos cómo se desarrolla. Ya llegará el momento de tomar decisiones, habrá que ver un poco quién muestra actitud para jugar en el equipo nacional».

– ¿Cómo recibió la noticia de la retirada de Guillermo Molina?
«Había hablado con él hacía un tiempo y ya sabía un poco por dónde iban a ir los tiros. Es normal, hay un momento en el que llega el fin. Hay que tener una cosa muy clara, lo jugadores que están sobre los 30 años o son jugadores que destacan o tienen que mostrar algo en particular, porque la exigencia es enorme. La edad es la edad. Ya no sólo físicamente, sino que mentalmente también tienen que tener un hambre voraz para poder continuar. En este caso, Guillermo Molina demostró que ya había hecho su carrera a nivel nacional. Me pareció correcto».

– ¿Su intención a día de hoy es la de seguir como seleccionador?
«Hay que ver lo que va a pasar ahora en las elecciones. Ver si se cuenta conmigo y si podemos hacer un plan olímpico. Estoy dispuesto a hablar con todo el mundo para ver lo que se puede hacer».

Más de dos años lleva Gabi Hernández al frente de la selección española masculina / JOSEP ARNAU - ATELIER PHOTO
Más de dos años lleva Gabi Hernández al frente de la selección española masculina / JOSEP ARNAU – ATELIER PHOTO

– ¿Desde la actual directiva se le ha comentado algo sobre tu continuidad?
«Ahora mismo, la Federación está en un proceso electoral y creo que hay que darle un poco de tiempo. Cuando pasen las elecciones será el momento de hablar. Ahora es un momento de reflexión».

– Mientras tanto, ¿seguirá trabajando con la selección? Cabe recordar que, por ejemplo, la World League comienza a mediados de noviembre, antes de la celebración de los comicios.
«Seguiré trabajando lo que se me pida desde la Federación, aunque todo esté en ‘standby’. Seguiremos haciendo cosas».

– ¿Cómo se afronta desde la selección el próximo Mundial de Budapest de 2017?
«Estamos esperando a estos próximos meses. Una vez se decida quién será el próximo presidente, habrá que hablar. Va a ser un mundial espectacular. Vamos a ver si los demás equipos presentan cambios o no. Después de los Juegos Olímpicos siempre hay que ver qué pasa con los equipos. Se presenta con mucha ilusión de parte de todos para poder volver a ir».

– ¿Tiene la ‘espinita’ de Kazán?
«Intento mirar hacia delante. Pasó lo que pasó en la clasificación. Cada x años hay momentos de la clasificación para el mundial que se hace a través de la Copa Fina, que se hace en fechas en las que nadie puede ir. Sinceramente, no tengo ninguna espina clavada. Obviamente, me gustaría ir y un mundial es una competición muy especial y atractiva para los jugadores. Lo afrontamos con muchas ganas».

– ¿Cómo valora los cambios en el reglamento que quiere implantar la FINA  a partir de 2017?
«La verdad es que no los veo. No por el cambio, sino que creo que para cambiar algo hay que tener un porqué. En este caso, no hay ninguna razón. Es cambiar por cambiar. No sé cuál es el objetivo del cambio. No sé si se busca más la espectacularidad, si se busca más representación a nivel televisivo, si se busca que haya más espectadores en la piscina… No sé lo que se busca y no lo he entendido todavía. No hay un objetivo claro y un argumento de peso en cuanto al cambio. Está todo en el aire y lleva ya un tiempo. Algunas cosas tienen pinta de estar bien, pero otras no. Para cambiar hay que tener unos objetivos, motivos y argumentos fuertes y eso no lo veo».

– Por último, ¿veremos pronto a la selección española masculina colgarse una medalla en una gran competición internacional?
«Eso espero. La verdad es que y hace muchos años. Ahora mismo el nivel es muy alto y hay mucha competencia. España tiene las posibilidades presupuestarias que tiene y tiene que pelear con lo que tiene contra otros países que tienen muchos más recursos. Nunca hay que escudarse en eso, pero hay que tenerlo en cuenta. Hay que saber que España tiene jugadores, pero, como ya he dicho, hay que dar un salto en cuanto a la personalidad individual, personal y colectiva. Se ha perdido un poco esa profesionalidad a nivel nacional en los últimos 20 años. Estamos es un punto en el que hay que dar un salto porque talento va a haber y también, como he dicho, nos tienen que acompañar las estrellitas. Se van a poder conseguir cosas si se cumple esto».


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