Desde su llegada en 2008 a la filas del CN Rubí, Gina Gerschcovsky ha crecido como jugadora y persona bajo el continuo arropo de la familia de Can Roses. Diez años han dado para mucho. Diez años en el que la deportista hispano – argentina (cuenta con la doble nacionalidad) ha ido poco a poco asumiendo un rol determinante en una plantilla humilde que es todo un sinónimo de esfuerzo por superarse cada año, teniendo en cuenta lo complicado que se hace compaginar la vida deportiva con la personal para un grupo que no tiene remuneración económica por jugar. «Todas estudiamos o trabajamos y a la vez entrenamos, por lo que los días se hacen largos, pero si seguimos luchando y jugando es porque vale la pena«, reconoce a WATERPOLISTA.com la jugadora más veterana del CN Rubí horas después de caer eliminada a primeras de cambios de la Copa de la Reina. Al fin y al cabo le tocó bailar con la más fea: el CN Sabadell, quien ayer domingo se proclamó campeona de su torneo fetiche.
[bs-quote quote=»Nuestra principal virtud es que somos una familia» style=»style-11″ align=»left»][/bs-quote]Aunque encajar una derrota tan abultada no es plato de buen gusto para nadie, le hermana mayor de las Gerschcovsky (su hermana Dana también juega a las órdenes de David Martín; es la portera), confiesa que desde el día del sorteo cuando vieron el rival que le tocaba en Cuartos «ya dejamos de pensar en la Copa y nos centramos en la Liga«. «En Copa no podríamos aspirar a más que a la participación, que ya es todo un mérito«, puntualiza una deportista que explica lo difícil que se les hizo mantener la concentración en todo momento visto lo ocurrido ante el conjunto sabadellense. «Va y viene y eso es un gran problema. Nuestro entrenador hizo hincapié en eso. No es fácil mantenerla, es algo que te puede perjudicar gravemente, pero no sólo en este tipo de partidos, sino también en aquellos claves donde nos jugamos mucho«.
Pasan página
[bs-quote quote=»El objetivo sigue siendo la permanencia, y si eso se logra, intentaremos mejorar la clasificación » style=»style-11″ align=»right»][/bs-quote]Borrón y cuenta nueva. El CN Rubí ocupa en estos momentos la séptima plaza de la Liga Iberdrola aventajando en cuatro puntos a la zona de promoción y en seis a la del descenso directo cuando nos encontramos en el ecuador de la competición. «El objetivo sigue siendo la permanencia, y si eso se logra, intentaremos mejorar la clasificación del año pasado. Copa de la Reina ya es un objetivo conseguido, ahora vamos a por más y siempre mejorando como equipo y unidas«, insiste Gina quien debe de dar lo mejor de sí para afrontar con garantías un exigente calendario. «Nos quedan partidos complicados y debemos estar unidas«, comenta sobre una plantilla que cuenta con una serie de jugadoras jóvenes y algo novatas en la categoría pero que en un futuro estarán curtidas. «Es un arma de doble filo. A día de hoy están llevando la responsabilidad del primer equipo y no debería de ser así«, argumenta a la vez que da una de las claves del éxito de este equipo: «nuestra principal virtud es que somos una familia y eso ayuda a que el vestuario esté unido«.
Por último da una enorme lección de humildad al reconocer uno de sus grandes defectos: las excusas. «Siempre están en la punta de la lengua y debemos aprender a que las excusas no valen, siempre podemos dar y hacer más«, afirma con rotundidad una deportista que a pesar de recibir un duro correctivo en Copa por el Sabadell, parece no guardar rencor a un equipo donde se formó, llegando no sólo a jugar en categorías inferiores, sino también varios partidos con el absoluto antes de dar el salto a la que ahora es su segunda familia.
@etoster