El laboratorio de Rafa

El andaluz que actualmente es profesor universitario en Sevilla realizó junto Eduardo Sáez un trabajo científico para conocer con rigor las posibilidades de mejora de las cualidades condicionales de los jugadores de waterpolo en cuanto a fuerza y potencia

A lo largo de los últimos años, podemos encontrar en el mundo científico compañeros y compañeras que de una manera u otra decidieron estudiar nuestro deporte, y ayudar a entenderlo y mejorarlo. Desgraciadamente, algunas de esas personas son desconocidas por la mayoría de nosotros y nosotras; y sin embargo, gracias a ellas también seguimos avanzando, consiguiendo progresivamente crear un lugar para nuestra disciplina dentro de la literatura científica. Compañeros y compañeras curiosas e inconformistas, que emplean su tiempo de ocio para investigar y reflexionar; y en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de rédito económico. Románticos y románticas.

[bs-quote quote=»Rafa que trabaja como profesor universitario en el centro de estudios superiores CEU Cardenal Spínola Fundación San Pablo Andalucía le encantaría desarrollar proyectos de carácter experimental con clubes y Federaciones» style=»style-7″ align=»center»][/bs-quote]

Fue el pasado verano cuando conocí a Rafa, en el Campeonato de España cadete femenino en Alcorcón. Él era el entrenador del equipo local. Tan sólo me hizo falta varios minutos para observar su entusiasmo, experimentar su ilusión, y vivenciar su curiosidad por la mejora de nuestra modalidad deportiva. Algo semejante a lo que decía Marie Curie: “un científico en su laboratorio no es sólo un técnico: es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas”.

Sus orígenes en el mundo del waterpolo están unidos al Club Waterpolo Océano de Sevilla (1998-2010). Posteriormente, estuvo en el Club Deportivo Epsilon (2010-2012) y Club Natación Jerez (2012-2014) como jugador y/o preparador físico. Realizando el máster de “Rendimiento físico y deportivo” de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) conoció a Eduardo Sáez (antiguo entrenador del equipo masculino del Club Waterpolo Dos Hermanas) y comentaron la posibilidad de desarrollar un trabajo científico para conocer con rigor las posibilidades de mejora de las cualidades condicionales de un/a jugador/a de waterpolo. Concretamente, se centraron en el entrenamiento de la fuerza y la potencia, base condicional de los deportes de equipo. En esta tesis, plantearon cuatro estudios, de los cuales dos se realizaron en pretemporada y otros dos en temporada utilizando desde autocargas, gomas, balones medicinales y pesos libres.

Mejoría de fuerza muscular

En el primer estudio (Ramos Veliz et al., 2015), demostraron que efectuando durante la temporada un programa de fuerza y potencia para el tren inferior (sentadilla completa, splits, y saltos con y sin carga), se mejora la fuerza muscular y la capacidad de salto. Asimismo, distinguieron que no hay interferencia aparente entre el desarrollo de la fuerza y la capacidad de salto y la velocidad de lanzamiento. En el segundo estudio (Ramos Veliz et al., 2014), observaron que mediante la realización de un programa de fuerza en 18 semanas con el uso de ejercicios del tren superior e inferior (press de banca, sentadilla completa, dominadas, y salto con y sin cargas), se aumenta la fuerza muscular. Además, subrayaron que aparentemente no hay ninguna interferencia entre el desarrollo de la fuerza y el tiempo de nado y la velocidad de lanzamiento.

En el tercer estudio (Sáez de Villareal et al., 2014), expresaron que se puede mejorar la fuerza muscular y otros parámetros de rendimiento específico de waterpolo por medio de un programa específico de fuerza durante 6 semanas de pretemporada para el tren superior e inferior en seco y en el agua. En el cuarto estudio (Sáez de Villareal et al., 2015), destacaron que gracias a un correcto diseño e implementación de los programas de entrenamiento, tanto de fuerza específica en el agua como de fuerza y de potencia en seco (entrenamiento pliométrico), o en combinación, se proporciona un estímulo de entrenamiento positivo para mejorar la fuerza máxima y los aspectos determinantes del deporte.

Entrenamientos diferentes

Así, en cada uno de sus cuatro artículos podemos resaltar conclusiones significativas, algunas de las cuales muchos de los entrenadores y entrenadoras por su propia experiencia deportiva personal podrían confirmar, pero que hasta entonces no estaban verificadas desde un marco científico. Además, los programas de entrenamiento que propone, pueden integrarse fácilmente en la planificación del período precompetitivo y competitivo junto a los componentes técnicos y tácticos.

[bs-quote quote=»Observaron que mediante la realización de un programa de fuerza en 18 semanas que aparentemente no hay ninguna interferencia entre el desarrollo de la fuerza y el tiempo de nado y la velocidad de lanzamiento» style=»style-7″ align=»center»][/bs-quote]

Actualmente, Rafa trabaja como profesor universitario en el centro de estudios superiores CEU Cardenal Spínola Fundación San Pablo Andalucía en los grados de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y de Maestro de Educación Primaria-Mención Educación Física. Le encantaría desarrollar proyectos de carácter experimental con clubes y federaciones de waterpolo para llevar a cabo estudios que planteen la búsqueda y mejora de la condición física de los/las jugadoras y porteras de waterpolo.

Quizás en un futuro podamos trabajar de manera conjunta, quién sabe. Gracias por tu dedicación. Un placer.

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