No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Cuando todo apuntaba a que la ciudad de Hospitalet de Llobregat continuaría teniendo un equipo en la Liga de Segunda División Masculina tras el acuerdo alcanzado hace unas semanas entre los clubes AESE y L’Hositalet, la Real Federación Española de Natación ha rechazado el planteamiento presentado por ambas entidades por medio del cual pretendían “fusionarse” para jugar con el nombre del CN L’Hospitalet pero con la plaza del AESE en la liga de bronce del waterpolo español. Una estratégica alianza que hubiese supuesto todo un balón de oxígeno para el AE Santa Eulalia que no es capaz de mantener a sus equipos masculino y femenino en categoría nacional.
LA NORMATIVA ES MUY CLARA
Tras un estudio detallado del gabinete jurídico de la RFEN, el alto organismo de la natación española dice que tal fusión no se ciñe a lo regulado en el artículo 9 del Libro VII referido a los clubes que compiten a nivel nacional. Lo que permite mantener la categoría es la fusión entre clubes, dando lugar a un club resultante que, según el artículo 9.2 “deberá cumplir con los requisitos que se exigen a los de nueva creación y se subrogará en todos los derechos y obligaciones que en el ámbito de la actividad federativa ostentaban los clubes originarios. En cuanto a su situación competiciones, quedará adscrito a la categoría del que la tuviese superior”. Lo contemplado en este artículo no deja lugar a dudas, si ambos clubes se hubiesen fusionado y creado un nuevo club hubiesen militado sin problema alguno en Segunda. Sin embargo, las circunstancias del caso en cuestión son bien diferentes, puesto que no se fusiona ningún club, sino que los clubes absolutos masculinos del AESE y L’Hospitalet se unen (como ha sucedido con La Latina y Moscardó), por lo que los jugadores de un equipo causarán baja y pasarán a ser fichados por el otro que deberá tramitar la baja o cesión y gestionar la licencia correspondiente. Ante esta situación, lo que se tuvo que dilucidar es si hubiesen competido como AE Santa Eulalia, en cuyo caso hubiesen mantenido la categoría, o como CN L’ Hospitalet en cuyo caso jugarán en la categoría en que milite este último, es decir, en Primera Catalana.
¿Y AHORA QUÉ PASARÁ?
Tras la RFEN tomar esta decisión se ha producido un enorme revuelo, sobretodo entorno al AESE, ya que de los dos clubes es el que tiene la situación más complicada. A día de hoy los jugadores están buscando nuevos retos ante la más que posible renuncia del equipo a jugar inclusive en Primera Catalana. L’Hospitalet, por su parte, sí que garantiza su presencia en Tercera División bajo la dirección técnica de Vicente Sousa. El objetivo que se marca el club en el horizonte no es otro que el de intentar conseguir el ascenso de categoría. El problema surge aquí con los jugadores del AESE que se hubieran visto beneficiados por la fusión, ya que a día de hoy no tienen equipo. Una de las ideas que han sido planteadas es la creación de un L’Hospitalet B que también compita a nivel regional. Sin embargo, todo está aún en el aire y la idea es a día de hoy poco viable. A quien le toca mover ficha ahora es a la RFEN que debe decidir en base a la normativa vigente qué equipo cogerá el testigo del AESE en Segunda.
@etoster