Portugal apunta a Barcelona 2018

En el día de ayer dio comienzo la primera fase de clasificación del Europeo que se celebrará en Barcelona en 2018. En ésta relevante cita internacional en la que la ciudad condal se convertirá en epicentro del waterpolo continental, Portugal quiere estar presente y jugar un papel fundamental. Aunque el camino no será nada fácil, el equipo nacional luso no entiende de adversidades y luchará con uñas y dientes por conseguir el billete. La primera piedra en el camino se disputará entre los días 6 y 8 de octubre, cuando Portugal se enfrentará en la segunda fase de Pre-europeo a Lituania, Ucrania, así como al segundo clasificado de la primera fase en la que participan selecciones de menor nivel tales como Bulgaria, Austria, República Checa y Suiza.

Éste es uno de los mayores retos que ha afrontado la selección portuguesa. «Creemos que es posible conseguirlo. Tenemos mucha ambición por lograrlo. Más allá de las dificultades con las que nos encontramos, tenemos que hacer mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora y tener una fuerte voluntad», reconoce a WATERPOLISTA.com Fernando Leite, seleccionador nacional, el cual confirma que «el camino está siendo cubierto con un trabajo regular. Ganar en forma física y cambiar la mentalidad en cuanto a nuestro juego son algunos de los aspectos que tenemos que trabajar. Tenemos que ser conscientes que el waterpolo es un deporte de ayuda mutua». «El equipo es joven y tiene mucha capacidad», añade.

«COMPROMISO DE TODOS»

Más allá de éste ambicioso reto, la Federación portuguesa ha proyectado un plan de acción en el que existe un grupo de jugadores integrados en programa de alto rendimiento dirigido a cubrir la realidad existente en el país en cuanto al waterpolo. «Todo ello contando con la participación de los diferentes territorios para así lograr una mejor detección inicial del talento de los jugadores juveniles», explica el Leite, quien espera que en este proyecto se involucren todos los agentes de este deporte y no sólo una institución. «Todos los que formamos el waterpolo portugués debemos estar bien alineados para lograr una mejor disciplina», puntualiza.

Este insaciable programa pretende en líneas generales «aumentar el número de profesionales y lograr una mayor dispersión de los clubes en todo el territorio, mejorando de esta manera la captación de deportistas a todos los niveles». «Tenemos que informar y enseñar sobre nuestro deporte a tanta personas como sea posible». Y es que uno de los principales objetivos de la Federación lusa pasa por incentivar y promocionar este deporte con una idea entre ceja y ceja: aumentar el número de licencias en el país, ya que al menos el equipo nacional cuenta con una buena base. «Tenemos un buen grupo de jugadores jóvenes con mucha ilusión por seguir mejorando. Se espera que este trabajo pueda mejorar la calidad del deporte en el país, creando rutinas de entrenamientos y la preparación regular de competiciones internacionales». Lo que está claro es que a día de hoy y en el momento en el que se encuentran la presencia de Portugal en una cita con el Europeo puede ser una inyección brutal al waterpolo en el país vecino.

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FOTO: PEDRO VASCONCELOS

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