Radiografía de un waterpolo ‘in crescendo’

¿Cuál es la situación (a grosso modo) de nuestro deporte en España? Esbozamos el mapa coyuntural del país con voces autorizadas y haciendo hincapié en aquellas regiones donde aún todavía logran nadar a contracorriente

Éste análisis supone una dosis de pura realidad / BILLY RAMÓN

los éxitos protagonizados en los últimos años por el waterpolo español femenino ha servido de caladero por medio del cual atraer a un alto número de chicas que se han sentido cautivadas por la espectacularidad que intrínsecamente tiene el deporte del balón amarillo. Para muestra un botón. En los últimos cuatro años las licencias de jugadoras se han incrementado en un 33% pasando de las 596 de la temporada 2013/2014 a las 791 de la 2016/2017 a nivel nacional. Un aumento de 195 licencias. Bien es cierto que éste auge se ha visto también materializado a nivel general con un 18% más de waterpolistas alcanzando la cifra de los 2.427.

El fenómeno femenino
Con las mujeres el fenómeno producido si cabe es mayor por cuanto, como todos conocen, hay una gran difusión en el deporte en general de las ayudas al fomento de la práctica deportiva en plano de igualdad. En nuestro caso, además, con un exitoso equipo nacional instalado en el top, asegura Fernando Carpena, presidente de la RFEN

El reto de la RFEN es claro: comenzar la promoción desde abajo con la intención de que el waterpolo se abra un hueco entre la amplia gama de disciplinas deportivas que abundan hoy en día. Un objetivo que se hace arduamente complicado puesto que la actividad del waterpolo cuenta con un claro condicionante: tener una piscina donde poder entrenar y jugar. Este hecho es el principal inconveniente para que el waterpolo cobre más fuerza, puesto que la falta de espacio donde poder entrenar es uno de los grandes hándicap que muchos clubes vienen reclamando desde hace más de una década.

Los grandes éxitos protagonizadas por las chicas de Miki Oca desde 2012 ha sido un enorme revulsivo incluyendo sus importantes seguimientos en medios de comunicación / QUINTÍN GARCÍA

«Este incremento es una consecuencia de la política de expansión del waterpolo que se puso en práctica diez años atrás y la implicación por parte de todos, federaciones territoriales y clubes al frente«, reconoce a WATERPOLISTA.com el actual vocal de waterpolo de la RFEN, Ángel Moliner, quien se congratula de los grandes números registrados el curso pasado otorgando gran protagonismo al trabajo que ha realizado la última década su antecesor en el cargo, Gaspar Ventrua. Una de las principales razones de que este incremento sea una realidad es el papel que juegan los clubes -grandes impulsores del deporte a nivel doméstico-, pero también la estructura de trabajo que se ha creado desde el propio órgano federativo.

Diez años de trabajo

«Con las mujeres el fenómeno producido si cabe es mayor por cuanto, como todos conocen, hay una gran difusión en el deporte en general de las ayudas al fomento de la práctica deportiva en plano de igualdad. En nuestro caso, además, con un exitoso equipo nacional instalado en el top del deporte mundial no sólo a nivel absoluto sino en las categorías inferiores«, explica el máximo mandatario de los deportes acuáticos en España, Fernando Carpena, el cual cree que hay que ir un paso más allá: «Nuestra ayuda no puede reemplazar determinadas cuestiones que corresponden hacerse in situ. Todos sabemos de las dificultades de uso de instalaciones que tenemos en nuestro país donde el waterpolo por razones obvias requiere del uso de toda la pileta y esto supone un importante límite. En todo caso, a pesar de esta realidad, como hemos constatado, se sigue creciendo. ¿Qué hacemos desde la RFEN? Por una lado está la ayuda indirecta, diríamos que el posicionamiento de marca a través de la difusión de nuestro deporte. Hemos multiplicado el número de retransmisiones fundamentalmente por streaming. Por otro lado seguimos con la labor de acudir al territorio con un programa de seguimiento, asesoramiento y ayuda directos a cada Comunidad. También la facilidad de acceso a la competición estatal como estímulo para incorporarse a la rueda de la actividad deportiva regular«, explica.

Nuestra ayuda no puede reemplazar determinadas cuestiones que corresponden hacerse in situ. Todos sabemos de las dificultades de uso de instalaciones que tenemos en nuestro país donde el waterpolo por razones obvias de piscina, explica el máximo mandatario de RFEN

Ha sido importante la presión ejercida por las propias jugadoras. Ellas han conseguido con su lucha, con su amor por este deporte más protagonismo y mayor repercusión, empezando por más espacio en los clubes. Ellas mismas han subvencionado y subvencionan el waterpolo femenino. Aquella falta de espacios se han ido terminando y los horarios han ido mejorando considerablemente, aunque como muchas voces apuntan todavía hay mucho camino por recorrer.

EL DOMINIO CATALÁN

Lo cierto es que los números hablan por si solos a la hora de fijar las comunidades con mejores registros. Cataluña es la región con mayor número de licencias, y también de clubes. De los datos extraídos se descubre que 705 deportistas de los 2.427 totales con ficha nacional son catalanes. Aunque bien es cierto que entre todas las categorías a nivel regional, Cataluña contó el curso pasado con cerca de 3.500 fichas. Este curso nos aseguran desde la Federación que preside Enric Betrán que van camino de superar estos números, puesto que a falta de tramitar aún fichas en según qué categorías ya alcanzan la cifra de las 3.400. En cuanto clubes, la FCN habla de un total de 36 clubes de los cuales derivan 246 equipos entre todas las categorías oficiales. Números que hablan por sí solos.

Ligas de nivel

Y es que sus competiciones autonómicas son fiel reflejo del papel que juegan a posterior a nivel nacional, puesto que cuentan con Ligas de enorme nivel, algo que a posterori trae sus frutos en los Campeonatos de España, siendo los clubes catalanes los grandes dominadores de las competiciones desde categoría infantil a juvenil. Y es que al fin y al cabo muchos de los jugadores que disputan este tipo de torneos dan el salto al primer equipo que en su mayoría compite en la máxima categoría, siendo en División de Honor Masculina nueve los equipos catalanes de 12 participantes, y en femenina siete de diez.

Una vez más los equipos catalanes copan gran parte del protagonismo en cuanto a los títulos de categorías se refiere sobretodo en lo referente a los Campeonatos cadete y juvenil / QUINTÍN GARCÍA

«Sin lugar a dudas la gran diferencia del waterpolo en Cataluña respecto al resto del territorio nacional es la inversión a nivel absoluto y el gran número de equipos participantes en todas las categorías de base. Las competiciones de la FCN cada año crecen más tanto a nivel masculino como femenino y esto hace que la competición cada vez sea más fuerte. Por eso, a medida que los niños van creciendo, la diferencia entre los equipos catalanes respecto a los del resto del territorio nacional va creciendo, porque la competición de la FCN es progresiva en dificultad y en número de partidos anuales«, reconoce Lidia Flaqué, responsable de waterpolo de la Federación Catalana de Natación.

Para la vocal de waterpolo de la Federación Catalana, Lidia Flaqué una de las claves está en el gran compromiso de todos los clubes catalanes que cada vez cuentan con estructuras más potentes a nivel de waterpolo de base

Respecto a nivel absoluto, es evidente que si no hay inversión es muy difícil poder dedicarse de manera profesional al waterpolo. En Cataluña, la gran mayoría de jugadores reciben alguna compensación económica y esto ayuda a la dedicación del deportista. «Por otro lado, el gran numero de equipos existentes en un territorio tan pequeño hace que los clubs puedan entrenar entre ellos para poder crecer deportivamente, y eso es un aspecto que la gran mayoría de clubs del resto del territorio nacional no tienen», puntualiza a la par que augura un gran futuro al waterpolo catalán: «las competiciones de la FCN cada año son más potentes y cada vez hay más niños practicando waterpolo. Por otro lado, está el gran compromiso de todos los clubes catalanes que cada vez cuentan con estructuras más potentes a nivel de waterpolo de base y, a la vez, hacen grandes esfuerzos para poder competir en competiciones europeas. Y, por último, la FCN sigue apostando por el CAR de Sant Cugat como Centro de Alto Rendimiento. Esto es un aspecto clave ya que una serie de jugadores catalanes pueden compaginar durante 4 años (de los 14 hasta los 18) entrenamiento y estudios con los mejores entrenadores. Estos 4 años de entrenamiento exhaustivo hacen que de este centro salgan deportistas con grandes opciones de llegar a la selección absoluta«, puntualiza.

Un dato a tener en cuenta, en total la Liga PREMAAT tiene de los 169 jugadores, 62 deportistas nacidos entre los años 1997 y 2003. Y es que la crisis económica que azota al deporte en general y de manera más acusada al waterpolo ha provocado que en muchas ocasiones los entrenadores tiren de jugadores de la casa, forjados desde pequeños con enorme sentimiento de pertenencia que en su mayoría suelen traer grandes resultados. Aquellas épocas en las que los extranjeros copaban gran parte de las plantillas ha quedado en un segundo plano, siendo esta temporada un 18% en categoría masculina y un 9% en categoría femenina la presencia de deportistas foráneos.

Presencia en selecciones

Esta circunstancia se extrapola también a las selecciones nacionales en las que la presencia de jugadores catalanes está a la orden del día. De los trece internacionales que alineó en el pasado Mundial de Budapest David Martín, siete eran catalanes. Situación similar al equipo de Miki Oca -subcampeón del Mundo-, aunque quizás algo más boyante, puesto que las trece eran jugadoras catalanas. «Esto es algo anecdótico. Es algo que se nota más en el femenino por todo lo que hemos comentado antes y es evidente que la gran mayoría de jugadores y jugadoras juegan en equipos catalanes por la mayor inversión que se hace en Cataluña. Sin embargo, no debemos olvidar que muchos jugadores no catalanes han sido referentes y conseguido grandes éxitos con la selección y esto es lo que se debe seguir buscando«, confiesa Flaqué, quien augura que el número de waterpolistas irá en aumento los próximos años, sobretodo teniendo en cuenta el Europeo de Barcelona 2018, un importante escaparate en el que exponer las inmensurables virtudes de este deporte, no sólo en un ya consolidado mercado catalán sino en otras comunidades en auge que buscan de manera desesperada más apoyo pero más incentivos con los que atraer a niños y niñas a las piletas.

En este sentido se pronuncia, el presidente de la RFEN quien destaca el sistema de trabajo llevado a cabo desde la FCN: «tienen una estructura tremendamente consolidada derivada de un apoyo tremendo de las administraciones y de las entidades deportivas que suelen gestionar sus propias instalaciones«. No obstante Fernando Carpena pone el foco en una situación que cada vez parece más mayor: «se está produciendo por ello un fenómeno digno de resaltar: antes la preponderancia de Cataluña era no sólo cuantitativa sino cualitativa, ahora salvo excepciones, cualitativamente el waterpolo catalán sigue dominando el escenario nacional pero cuantitativamente, por el crecimiento de nuestra actividad en muchos puntos de la geografía española, siguen estando a la cabeza pero no en términos tan relevantes. Esto no es por culpa del waterpolo catalán sino por amor de la expansión del waterpolo en el resto de Comunidades«. Además promociona una de las grandes revoluciones que se dará este verano: «resaltar la puesta en marcha del Habawaba Spain 2018 coincidiendo con el Europeo de Barcelona buscando que a través del juego y la diversión más niños se enganchen a esta especialidad», argumenta.

¿EQUIPOS HUÉRFANOS?

Es cierto que la presencia del waterpolo va a más en otras Comunidades con menos o nula tradición. Sin embargo, el camino está siendo arduamente complicado. Varios son los clubes que debido a la falta de equipos en su región deben de emigrar a otras comunidades como hace el CW Logroño riojano que compite entre la Liga de Aragón y la de Castilla y León. Otros, sin embargo, han apostado por organizarse para agrupar aquellos proyectos humildes que aún están huérfanos como es el caso del Waterpolo Valladolid o del Waterpolo Zamora, que junto al propio Logroño, así como al CNC Oviedo y Castellae Burgos forman parte de la Liga de Castilla y León, antes conocida como Liga Noroeste. Ésta conglomera a estos lozanos equipos que sin importar su lugar de origen luchan por crecer. Un hecho que habla muy bien del espíritu de sacrificio que tienen, puesto que en ninguno de los casos nadie le ha regalado nada.

La historia pucelana

«El equipo de waterpolo se funda en agosto de 2014, como un club deportivo, y en octubre de ese año ya podemos decir que jugamos en Portugalete nuestro primer partido; solamente eran seis jugadores y no teníamos ni gorros ni balones. Cuatro de aquellos jugadores-fundadores aún pertenecen al equipo, siguen jugando, y se han ido formando como entrenadores y árbitros (Alvaro Asensio, Pablo Renero, José María Reyes y Javier Renero). En noviembre de ese mismo año nos desplazamos a Zamora para jugar nuestro primer partido. Además de los jugadores iniciales, se habían incorporado algún otro exjugador de paso por Valladolid, y estrenábamos equipación: gorros y bañadores morados y blancos. Desde el momento de la creación del equipo, fuimos invitados a participar en la Liga Noroeste. Teníamos balones, gorros y bañadores, pero nos faltaba espacio donde entrenar o jugar en Valladolid. Durante esa primera temporada fuimos a jugar a Sestao, Burgos y Logroño«, explica José Ángel Renero, uno de los fundadores del Waterpolo Valladolid y ahora coordinador de waterpolo del CD Natación Parquesol, quien explica que la idea es la de empezar desde abajo, por lo que los grandes objetivos pasan por aglutinar un alto número de deportistas que en categoría base les ayuden a prosperar con la esperanza de que con el tiempo se vayan sumando nuevos clubes a la causa.

En la actualidad somos una pequeña sección del Parquesol, con unas treinta licencias. Estamos entrenando de 21 a 23 horas, tres veces a la semana en una piscina municipal, pero únicamente podemos utilizar el balón a partir de las 22 horas, explica uno de los fundadores del Valladolid

Uno de los puntos de inflexión fue cuando el equipo se incorporó como sección al CD Natación Parquesol. «Esto nos permitió acceder a las competiciones que organizaba la Federación de Castilla y León de Natación y a la única piscina de Valladolid con porterías de waterpolo. En mayo de 2015, participamos en la II Copa de Waterpolo de Castilla y León», recuerda Renero quien en septiembre de ese mismo año puso todas sus fuerzas para que los equipos de Castilla y León se pusieran de acuerdo en promover una competición regional, y con la colaboración de la Federación de Natación de Castilla y León, «empezamos a formar árbitros y crear las estructuras para disputar una Liga por cada categorías: senior masculino, cadete mixto e infantil mixto«. «A pesar de haber podido ya realizar entrenamientos en la piscina, hasta febrero de 2016, el Ayuntamiento de Valladolid no nos permitió entrenar en su piscina con balón«, puntualiza el dirigente pucelano.

La primera actividad del waterpolo en la ciudad de Valladolid data de 2014, aunque su integración como sección al CD Parquesol le ha dado todo un impulso al equipo de Castilla y León / A.A.

Creada la Liga, la Federación se atrevió a organizar en Valladolid para 2016, el Campeonato de España Infantil de Waterpolo por Federaciones Territorial, participando alguno de los jugadores infantiles del Parquesol en este combinado regional, y alguno de los senior en las organización del Torneo. «Dada lo limitado de nuestros recursos, y los problemas que seguíamos teniendo para disponer de piscina donde jugar, fuimos dejando la Liga Noroeste para centrarnos en nuestras Ligas regionales«, reconoce Renero, quien vio como en la segunda edición de las Ligas de Castilla y León se incorporó el CNC Oviedo, que también había participado en la Liga Noroeste, y en la actual temporada se ha incorporado otro integrante de la Liga alternativa, el CW Logroño. «En la actualidad somos una pequeña sección del Parquesol, con unas treinta licencias. Estamos entrenando de 21 a 23 horas, tres veces a la semana en una piscina municipal, pero únicamente podemos utilizar el balón a partir de las 22 horas. El horario nocturno limita el acceso de los jugadores más pequeños», lamenta Renero.

El Castellae de Burgos ya lleva años con un recorrido marcado; a día de hoy combina su participación en Castilla y León y en la Liga Euskal Herria / C.A.

«Con el tiempo hemos ido progresando; aún nos falta mucho para llegar al nivel de otros clubes de la región, como CW Castellae o CW Zamora. Esperamos que con la formación de nuevos técnicos, y una pequeña mejora de los horarios de entrenamiento, el número de licencias pueda incrementarse. Nuestro objetivo desde el principio ha sido crear un equipo femenino; desde nuestros comienzos ha habido chicas entre nuestros jugadores, y la participación en la Liga Noroeste les permitía jugar en equipos mixtos senior. Ahora necesitamos que se incorporen nuevas chicas para completar un equipo y participar en la liga femenina de Castilla y León. Nuestro desarrollo debe ser manteniendo lo que hemos conseguido, sin pretender avanzar más deprisa de lo que nuestros medios nos permiten», explica Renero quien insiste en que «la existencia de unas Ligas regionales, y el apoyo federativo son una buena forma de desarrollar, mantener y fomentar el watepolo en esta región. Ahora se trata de un proyecto colectivo, no de la locura de cuatro iluminados«.

La Rioja, un ejemplo

Uno de los frutos que está dando esta decidida apuesta está siendo la participación en los Campeonatos de España Infantil por selecciones de comunidades como La Rioja o la de Castilla y León. Uno de los que debutaron el curso anterior en esta competición fue la Federación riojana que no se lo pensó dos veces ante la posibilidad de tener su primera presencia nacional. «Es una iniciativa ilusionante, promovida por unos enamorados del waterpolo». De este modo define Juan A. Moreta, presidente del Waterpolo Club Logroño, el proyecto promovido por su club gracias a la ayuda y el apoyo de todas las entidades públicas de la comunidad y cuya finalidad es conseguir que esta disciplina y se acabe de integrar del todo en la sociedad riojana.

EL RELEVO ASTURIANO

El curso pasado el Ciudad de Oviedo estuvo en boca de muchos debido a que jugó ante el Olivar aragonés una eliminatoria a ida y vuelta por medio de la cual buscaron un billete para una de las fases de ascenso a Segunda División. Ésta fue la primera vez que ésta entidad -único equipo de waterpolo en Asturias- jugó un partido oficial. Aunque salió derrotado, la oportunidad fue aprovechada enormemente por los pupilos de Pablo Hurlé -director técnico-, puesto que el club logró llenar su instalación y crear una situación de expectación por el waterpolo jamás vistas antes en la región. Bajo esta misma idea continúan luchando día tras días por fomentar la actividad no sólo en la ciudad sino en otros municipios de su entorno.

El testigo del Avilés

Desde sus inicios -antes había un equipo en Aviles que desapareció a los dos años-, se vieron involucrados en la Liga Noroeste que, a pesar de no ser oficial, dieron un gran apoyo a equipos con aspiraciones de crecimiento. De sus equipos rivales de los que, además de aprender, tomaron como ejemplo sus respectivas escuelas. «Bien es cierto que hablamos en anteriores ocasiones sobre el oasis que supone Asturias en el desierto norteño, pero como resumen vale que el Club Natacion Ciudad de Oviedo es el unico equipo con actividad en Asturias. Asi llevamos las últimas seis temporadas. Lejos de desfallecer, nos hemos vuelto mas ambiciosos. Buscamos la implementación desde la base, con la creación de una estructura de escuela hace ya tres temporadas, y con demostraciones y apoyos en las piscinas de Oviedo que quieran desarrollar la actividad. Después de participar durante cinco años en una liga Noroeste que sirvió para que equipos sin liga territorial pudieramos jugar partidos en la 16-17 se nos invitó a tomar parte en la Liga de Castilla y Leon y crear una «micro liga» de cuatro equipos«, explica el responsable de waterpolo del club, el cual desvela que este hecho fue crucial para el futuro del club, puesto que «supuso un apoyo enorme para todos los equipos de categoría».

El CN Ciudad de Oviedo, que el curso pasado estuvo muy cerca de jugar la fase de ascenso a Segunda, es el único equipo de Asturias tras la desaparición del Avilés / E.T.

En el CNCO volvieron a dar una vuelta de tuerca este curso con la intención de mirar al futuro apostando fuerte por el waterpolo. Por ese motivo, también incluyen en la liga de CyL la categoría cadete mixta. Actualmente cuentan con 22 jugadores en categorías cadete e infantil y otros 24 entre jugadores juveniles y absolutos. «No es fácil, ya que cada desplazamiento son muchos kilómetros a recorrer, pero seguimos con las mismas ganas de hacer del waterpolo, un deporte de referencia en el norte de España», concluye.

ENTRE CASTILLA Y VALENCIA

En Castilla – La Mancha se está apostando decididamente por desarrollar la actividad del balón amarillo aunque los resultados no acaban de ser decisivos. La vigente temporada dio comienzo con dos ligas masculinas: una de categoría infantil, en la que participarán Waterpolo Valdepeñas, Waterpolo Poseidón y Waterpolo Albacete, y una de categoría absoluta, formada por los equipos Waterpolo Valdepeñas, Waterpolo Poseidón, Waterpolo Albacete A y Waterpolo Albacete B. No obstante, a día de hoy el equipo puntero en la Comunidad es el Albacete que además con la intención de ir un paso más allá compite paralelamente en la Liga valenciana bajo la idea de mejorar el nivel de sus jugadores de cara a las respectivas participaciones en Campeonatos de España.

La entidad ha vivido una enorme transformación en los últimos siete años de historia, pasando de los 15 jugadores con los que contó en su fundación a los 103 waterpolistas que tiene esta temporada. Todo ello desde las escuelas -con niños y niñas de 6 años- hasta el equipo absoluto, contando por tanto con todas las categorías. El único ‘pero’ que se le puede poner a este proyecto, es que perdió el equipo femenino «debido a que las chicas se han marchado fuera por estudios y trabajo«. «La falta de tradición nos impide continuar con esta categoría que dio sus primeros pasos en 2010«, relata Jesús López, responsable técnico del club.

El Albacete, es el equipo más importante de Castilla -La Mancha, donde a pesar de los pocos equipos que hay, tiene vistas de poder crecer gracias a su participación en las competiciones de la Comunidad Valenciana / E.A.

A pesar de que las ganas e ilusión por profesionalizar la actividad del waterpolo ha superado todas las expectativas, si es cierto que el nivel del waterpolo manchego es «muy bajo, por no decir nulo«. «En toda la región sólo contamos con tres clubes, que competimos en la liga absoluta (nosotros con dos equipos) y la infantil. Así es imposible evolucionar como equipo, por lo que los clubes nos tenemos que buscar la vida fuera de nuestra comunidad«, reconoce López quien junto a sus chavales recorre cerca de 190 kilómetros para competir en la Liga valenciana.

Sólo en casa

Una participación que para ellos «supone todo«. «Sin esta liga no podríamos competir, y estaríamos condenados a desaparecer, pero no todo son aspectos positivos lo que nos aporta el poder jugar esta liga, ya que nos gustaría poder competirla en igualdad de condiciones«. Y es que al ser un equipo de otra Comunidad, el resto de clubes valencianos son los que deciden si viajan hasta Albacete para jugar los partidos, o no.

A pesar de pagar una cuota de inscripción superior por ser un club foráneo, nos vemos obligados a pagar las tasas de los árbitros como local incluso en los partidos que jugamos fuera de nuestra piscina, algo que elevan los costes, lamentan desde el Waterpolo Albacete

«De los siete equipos que nos acompañan en la liga valenciana, sólo dos vienen a jugar a a nuestra ciudad -CW Turia y CWPetrer-, por lo que con el resto de equipos nos vemos obligados a disputar dos partidos -la ida y la vuelta- el mismo día que viajamos a jugar, ya que no podríamos permitirnos el doble de desplazamientos. Esto supone un tremendo desgaste para nuestros jugadores», lamenta López quien también destaca el enorme desembolso económico que supone disputar esta competición.

«A pesar de pagar una cuota de inscripción superior por ser un club foráneo, nos vemos obligados a pagar las tasas de los árbitros como local incluso en los partidos que jugamos fuera de nuestra piscina, por lo que el elevado coste hace que, a pesar de que nuestro club cuenta con equipos de todas las categorías, sólo nos alcanza el presupuesto para poder competir con 2 equipos absolutos, (formando el equipo filial por jugadores cadetes e infantiles)», relata. Bien es cierto que el Albacete no es el único club que se ha visto obligado a tener que pasar por Valencia como medida prematura de crecimiento. Un hecho que debería de contar con apoyo normativo de la RFEN.

EL AUGE MURCIANO

Una de las regiones que siguió este camino hasta alcanzar una relativa relevancia a nivel nacional fue la Región de Murcia que poco a poco ha ido ganando fuerza consiguiendo una estructura organizado con presencia en Campeonatos nacionales, llegando a organizar algunas citas, inclusive. No obstante el camino hasta aquí no ha sido nada fácil. Más bien todo lo contrario. Todo comenzó de cero. Una serie de agrupaciones de nadadores se deciden unir y hacer pequeños equipos de los cuales salen uno en la capital de Murcia, otro en San Javier y luego con el tiempo vienen dos hermanos de Rumanía -habiéndose sido ambos internacionales por su país- y forman un equipo en Cartagena. Esos inicios fueron muy flojos, participando en la Liga valenciana y Castilla – La Mancha poco antes de 2010.

De menos a más
Fuentes cercana a los clubes nos aseguran que la Región puede contar con poco más de 200 licencias, de las cuales casi la mitad giran entorno al Waterpolo Murcia, que conglomera al núcleo duro de deportistas, puesto que en muchos casos cuenta con más de un equipo por categorías

No obstante, uno de los puntos de inflexión pasó por la llegada a la ciudad de Murcia la figura de Jesús Pastrana y coge las riendas de un equipo de waterpolo que estaba al filo de lo meramente amateur. Venía a ser un grupo de amigos que de manera poco profesional -debido en gran parte a las circustancias- se unían periódicamente para jugar partidos sin ningún tipo de competición. Lo que hace Pastrana es crear una estructura seria de club desde la base. Los equipos ya existentes en la Región siguen el ejemplo y comienzan a apostar por desarrollar la actividad desde abajo. Su llegada dio un vuelco en el año 2013, puesto que fue entonces cuando decidieron por acabar con la dependencia que tenían hasta el momento con la Cominidad Valenciana e ir por su cuenta. Esta situación dio paso a la coyuntura actual en la que existen cuatro equipos: Waterpolo Murcia, Waterpolo Cartagena del que salió aposteriori el Carthago Miralmonte y Waterpolo San Javier.

De las licencias totales existentes en la Región de Murcia, un gran número de ellas giran entorno al Waterpolo Murcia que dirige Jesús Pastrana / E.E.

¿Cómo funciona su sistema de competición? Después de que optarán por independizarse del sistema propuesto desde la Federación valenciana, los clubes por medio de la FNRM han ganado mucho peso. En el mes de septiembre cada uno de los clubes comunican que cantidades de equipos presentarán en cada una de las categorías y a partir de ahí se ordena la competición por medio de su calendario anual. En aquellas categorías en la que tan sólo hay dos equipos -como es el caso de la benjamín- no se forma una Liga sino lo que se hacen son jornadas con múltiples partidos. El resto de las categorías si que tienen Ligas desde infantil mixta hasta la absoluta. Fuentes cercana a los clubes nos aseguran que la Región puede contar con poco más de 200 licencias, de las cuales casi la mitad giran entorno al Waterpolo Murcia, que conglomera al núcleo duro de deportistas, puesto que en muchos casos cuenta con más de un equipo por categorías. Aún así no son licencias reales como tal, puesto que en muchos casos las licencias se doblegan en otras disciplinas como la natación o el triathlón.

En cuanto a las participación de equipos murcianos en las citas nacionales si es cierto que desde la Federación se ha tomado muy en serio la presencia de la selección infantil en el Campeonato de España por Autonomías. Los chicos llevan ya cinco años participando de manera consecutiva, mientras que las chicas vivieron el curso pasado su primera participación. A nivel del clubes el Waterpolo Murcia al ser el habitual ganador de las Ligas es el que representa a la Comunidad en los Campeonatos, incluyendo las fases de ascenso a categoría nacional.

El actual Carthago Miralmonte, que salió de un sector del ya existente Waterpolo Cartagena está siendo uno de los protagonistas con un enorme crecimiento / C.A.

Una de las notas características que hablan muy bien de la gran apuestas de los clubes por desarrollar y promocionar una disciplina deportiva que hasta ahora se considera testimonial es que los cuatro clubes organizan cada año un torneo de waterpolo playa de manera independiente. Además, está siendo muy importante la implicación y las buenas maneras llevadas a cabo en todo este proceso de formación por parte de la Federación autonómica que en muchas ocasiones son los encargados de organizar jornadas de tecnificación en la que el waterpolo base cobra mucha fuerza.

EL ‘OASIS’ CÁNTABRO

Muchos son los clubes que con sus más y sus menos empiezan de cero un proyecto con la intención de abrirse un hueco sea como sea. Pero quizás uno de los que más relevancia ha tomado en los últimos tiempos es el de Cantabria que cuenta con tan sólo un club: el Santoña. Sus equipos llevan ya varios años jugando la Liga Euskal Herria acumulando grandes participaciones. Todo ello en un oasis dentro del desierto cántabro, superando todas las piedras que le ponen en el camino incluyendo problemas con la instalación y su gestión. Bien es cierto que esta entidad se ha abierto un hueco en la competición vasca donde juega y donde incluso destaca.

La influencia de Omar

El Club cuenta con 18 años de historia, aunque ya con anterioridad a la fecha de fundación como tal, la actividad del waterpolo tenía algún que otro atisbo de comienzo. Fue en 1998 cuando Omar Carmenati, ex internacional con Cuba, comenzó a impartir clases magistrales por Santader y la provincia, pero fue en el municipio de Santoña de la mano de Juan Rangel -por aquel entonces Director de las Instalaciones Deportivas Municipales- donde creyeron en su trabajo y en sus aptitudes poniendo entonces todos los medios materiales y humanos a su alcance, comenzando por tanto la andadura de la entidad.

En 1998 Omar Carmenati comenzó a impartir clases magistrales por Santader y la provincia, pero fue en el municipio de Santoña donde se asentó hasta hoy día / E.R.

En un principio se comenzó con los alumnos de la Escuela Municipal de Natación y ya en la temporada siguiente empezaron a participar en la categoría infantil de la Liga vasca, ante la inexistencia de competición en Cantabria. De forma paralela, el primer equipo masculino ya era un grupo nutrido por exnadadores -incluyendo el carismático portero Gelo Cuetos- que con pocas ganas de abandonar la actividad acuática se pusieron el reto de ascender a la Primera División de Euskal Herra, consiguiéndola en el año 2000. Desde entonces en Santoña con sus más y sus menos se ha mantenido entre los mejores de la competición vecina, destacando también su primer equipo femenino.

VAN: VIZCAYA, ARAGÓN Y NAVARRA

Allá por los años setenta -las primeras actas son ha fecha de 1976- se llegó a un acuerdo pionero entre las Federaciones de Aragón, Vizcaya y Navarra para la celebración de competiciones de waterpolo de todas las categorías, propiciada por el entonces Director Técnico de la RFEN, Cornel Marculescu y por el buen hacer de personas como el querido Rafael Feliz y otras muchas más. Se creó una Comisión Técnica de Waterpolo de la zona Norte, con un presidente que normalmente era el presidente de alguna de las federaciones, un secretario general, cargo que ejerció maravillosamente Rafael Feliz y unos miembros que eran los representantes de los clubes participantes. Durante algunos años, al no haber muchos equipos, se celebraron competiciones por selecciones y también se accedió a la participación en Campeonatos de España como Selección Zona Norte.

El gran ‘Rafael Feliz’

Las Federaciones acordaban la aportación de una cantidad (en la temporada 86/87 fueron 10.000 pesetas por federación) para los gastos de mantenimiento de la secretaría. Se nombraron Comités de Competición, de Arbitraje y de Apelación. «Se celebraban Campeonatos de invierno y de verano que daban acceso a los diferentes campeonatos nacionales. Supuso un impulso muy fuerte al desarrollo del waterpolo en estas regiones, así el C. D. Larraina creció con el espejo del C.N. Helios consiguiendo, en los años 80, acceder varias fases finales de Campeonatos de España Infantil y Juvenil y culminar en 1987 con el ascenso a División de Honor», recuerda Fermín Manso, uno de los grandes conocedores de esta iniciativa y mítico del waterpolo navarro tanto en su anterior etapa en el CD Larraina como ahora en el CDW Navarra.

La iniciativa VAN Supuso un impulso muy fuerte al desarrollo del waterpolo en estas regiones, así el C. D. Larraina creció con el espejo del C.N. Helios / C.D.L.

Después de haberse puesto en práctica este proyecto una suma de causas -principalmente la económica- pero también el aumento de clubes hacía cada vez menos necesaria la unión. Uno de los que formaron parte de la denominada VAN como jugador fue David Fernández, ahora responsable de waterpolo de la Federación Aragonesa. Para Fernández la desintegración de este acuerdo vino derivado de «razones económicas y políticas». «Yo tuve la suerte de participar desde la categoría infantil a la absoluta y sinceramente las sensaciones que me dejaron son muy buenas. Era un sistema de Liga el cual daba derecho a la participación en Campeonatos de España. Fue muy enriquecedor«. Además como medida para abaratar costes en cuanto a desplazamientos se jugaban en el mismo días: uno por la mañana y otro por la tarde.

El nivel de la EH

Después de 30 años, bien es cierto que el acuerdo entre Navarra y País Vasco sigue presente pero en circunstancias muy diferentes, puesto que en este caso el número de equipos es mayor pero, el nivel de la competición lo es aún más. Para Manso la Liga Euskal Herria en líneas generales «comparando las diferentes competiciones nacionales diría que está en el tercer puesto global, después de Cataluña y Madrid , aunque en algunas categorías nos superen otras autonomías«. «En lo referente a la competición interna de las ligas EH, a pesar de que se mantenía el nivel de los primeros equipos, ha pasado de una época larga en la que no se veía progresión en nuevos equipos, pero en los últimos dos o tres años, se están efectuando avances importantes con contratación de técnicos de prestigio, el aumento de espacio y horarios de entrenamiento, el trabajo e implicación con chavales muy jóvenes. En este sentido, la labor que están haciendo la federación y los clubes vascos es muy importante», explica el histórico entrenador, quien por otro lado lamenta enormemente que en cuanto a instalaciones, «llame la atención que en Vizcaya no haya una piscina de 50 metros cubierta en la que se pueda jugar al waterpolo«.

LA PREOCUPACIÓN VASCA

Poniendo el acento en exclusiva al País Vasco podemos observar en primer lugar que las cifras de licencias llegan a las 1.100, y eso sin contar con las licencias alevines y benjamines, puesto que en Euskadi no son categorías federadas, sólo escolares. Para el responsable de waterpolo de la Federación vasca, Rubén de Castro están en un «muy buen momento de cantidad de actividad y de número de deportistas«. No obstante, el dirigente reconoce que a nivel nacional absoluto se encuentran en «un momento delicado«, puesto que a día de hoy sólo cuentan con un equipo en Segunda División -Askartza- y otro en Primera Femenina -Leioa-. «Corremos el peligro de quedarnos sin referentes«, avisa.

Reclaman un Centro de Tecnificación

Sin embargo, De Castro quiere resaltar que los clubes «están trabajando bien la base«. aunque insiste en que «llegan a dónde llegan debido a las condiciones en las que tienen que trabajar«. «Pero para subir el nivel a la categoría nos falta un centro donde poder trabajar en condiciones necesarias. Me refiero a un centro de tecnificación como los hay en Comunidades de referencia como Cataluña o Madrid«, explica De Castro el cual  reconoce que en muchos casos el grado de importancia de tener representantes en categoría nacional es básico para el desarrollo y promoción de la actividad. «Son un referente totalmente necesario para que nuestr@s jóvenes tengan aspiraciones y puedan ver el nivel al que queremos llegar. Pienso que en el deporte es necesario verlo y respirarlo para poder aprender y aunque cada vez hay más facilidades para hacerlo por los medios, todavía no hay esa costumbre. Por eso no podemos perder nuestros referentes«.

El Leioa, con Jon López a la cabeza, no sólo se ha logrado consolidar en Primera División, sino que son todo un ejemplo de trabajo por la base del waterpolo femenino / J.L.

 

El ratio de habitantes por waterpolista en Euskadi en la temporada 20015/2016 (con 1042 fichas de entonces) era de 2100,8 habitantes/licencia. «Estábamos mejor que Madrid con 5126,15 habitantes/licencia, o incluso cerca de Cataluña con 1972,7 habitantes/licencia. Pero los datos reflejan que la cantidad, sola, no da la calidad«, desvela el representante del órgano federativo. Un dato más. De los equipos 100 equipos participantes entre todas las categorías de la Euskal Herria, 77 son vascos.

LA REAPARICIÓN DE LARRAINA

Particularmente en lo que se refiere a Navarra, hoy en día la región cuenta con 238 licencias de las cuales según los datos oficiales aportados por la Federación autonómica 86 son de CD Larraina, 82 de Waterpolo Navarra y 70 de WP 98 02. «La cara visible del waterpolo navarro la dan dos clubes: Waterpolo 98 02 con un equipo femenino en Primera División y el Navarra con dos equipos en categoría nacional masculina lo que para una ciudad como Pamplona, con menos de 200.000 habitantes, es un éxito«.

EL Waterpolo 98 02, con una larga tradición a nivel nacional,, alquila la piscina de la UPNA (Universidad Publica) donde entrena y compite / W.A.

En cuanto a infraestructuras ambos clubes no tienen instalación propia y para sus entrenamientos y competiciones deben de alquilarlas a clubes privados o públicos. Así, el 98 02 alquila la piscina de la UPNA (Universidad Publica) donde entrena y compite, la piscina de Guelbenzu (Gobierno de Navarra) y la piscina de Aranzadi (Ayuntamiento de Pamplona) y el Waterpolo Navarra, la piscina de Amaya (privada) donde entrenan y compite el equipo de División de Honor, el C. D. Larraina (privada), donde entrenan y compiten los equipos de las ligas EH, la piscina de la UPNA donde compite el equipo de Segunda y Aranzadi para entrenamientos.

El CDW Navarra ha logrado hacer historia en una ciudad como Pamplona, donde a pesar de contar con unos 200.000 habitantes cuenta con dos equipos en categoría nacional / M.S.

«A nivel organizativo dependen del trabajo y dedicación de muy pocas personas que lo hacen porque les gusta. A nivel de promoción ambos dependen del trabajo del C. D. Larraina y de las escasas escuelas. Esta falta de promoción que, en años anteriores a la crisis, la realizaba la Federación Navarra pasará factura en breve a los dos equipos. La reaparición de Larraina ha supuesto un balón de oxígeno que puede no ser suficiente«, explica Manso.

LA PRODUCTIVIDAD MAÑA

Aragón cuenta para esta temporada con un total de 293 licencias, siendo como dato más relevante el que la categoría infantil es la que cuenta con un mayor número de licencias: un suma de 66. Para el vocal de waterpolo en la Federación, «el número es bajo y los resultados son más que aceptable, teniendo lo que yo llamo el waterpolo productivo«. Es por esto que llegados a este punto el grado de relevancia con el que cuentan los equipos participantes en categoría nacional es cada vez mayor. «La EWZ clasificada para la Copa de La Reina es un ejemplo claro del trabajo duro y constante , son ya una docena de años en categoría nacional. A su vez Helios realiza un muy buen trabajo y debe tener como objetivo alcanzar su máximo nivel deportivo«, explica David Fernández, quien considera que «en categorías es de nuevo el CN Helios quien en categoría masculina consiguió la pasada temporada clasificar en los campeonatos de España a sus tres equipos entre los diez primeros«.

Desde la Federación Aragonesa de Natación valoran como clave la presencia de los equipos de CN Helios (en la foto) y EWZ compitiendo en categoría nacional / C.A.

«Al margen de los resultados, la competición regional no ofrece un gran número de partidos, a pesar de que La Rioja participa en nuestras ligas, donde adquirir las habilidades necesarias en la competición. Se está viendo un crecimiento claro del waterpolo femenino que a medio plazo dará sus frutos. De cualquier forma la falta de instalaciones, es decir de espacio, limita claramente el desarrollo de nuestro deporte en Aragón«, lamenta.

¿QUÉ ES DE GALICIA?

Galicia es todo un clásico del waterpolo, sin embargo, bien es cierto que el gran anhelo ha sido siempre la presencia de un equipo en categoría nacional. Es por ello que para un gran sector del waterpolo gallego «la evolución en los últimos años se podría definir como positiva, aunque no todo lo que nos gustaría», tal y como nos reconoce Javi de Sáa, uno de sus grades impulsores como responsable técnico del Waterpolo Pontevedra. En estos últimos años se han incrementado los equipos de base con la incorporación hace tres temporadas del CW Pabellón Ourense en infantiles -y este año en cadete- y también con las Ligas infantil o cadete por medio de un mayor número de equipos, habiendo este año hasta nueve plantillas en categoría cadete tras algunos clubes haber presentado hasta dos equipos debido al aumento de jugadores.

Un paso atrás

Por otro lado, si es cierto que el waterpolo femenino ya tiene algunas competiciones de categorías inferiores de manera exclusiva con la correspondiente creación de campeonatos gallegos infantil femenino y cadete femenino desde hace unos tres años, aunque en palabras del propio Javi de Sáa «parece que este año dimos un paso atrás, al no tener continuidad la liga cadete femenina que se disputó las dos últimas temporada«. Si vemos el lado positivo, por primera vez en muchos años, esta temporada juegan hasta cuatro equipos en la Liga absoluta femenina con la incorporación del RCN Vigo. No obstante también es cierto que muchos son los que echan en falta la formación de nuevos clubes, ya que desde hace diez años se creara la Asosiación Coruñesa, no se ha vuelto a crear ningún equipo de waterpolo en Galicia.

El CW Pontevedra que capitanea en los banquillos Javi de Sàa es el club referencia de Galicia, al menos en cuanto al número de licencias se refiere / W.P.

Haciendo un balance podemos hablar de que a día de hoy hay siete clubes gallegos que practican waterpolo. El CW Pontevedra es el único que participa en todas las categorías, que son siete ligas gallegas: benjamín (2 equipos), alevín (5 equipos), infantil (7 equipos), cadete (9 equipos) -todas mixtas- y absolutas femenina (4 equipos), masculina Segunda División (4 equipos) y masculina Primera división (5 equipos). Hubieron otros clubes como Padrón-Umia, Redondela, Monforte y As Pontes que fueron desapareciendo. Y es que según informa la FEGAN a fecha del mes de noviembre Galicia cuenta con un total de 473 licencias de las cuales 86 son femeninas y 387 masculinas. En cuanto a clubes, el reparto es: CWP Ourense 28, Club Marina Ferrol 41, CN Coruña 54, Asociación Coruñesa de Waterpolo 57, CW Santiago 76, RCN Vigo 106 y CW Pontevedra 111.

El salto nacional

Sin embargo, las cosas varían algo en cuanto a categorías absolutas se refiere, puesto que en palabras del propio técnico del Pontevedra «parece que hay un estancamiento, con idas y venidas de jugadores que se aburren de jugar siempre contra los mismos equipos. Aunque la temporada pasada el CW Santiago estuvo cerca de lograr el ascenso, el nivel de los tres equipos que suelen disputar el título gallego, bajo mi punto de vista, bajó en los últimos años».

Aunque en categorías inferiores se ha logrado avanzar -más equipos en ligas de edades; buena clasificación de las selecciones gallegas en el Campeonato de España por autonomías, con un cuarto puesto de la masculina la temporada pasada; participación de equipos gallegos en todos los campeonatos de España de categorías y torneos nacionales-, en categoría absoluta las cosas son diferentes. «Uno de los problemas es la falta de competitividad entre los equipos, ya que en los últimos 10 años, sólo 3 clubes se pelearon por el título de la liga absoluta. Cuando juegas hasta 8 veces en una temporada contra el mismo equipo, como nos pasó a nosotros varios años, lleva a una pérdida de motivación para algunos deportistas. Si a esto le sumamos que en algunas ciudades la mayoría de jugadores se van a estudiar fuera al cumplir los 18 años, el trabajo que llevas en categorías inferiores pierde continuidad en la categoría absoluta y no hay el avance esperado. Normalmente en la fase de ascenso hay que competir contra equipos de comunidades en las que hay más y mejor competición, los equipos gallegos parten con inferioridad de condiciones. Cuando no coincidimos con equipos madrileños, catalanes o de liga euskalerría, como ocurrió el año pasado, sí se puede competir, como demostraron Coruña y Santiago«, sentencia a la vez que habla sobre el futuro: «si se da una combinación de circunstancias sí puede ocurrir».

«El año pasado el CW Santiago estuvo a un partido de lograrlo. Fue posiblemente el año más factible por los rivales que tenían los equipos gallegos. Tanto Coruña como Santiago jugaron la fase de ascenso con bajas importantes. De haber participado con toda la plantilla hubiera subido alguno de los dos y sería un impulso para el waterpolo gallego. Seguiremos intentándolo tanto con chicos como con las chicas», concluye.

BALEARES: SENSACIÓN AGRIDULCE

En cuanto a la situación del waterpolo en Baleares hay que decir que está creciendo muchísimo actualmente. A día de hoy hay ocho equipos: uno en Menorca, dos en Ibiza y cinco en Mallorca. Y este crecimiento viene mostrándose desde los últimos 10 años gracias al trabajo que vienen realizando «tanto los clubes como la Federación«, explica el que fuera durante un tiempo vocal de waterpolo en el ente y gran conocedor de la realidad balear, Juan Isern quien desvela que una de las claves pasa porque han llegado a las direcciones técnicas de los clubes profesionales bien formados desde la península. «Esto ha hecho que el nivel suba ligeramente y también la participación«, puntualiza a la vez que lamenta que el nivel competitivo «al estar en una Isla dificulta mucho que los clubes puedan mantener encuentros de manera habitual con otras comunidades y eso repercuta en el posible aumento de nivel de las plantillas«.

La insularidad pone palos

Al fin y al cabo -y tal y como ocurre en Canarias- la insularidad es uno de los principales inconvenientes con los que se encuentran los actores a la hora de promocionar el desarrollo del waterpolo en el archipiélago. «Hace unos años que había un equipo femenino en categoría nacional, sin embargo, por cuestiones económicas se vio obligado renunciar«, recuerda Insern, quien explica que esta circunstancia provocó que lo que se refiere a féminas se haya producido una «gran caída«, aunque adelanta que se «está intentado recuperar, pero se está haciendo complicado«.

A nivel del títulos, el curso pasado el Waterpolo Mallorca consiguió el Campeonato tanto en la Liga absoluta masculina como en la femenina, así como con varias participaciones nacionales / W.A.

Lo cierto es que existe a día de hoy una mezcla de sensaciones. Por un lado cada año participa en categoría absoluta un representante en las fases de ascenso a división nacional y alguno que otro en categorías inferiores, pero el nivel de Baleares comparado con equipos de otras comunidades «es muy bajo». «A título personal considero que hace falta trabajar de manera muy potente a los que vienen de atrás con un plan bien preparado por parte de la Federación y bajo un buen proyecto que a día de hoy no existe», explica con rotundidad el que fuera responsable de waterpolo en la región a la par que lamenta que el nivel arbitral no sea el mejor dado la falta de árbitros, aunque también considera que existen «algunas excepciones«.

Menorca, en problemas

Tal y como se ha puntualizado a lo largo de este análisis es cierto que la falta de instalaciones donde desarrollar la actividad suele ser uno de los principales inconvenientes a la hora de expandir el waterpolo. En Baleares cuentan con cerca de 400 licencias, de las cuales dos clubes de Palma de Mallorca aglutinan un gran sector. Unas 150 aproximadamente. Sin embargo, en la práctica es cierto que hay hasta tres realidades diferentes tal y como explica el presidente de la Federación, Vicente Cáceres quien pone el acento en las innumerables dificultades que se están encontrando en Menorca, donde «hay dos piscinas municipales, de las cuales en una es imposible su utilización por temas prácticos, mientras que en la otra se está luchando día a día, pero si es verdad que todo gira en torno a que las bases tengan un mayor peso«.

En Ibiza se está apostando decididamente por el waterpolo base desde el CW Sant Josep con el apoyo clave de la Federación balear / R.E.

En este sentido, el máximo dirigente del órgano federativo reconoce que en Mallorca el futuro pinta muy bien, aunque avisa que las instalaciones están en su límite. Es por ello que no espera que pueda crecer al menos el número de deportistas, por lo que trabajan por «mantener las bases«. Todo ello sabiendo que el «futuro que le depara es prometedor«. Al igual que en Ibiza, donde el Sant Josep con Diego Barturen a la cabeza está haciendo un «trabajo ejemplar. «La Isla de Ibiza es donde mejor tienen el tema de las piscinas y si es cierto que están haciendo las cosas muy bien«. Es por ello que desde la Federación han puesto en marcha la creación de un Copa alevín, con la intención de que los deportistas de esta categoría del Sant Josep puedan ir hasta Mallorca para jugar partidos con otros equipos.

MEDIDAS A IMPLANTAR

Hay cosas por hacer, medidas que implantar y aún comunidades en la que expandir el waterpolo como Extremadura. Pero si es cierto que la cosa se va encaminando y que el esfuerzo diario de clubes, entrenadores, jugadores, padres y aficionados llevaran nuestro deporte a donde se merece. No obstante, la realidad nos dice que en muchas ocasiones la falta de presencia en categoría nacional puede ser el gran talón de aquiles de muchas entidades como las anteriormente expuestas. Regiones como Galicia, Murcia y Baleares que a pesar de sus destacados éxitos dentro de su radio deportivo no acaban de dar el salto a las Ligas Nacionales. Un hecho que lastra los esfuerzos en muchos casos a la hora de involucrar -sobretodo desde el punto de vista económico- a las instituciones locales.

El incentivo institucional

Por el momento, desde la RFEN quieren dar pasos para ello apoyando dentro de sus posibilidades cualquier proyecto deportivo con estas características: «la lógica indica que el acceso a la categoría nacional parte de la existencia de una competición regional-autonómica importante. Constatamos que esto no es sencillo pero es una competencia que no recae directamente en la RFEN aunque ello no quiere decir que vivamos ajenos a la problemática. Entre tanto esto no se produce hay que buscar complicidades internas y externas. Las internas es aglutinar los activos en clubes de referencia en el que, sumando fuerzas, se consigan clubes que enlacen con el nivel nacional y así, además, buscar la implicación de las Administraciones locales-autonómicas identificándose con la entidad que les representa a nivel estatal y, consecuentemente, ayudar a la financiación de los gastos ineludibles que participar en esa categoría lleva consigo«, afirma Carpena, quien con ésta afirmación demuestra que es bien consciente de que este es un tema pendiente. Se debe reconocer, evaluar y poner manos a la obra.

Para muchos, está en el debe y es necesario poner manos a la obra. El trabajo de la RFEN está de momento dedicado intensamente a la imagen, desarrollo y profesionalización de sus máximas categorías, sacando el máximo rendimiento a las mismas -sobretodo desde el punto de vista económico- pero tiene este tema aún en el cajón de deberes.

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