Juan Carlos Marrero y sus más de 1.200 encuentros arbitrados

El colegiado canario tuvo su primer contacto con el waterpolo desde bien pequeño, ya que no sólo se relacionó con el balón amarillo como árbitro, sino también como jugador, siempre en el CN Martiánez

Desde el año 1975, Juan Carlos Marrero comenzó a destacar ya como nadador en el CN Martiánez de Puerto de la Cruz, para cinco años después embarcarse en el mundo del waterpolo con su primer contacto con el balón amarillo por medio de su entrenador, Pedro Lucas. Y lo hizo en el mismo club que años después se convertiría en referencia del waterpolo en las Islas y en un fijo a nivel Nacional. Sin embargo, por aquel entonces este deporte era «muy distinto al de ahora, más rígido, con un reglamento que ha cambiado totalmente, arbitraje con banderas, aunque en algo era mejor, el número de equipos, ya que llegó a haber hasta doce equipos en categorías y liga absoluta, con los equipos como el Martiánez, Salesianos, Atlántico, Náutico, Teide, Tenerife, Santa Cruz, Canarias, Metropole, Ciudad Alta, Alcorde, Las Palmas», explica ahora a WATERPOLISTA.com Marrero quien fue en mayo de 1984 durante un partido de entrenamiento cuando dirigió su primer partido como colegiado. «Esa experiencia me gustó mucho y disfruté, y a pesar de tener solo quince años pensé en seguir haciéndolo, aunque no se me pasó nunca por la cabeza que aquello que empezó por un casual perdurase más de 36 años», puntualiza.

Casualidades de la vida que salieron bien, ha logrado que desde ese momento, Juan Carlos se mantuviera al lado del waterpolo, que para el caso del arbitraje ha cambiado bastante. «Éramos pocos árbitros y el arbitraje era un tema muy candente por la rivalidad existente y porque todos los árbitros teníamos vinculación con diferentes equipos, Alberto Chávez, Tomás García, Ingolf Bossert, Ricardo Zafra, Rofso, Coello, Valentín Rodríguez y Castiñeira en Gran Canaria. Y eso no ha cambiado hasta ahora, casi el 95% de árbitros y auxiliares de waterpolo que han llegado o están en la actualidad lo han hecho por su vinculación anterior a algún equipo de las islas«, asegura Marrero, el cual explica con claridad lo que supone para él el arbitraje: «vivido lo vivido, una gran parte de mi vida, ya que cumplidos los 51, 36 años los he dedicado al arbitraje y he podido dirigir más de 1.200 partidos de todas las categorías, pudiendo decir que como árbitro lo he conseguido todo, desde arbitrar partidos de categoría internacional, con un España – Yugoslavia de entrenamiento en el Puerto de la Cruz en 1997; un España – Australia femenino en Santa Cruz de Tenerife en 2008, Liga Nacional A1, hoy en día División de Honor, primera y segunda masculina, división de honor y primera división femenina, y todo tipo de campeonatos de España de todas las categorías, destacando las finales del Campeonato de España Femenino, Gran Canaria 2008, del Juvenil Masculino, Bilbao 2008, del cadete masculino, Tarrasa 2009 o dos copas de la Reina, Sant Feliu 2002, donde dirigí el partido del tercer y cuarto puesto y en Barcelona, piscina del Mediterrani en 2011, donde pité una de las dos semifinales. Hoy en día no concibo mi vida sin el waterpolo y el arbitraje, y guardo un gran recuerdo de partidos, compañeros y compañeras y de ciudades que he podido conocer de toda España con el deporte«, explica.

En este sentido, Juan Carlos como gran conocedor del gremio da su punto de vista en relación al momento en el que se encuentra el arbitraje en España: «desde hace más de 40 años, España es la cuna del arbitraje europeo y uno de los más importantes del mundo, siendo raro no ver españoles en finales o semifinales de olimpiadas, mundiales o europeo y grandes figuras del arbitraje como Eugenio Asensio, Miguel Geli, Feliciano Romero, Sergi Borrel o Xavier Busch, entre otros. Y si miramos a los jóvenes que están saliendo, el relevo generacional está garantizado a un gran nivel. Tenemos un gran nivel arbitral y también organizativo en España, con un trabajo serio y constante que nos dejan como un ejemplo a seguir», argumenta al igual que considera que para analizar el arbitraje canario se debe tener en cuenta una serie de características: «históricamente el arbitraje del waterpolo ha sido una asignatura pendiente en Canarias, solo hay que ver que en los últimos 45 años solo ha habido 6 árbitros nacionales, tres en Gran Canaria y tres en Tenerife, donde actualmente solo queda Orlando de Ara como árbitro nacional y yo como Delegado Federativo RFEN y Evaluador Nacional. Las ligas son muy cortas, no hay muchos equipos y eso hace que muchos de los que llegan al arbitraje con aspiraciones terminan desistiendo por no conseguir metas no por no tener capacidad, sino por no tener más escenarios donde poder participar y actuar», sentencia.

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