Enric Bertrán: «El waterpolo está en el ADN del club catalán; hay una tradición y una historia»
Hablamos en WATERPOLISTA.com con el presidente de la Federación Catalana los últimos 14 años; junto a él hacemos balance de su mandato y analizamos la situación del waterpolo catalán
Durante los últimos 14 años, Enric Bertrán ha venido liderando el proyecto de la Federación Catalana de Natación, una institución que no sólo influye en el waterpolo catalán, sino en el nacional, debido a que desde siempre se ha erigido como el motor de nuestro deporte, debido, entre otras cosas, al notable peso de los clubes de Cataluña en todo el territorio español. Bajo su mandato, la FCN ha evolucionado y también ha protagonizado grandes cambios deportivos, estructurales y referidos a la competición que hablan muy bien del buen hacer del ente federativo, que ha sido clave, sin ir más lejos, en la organización de citas tan relevantes del waterpolo internacional, como el Mundial de Barcelona en 2013 o el Europeo de 2018. Sobre sus comienzos en el deporte, su balance de mandato y la situación en la que se encuentra hoy día el waterpolo catalán hablamos en WATERPOLISTA.com con Enric Bertrán.
– ¿Cómo fue tu trayectoria como deportista?
«Como todos nos iniciamos en este deporte primero con la natación (llegue a ser campeón de Catalunya de edades de 100 espalda), luego lo compaginé con el waterpolo y luego ya a partir del año 1974 dedicándome de pleno al waterpolo. Sin duda, fue una época de mi vida de la que guardo recuerdos imborrables. Con el CN Montjuic jugué en todas las categorías entrando ya de muy joven con 16 años en el primer equipo, esto en esa época era posible y no era inusual. Tuve el honor de formar parte de un equipo histórico entrenado por el maestro húngaro Imre Szikora con el que fuimos campeones de Liga en el 76, 77, 78, 79 y subcampeones de Europa en el 1978, una hazaña en ese momento. Eran tiempos de gran rivalidad con el CN Barceloneta y CNB, así como también con un CN Manresa con ya Manel Estiarte y el CN Catalunya empezaban a ser grandes rivales. En los 80 con la marcha de Estiarte al CNB hubo un período de dominio de ese club para recuperar de nuevo la hegemonía en el 84 ,85 y 86, fuimos también subcampeones de la Recopa con Pepe Alcázar de entrenador y ya con el gran Chiqui Sans en plena irrupción. Internacional en todas las categorías y como gran recuerdo tengo el Campeonato Europa Junior 1980 (en esa época no había mundial) que fue el primer oro de la historia del waterpolo español. De la misma manera que empezabas muy joven también te retirabas mas pronto, en mi caso a los 26 años, obligado por los compromisos laborables siendo en esa época salvo contadas excepciones un deporte 100% amateur».
– ¿Como era aquel waterpolo?
«Era un waterpolo mucho menos físico y táctico, ya que se nadaba mas y había mas margen para la improvisación sobre todo en ataque. De alguna manera podía parecer mas vistoso pero no nos engañemos, ya que a los jugadores actuales no les aguantaríamos ni una parte. Se entrenaba con mucha carga de natación y poco de físico fuera del agua, pases, lanzamientos, algo de táctica y mucho partido. También era una época de mucha rivalidad entre los clubes, con la mayoría de jugadores con un gran sentido de pertenencia a los mismos y con aficiones (los propios socios) que llenaban las piscinas, ya que eran épocas sin tantas alternativas de ocio como la actual y el sábado tarde ver el partido de tu equipo preferido era una buena opción. Sin ir más lejos, en la Copa de Europa, la Sant Jordi se llenaba hasta los topes con más de 1500 personas. Era increíble».
– ¿En qué crees que ha cambiado?
«Un poco ya lo he resumido anteriormente, ya que ara mi el rigor táctico y la preparación física de los jugadores actuales es la gran diferencia, obviamente también en general la mayor complexión corporal, la velocidad en la circulación de la pelota y la potencia en el disparo. Es sin duda un waterpolo mucho mas físico pero que también exige una mayor técnica en todos los aspectos. Inciden muchas variables en el juego que exigen una gran concentración, preparación mental y por lo tanto también un trabajo previo donde la labor del entrenador y resto staff es básica. Quizá los nostálgicos puedan ser críticos pero el de ahora es un waterpolo que jugado a gran nivel estambién muy vistoso y espectacular»
– ¿Qué te llevó en su momento a sumarte a la Federación?
«Nunca me he alejado de la pasión por nuestro deporte. Ya como jugador era representante de los deportistas en la Asamblea de la RFEN, cuando me retire pase al comité de waterpolo del club, luego con Pere Robert en 1996 en el Área de Waterpolo de la RFEN, luego Presidente del Comité Apelación de la Catalana, vicepresidente de la misma en el 1997 y luego Presidente desde el 2008 hasta la actualidad .Por lo tanto nunca me he planteado alejarme de la pasión por nuestros deportes, siempre me ha gustado poder seguir colaborando y devolver desde la posición que fuera todo lo que el waterpolo me dio en su momento. Esto se lleva en la sangre y es muy difícil de abandonar».
– ¿Qué supuso el pasar a ser presidente de la Federación?
«Sin duda el paso mas importante en toda mi trayectoria directiva fue el presidir una Federación con tanta historia y tradición, con clubes de una dimensión social y deportiva sin comparación en el deporte catalán y español. Sin duda una gran responsabilidad pero también un gran privilegio. Di el paso en el momento oportuno y creo conociendo muy bien la Federación después de 11 años de Vicepresidente con el Presidente Luis Bestit, consciente de todo lo bueno que se había hecho pero también conocedor de nuestras debilidades y de los puntos en que debíamos mejorar. Han sido 14 años apasionantes, con sacrificios personales, familiares y profesionales pero que sin duda ha valido la pena».
– ¿Qué balance haces a nivel global de tu etapa al frente de la FCN?
«Era básico potenciar la imagen de la Federación, acercarla a todos nuestros estamentos, que hubiera un orgullo de pertinencia a la misma, unidad de todos, vertebración territorial, darle una nueva dimensión que la hiciera referencia como Federación. Y para ello había que modernizar sus estructuras, dotarla de solvencia económica, reforma estatutaria, la supresión de los derechos de retención, la limitación de los mandatos, potenciar la organización de grandes eventos internacionales (Mundial 2013, Europeo Waterpolo 2018, entre otros eventos organizados) y como colofón la celebración de un Centenario que ha sido increíble. Una época de éxitos sin parangón en nuestras disciplinas, con uno/as deportistas que ya son historia de nuestro deporte. Qué privilegio ha sido compartir con ellos sus grandes éxitos».
– ¿Cuáles crees que han sido los puntos fuertes de tu mandato?
«En cualquier caso, el tiempo habrá de efectuar balance y me gustaría que no fuera yo quien deba hacerlo, ya que la historia nos situará donde corresponda pero en cualquier caso nos vamos con la conciencia tranquila en el sentido de que hemos dedicado todos nuestros esfuerzos en conseguir lo mejor para nuestros deportes y clubes».
– ¿En qué momento crees que se encuentra el waterpolo catalán?
«La salud actual del waterpolo catalán considero que es muy buena, con un trabajo de base extraordinaria de los clubes, un Centro de Tecnificación en el CAR (unificamos masculino y femenino en el 2009) que es referencia mundial y vivero de las selecciones estatales de categorías que no han parado de conseguir éxitos en los últimos años y ya a nivel absoluto con unos clubes con unas estructuras muy potentes, con algunos de ellos al máximo nivel europeo. Crecemos en licencias, el waterpolo femenino ya tiene prácticamente las mismas estructuras que el masculino, técnicos muy preparados y directivos apasionados por nuestro deporte. El waterpolo esta en el ADN de nuestros clubes, una tradición y una historia de éxitos que sorprende si no se conoce».
– ¿Qué grado de importancia tiene Cataluña con respecto al waterpolo nacional?
«No creo aporte nada nuevo al decir que es el motor del waterpolo estatal y estamos orgullosos de ello, ya que siempre estamos dispuestos a colaborar y aportar nuestro modelo al resto del Estado. No es fácil pero como mas fuerte seamos todos mejor para nuestro waterpolo. Admiro esos núcleos que en todo el territorio estatal mantienen sin tantos medios la afición por nuestro deporte. Que indispensables son».
– Tras estos años al frente de la FCN, ¿crees que te dejas algo en el tintero?
«Siempre hay nuevos proyectos y objetivos, pero si me hubiera gustado poder dotar a Catalunya de una gran instalación que nos permita albergar de forma fija grandes eventos internacionales. Teníamos cerrada prácticamente la ampliación de la Sant Jordi de Barcelona pero con el cambio político del 2016 este proyecto se ha paralizado. Si se hubiera efectuado hubiéramos podido afrontar ser sede final de la Champions League durante cuatro años como ahora lo será Belgrado, ya que la LEN estaba muy interesada en ello pero no pudo prosperar. La euforia del gran Europeo del 2018 nos llevó a plantear que Barcelona fuera la gran capital del waterpolo europeo para los próximos años. En un futuro se deberá seguir apostando por ello y para que se celebren grandes eventos internacionales, puesto que se ha demostrado el gran retorno que tienen para el territorio y para nuestros deportes. Permítame que siga recordando el 2018, un grandioso éxito de organización y deportivo, sin duda uno de mis momentos mas mágicos como Presidente».
– ¿Qué futuro le auguras al waterpolo catalán?
«Las bases están asentadas para garantizar el mejor de los futuros. Solo una nube puede amenazar esta situación y es la situación económica de los clubes muy afectada por las secuelas de la pandemia y el nuevo contratiempo del incremento de los consumos. Ellos son la base de nuestro modelo de éxito, su primer eslabón. Son entidades sin ánimo de lucro que dedican todos sus beneficios a la promoción de nuestros deportes, y sin la generación de estos recursos estamos perdidos. Debemos ayudarlos a superar esta crisis y allí las Federaciones pero sobre todo nuestras instituciones políticas y deportivas tienen un papel decisivo en la misión de ofrecerles las soluciones que les permitan afrontar el futuro con garantías».