Garazi Capel traslada su total compromiso a Barcelona, y en particular al AESE de Primera
Vinculada hasta ahora a las filas del Leioa WLB, esta deportista vasca ha cambiado de aires y motivada por los estudios ha recalado en Barcelona donde seguirá vinculada al waterpolo a través del AESE, que también milita en la Liga de Primera División Nacional Femenina
Fue en Leioa WLB donde Garazi Capel se introdujo de lleno en el waterpolo. Lo hizo a los ocho años, y desde entonces la relación ha sido cada vez más estrecha y especial. A lo largo de estos últimos años ha vivido una trayectoria con significativos cambios, «tanto mentales como físicos». «Hasta que no llegue a segundo de la ESO no empecé ni a ponerme las pilas ni a tomármelo en serio, sobre todo creo que lo que hizo que me pusiera las pilas fue no haber sido seleccionada en la selección de Euskadi a diferencia del resto de mis compañeras y verme a mi misma que me estaba quedando atrás, por lo que en ese momento empecé a entrenar y no solo a ir a los entrenamientos, y sin darme cuenta empecé a mejorar, sobre todo en el nado y ya el resto vino solo. Fue en febrero de 2020, en el año de Covid19, cuando tuve mi debut en Primera División, lo cual fue súper súper guay, y como jugadora fue un paso enorme hacia delante. Y más o menos te diría, que mi filosofía de juego se ha quedado en luchar hasta el final y siempre ver el lado positivo aunque a veces me cueste», explica con franqueza una deportista vasca que ahora da el salto a Barcelona. Lo hace por motivos académicos e indirectamente le ha llevado a cambiar de club y de experiencia. Aterriza de lleno en el AESE.
«Veo que el proyecto es un equipo joven, variado y grande, por lo que hay que luchar por el puesto, y además se nos plantea un equipo de chicas que no nos conocemos pero que poco a poco, yendo a torneos, ya se está solucionando y estamos aprendiendo a jugar entre nosotras, y estamos aprendiendo mucho las unas de las otras. Tengo muchas expectativas de este año, ya sea en la Liga Nacional o en la Liga catalana«, reconoce Garazi, quien en todo caso pretende demostrar sus capacidades en el club, ya que se ha venido caracterizando por ser «luchadora, persistente» y en general por una jugadora que nunca se da por vencida. «Siempre doy lo mejor de mi y considero que tengo una actitud positiva e intento ver lo mejor de la situación. Me gusta mucho el ritmo alto de partido«, comenta una jugadora que en esta línea considera que empieza para ella una etapa «nueva», en particular una temporada que comienza desde cero. «Estoy saliendo mucho de mi zona de confort, esto se debe a que mi entrenadora Judit no tiene conocimiento previo apenas de lo que yo suelo hacer y juego de posiciones y hago cosas en el agua que normalmente no haría pero que me estoy dando cuenta de que puedo hacerlas. No solo estoy aprendiendo de mis compañeras y entrenadora sino de mi misma, así que como reto me planteo conseguir algo que ahora mismo parece completamente ajeno a mi. He decidido tomármelo con calma y hacer lo que en cada momento vea adecuado, pero sin presión y sin embargo dando lo mejor de mi», concluye.