Alex Izquierdo pone la guinda a una gran evolución arbitral
El colegiado catalán es uno de los que esta temporada asciende a la máxima categoría arbitral de nuestro país y lo hace con la clara intención de asumir el reto con ilusión para poder seguir creciendo
Cada temporada y cada una de las categorías arbitrales en las que ha estado ha influido positivamente en la trayectoria de Alex Izquierdo, quien es uno de los que esta temporada ha ascendido a la máxima división del Comité Nacional de Árbitros (CNA). «Supone la guinda del pastel. La recompensa y/o reconocimiento al esfuerzo y dedicación llevado a cabo durante todos estos años. Evidentemente una motivación extra porque tengo un nuevo reto en el mundo del arbitraje», comenta a WATERPOLISTA.com este catalán que como árbitro siempre intenta hacer su trabajo lo mejor posible, «pasando lo más desapercibido que se pueda y sin miedo a equivocarse. Un árbitro que tiene muy claro que los y las protagonistas están dentro del agua«, detalla Izquierdo, quien considera que ser árbitro Nacional supone «una forma de seguir vinculado al waterpolo y una forma de ayudar a que la rueda siga girando». «En un deporte minoritario como el nuestro, todo el que pueda aportar, debe hacerlo, evidentemente siempre que tenga la posibilidad o simplemente le apetezca«, detalla.
En este sentido, el colegiado catalán se plantea el reto de adaptarse rápidamente a la categoría e intentar consolidarse, ya que no piensa mucho en un futuro. «Me gusta ir paso a paso y disfrutarlo«, puntualiza un árbitro que considera que a nivel general, entre todos los deportes, este gremio no está bien considerado. «Aunque centrándome en el waterpolo a nivel nacional te diría que sí, es muy difícil encontrarse con faltas de respeto flagrantes o depende que tipo de insultos desde la grada. Siempre hay excepciones pero no son norma. Si me centro a nivel territorial te diría que no. De un tiempo a esta parte, se ha notado un incremento de las faltas de respeto a la figura del árbitro en el waterpolo de categorías, hechos poco comunes hace 20 o 25 años. Creo que hay padres que llegan nuevos a nuestro deporte y lo “futbolizan”, y ese es un mal que todos debemos combatir. Es inadmisible que haya padres y madres en las gradas de nuestras piscinas insultando a un árbitro o incluso esperándole a la salida para increparle o intentar intimidarle», explica con franqueza Izquierdo, quien considera que para mejorar la visión de árbitro, en primer lugar, «nosotros debíamos ser más accesibles». «La clave creo que está en que todo el mundo entienda que todos formamos parte de una comunidad muy reducida y todos somos piezas necesarias para un beneficio superior al nuestro propio, que es el de nuestro deporte. También es básico erradicar de raíz toda falta de respeto y combatirlo con una estrategia conjunta entre clubes, Federaciones y Comités«, apunta.
En este sentido, el propio colegiado considera que el arbitraje nacional a nivel internacional tiene «un peso muy importante, o el más importante me atrevería a decir». «Eso es gracias al nivel de juego que tenemos en Cataluña, lo que permite a los árbitros dirigir partidos de alto nivel en las ligas territoriales. Esos partidos te ayudan a afrontar partidos de ligas nacionales. En Cataluña hay compañeros y compañeras participando en Campeonatos Europeos, Mundiales e incluso Olimpiadas, esos mismos compañeros y compañeras de forma altruista, ayudan a nuevas generaciones de árbitros y árbitras a evolucionar y mejorar desde la base, lo que les ayuda a estar más preparados cuando les llegue el momento de actuar a nivel nacional», sentencia.