No sé si Javi Aznar se molestará por desvelar una conversación que tuve con él no hace demasiado. En la misma, mezclando waterpolo y fútbol, puesto que el técnico del CN Sant Andreu es un seguidor del Atlético de Madrid. Le pregunté qué título prefería si pudiera elegir y él me dijo que la Champions. Terminó con una risotada delante de su ingeniosa salida, sin definir si se refería al fútbol o a su equipo. Los dos sabíamos que hablaba de su equipo y su sueño, un sueño que , este sábado pasado se hizo realidad.
El nombre del técnico pasará a la historia con los de M. Terré, Q. Antón, R. Schuit, A Ruiz, G. Farré, Pérez, M. Cordobés, A. Muñoz, P. Crespi, E Ruiz, M. Palacio, P. Camus i N. Trojan. La fecha del 3 de mayo de 2025 quedará grabada en letras de oro en las páginas del libro de proezas del CN Sant Andreu. Aún más cuando, profundizando, tuvo que superar a un rival, el CN Sabadell, un equipo confeccionado para ganarlo todo, en especial la Copa de Europa, con jugadoras extraordinarias, algunas de ellas buscando el galardón que más les motivaba, que no tenían en unas carreras llenas de éxito.
Hablar de un solo partido es injusto, el proceso de elaboración de un equipo campeón ha sido lento, sin prisas, confeccionando un trece, si, un trece, no un siete, puesto que en el waterpolo actual es preciso disponer de los relevos precisos para mantener el ritmo durante todo el juego, con las piezas claves, básicas, aquellas quedan el plus, aseguradas y lo han conseguido, en silencio, pero sin cejar en su empeño. Un equipo repleto de juventud, sobrado de categoría y con ilusión por ganar, bien dirigido desde el banquillo. Una de las grandes virtudes ha sido jugar con toda la ilusión por conseguir el título, pero sin la presión, otra nota destacable es que ha sido el equipo participante en la final a cuatro que ha jugado con menos jugadoras no nacionales, solo una.
La MVP, Nona Pérez, es un premio justo a una jugadora inteligente, de aquellas que son precisas para tener a punto el engranaje, que no falle nada, sus goles en el momento decisivo le han llevado a un reconocimiento merecido que seguro podría compartir con varias de sus compañeras, con un trabajo y calidad impagable.
Enhorabuena al CN Sant Andreu, ha llegado a la cima, ahora toca lo más difícil, mantenerse, animar al CN Sabadell, un número uno si título, a seguir luchando por alcanzar al Orizzonte de Catania en el número de títulos de campeonas de Europa y felicitarnos todos los amantes del waterpolo por poder disfrutar del mejor waterpolo del mundo en nuestras ligas.
Y recordar que nos queda un final de liga apasionante.