“En casa siempre me han hecho ver que el mundo es muy grande y que tengo que aprovechar todas las oportunidades que tenga para conocerlo”. Así justifica Eva Alegre su reciente marcha del Sant Feliu, actual líder de la Primera División Femenina. La joven jugadora, que el verano pasado ya tuvo una experiencia similar que, según ella, le enseñó a espabilarse por su cuenta en un idioma que no es el suyo, se va a Emden, una ciudad “pequeñita” situada a dos horas y media de Hamburgo con la intención de acabar sus estudios. Durante su Erasmus en Alemania, que ella calcula que se alargará durante unos cinco o seis meses, Alegre espera poder acabar su proyecto final de grado, algo que cree que también le permitirá ver cómo se plantea su carrera en otro país.
A pesar de que ahí no tendrá la oportunidad de jugar a waterpolo, Eva Alegre explica que estará en contacto con sus compañeras “para saber cómo les va y para animarlas en todo lo que queda de temporada”. Una campaña que ha empezado muy bien para las de Sant Feliu, que, tras diez jornadas, cuentan con una diferencia de 9 puntos sobre su máximo perseguidor, el Encinas de Boadilla.
Hasta la fecha las catalanas han sumado en todos los partidos que han disputado (nueve victorias y un empate), hecho que Alegre valora positivamente: “Veo muy bien al equipo este año. Creo que ha habido un gran cambio y una buena mejora que se ha podido ver en los resultados de la primera vuelta”. A pesar de que se encuentren en una posición privilegiada y de que confía en que lograrán el ascenso, Eva Alegre asegura que las de Sant Feliu no deben bajar la guardia porque aún no está todo decidido. En este sentido, Eva, que a pesar de su juventud es ya toda una veterana, dice que, a su vuelta, le encantaría poder jugar en División de Honor: “¡Nada me gustaría más! La verdad es que trabajamos mucho para esto y creo que lo merecemos, son muchos años persiguiendo este sueño”.
@nicolasarlanzon
FOTO: FERRÁN PAGES