Aina Pastor: la entrenadora de completa vocación que disfruta enseñando

A lo largo de los últimos años, Aina Pastor ha venido ya combinando su faceta como jugadora en activo, con la de entrenadora, una profesión que le apasiona. «Dejar de jugar es un proceso muy complicado y duro, pero el hecho de haber tenido la posibilidad de seguir trabajando de entrenadora y por lo tanto no dejar de estar vinculada y poder tener el waterpolo en mi ida a día lo ha hecho mucho más fácil. Creo que lo que realmente engancha de este deporte es este vínculo, ya sea como jugador/a, entrenador/a, madre-padre o espectador/a«, reconoce a WATERPOLISTA.com la que fuera capitana del CN Atlétic Barceloneta y parte importante de la consecución de ascensos del club marinero hasta la Liga de División de Honor Femenina, hasta que decidió colgar el gorro. «La verdad es que es difícil decir que no cambiaría nada de mi camino como jugadora, han sido muchos años y muy enriquecedores todos ellos. De los mejores momentos te llevas las buenas memorias y de los no tan buenos experiencias y lecciones. Pero en general me siento muy contenta y satisfecha de todo lo vivido y aprendido. Después de toda una vida, me siento muy feliz de todo lo que me ha dado, agradecida de lo que he aprendido en todo el trayecto y muy orgullosa de la gente y los vínculos que he creado gracias a este deporte. También creo que finalizar esta etapa como deportista solo es el inicio de otra etapa como entrenadora que ahora mismo es lo que más ilusión me hace», explica.

En este sentido, tantos años vinculada al balón amarillo le ha generado un sentimiento especial por un deporte que pasó de ser un hobby, a ser » mi día a día», más allá de «conexión con mi círculo de amistades, mi profesión como jugadora y ahora como entrenadora«. «Es difícil describir como un conjunto lo que supone para mi este deporte, ya que me ha acompañado toda mi vida de distintas maneras, en las diferentes edades y etapas hasta ahora, siendo la pasión por este deporte el nexo común en toda mi vida«. comenta una entrenadora que en esta última etapa está teniendo un estrecho vínculo con el Atlétic Barceloneta, al que dice estar agradecida «por darme la confianza y las oportunidades que estaba buscando, no solo como jugadora sino también como entrenadora». «Es un club muy profesional, pero a la vez te hace sentir como en casa. Personalmente, estoy muy contenta ya que me te ayuda, no solo dándote todas las herramientas posibles para que tus jugadoras mejoren sino tú también, siendo la formación la base de toda la pirámide, tanto de los jugadores/as como de los entrenadores/as. Las oportunidades de mejorar como profesional y de esta forma poder aplicarla a las jugadoras que llevas es una de las cosas que más me han atraído de este club y por lo tanto que más me han enganchado a seguir vinculada a él«, puntualiza.

En este sentido, sus actuales funciones técnicas residen en las categorías inferiores, teniendo en cuenta que el CNAB está apostando por «tener una base solida en la cual poder ir construyendo y moldeando a las jugadoras y jugadores con el paso del tiempo». «Es cierto que en el sector masculino el CNAB ya está bien consolidado, y el trabajo se está haciendo muy bien des de hace años. El proyecto femenino, que es el cual también me toca más, es igual de prometedor, se está poniendo mucho hincapié en formar y captar a pequeñas futuras jugadoras, buscando una base sólida con el máximo de jugadoras posibles, buscando que se enganchen a este deporte y se vinculen con el club. Fomentando, consolidar el ABC de este deporte des de pequeñas, para que posteriormente en categorías mayores puedan tener los cimientos para poder construir con ellas«, comenta Pastor, quien desde pequeña siempre pensó en lo de ser entrenadora. Incluso durante su etapa en el CN Terrassa, club en el que hizo sus primeros pinitos en entrenamientos, torneos y campus de verano. Ahora en cambio parece ir desarrollándose en esta faceta, bajo la idea de ser «una entrenadora exigente pero accesible, es decir, las jugadoras saben que pueden contar conmigo para lo que necesiten dentro y fuera del agua». «No obstante, en los entrenos aprecio mucho el esfuerzo de cada una de ellas, que se exijan y que tengan las ganas y motivación de seguir entrenando y mejorando. Que, al fin y al cabo, son los valores que intento inculcar y infundir. El vínculo entrenadora-jugadora se retroalimenta, es decir, la motivación y ganas de un sector influye en el otro, por lo tanto, creo que es importante poner energía y atención a este«, asegura a la vez que desvela que en sus funciones siempre intenta «discernir en dos aspectos, el más técnico-deportivo y el más psicológico y de valores. En el técnico-deportivo, en lo que intento enfatizar es en el conocimiento y aplicación de los movimientos técnicos básicos de este deporte». «Tener esta base de la cual he comentado anteriormente, priorizar el aprender e interiorizar los ejercicios técnicos básicos para las posteriores categorías. Los valores, los cuales para mí son una de las partes más importantes y a veces más complicadas de transmitir. Y ya no solo transmitir, sino que también las jugadoras entiendan, prediquen y apliquen en su día a día, ya sea en el waterpolo, en la escuela o en casa, se basarían en el compromiso, respeto y sacrificio/esfuerzo. Las ganas de aprender y mejorar, juntamente con una buena actitud respeto a los entrenamientos y las compañeras y entrenadoras/es, son muy importantes para mí», explica a la vez que desvela que entre sus retos a nivel personal, todo pasa por «seguir aprendiendo y formándome para poder tener más y mejores herramientas para las jugadoras, poder seguir mejorando y aprendiendo de mis compañeros y compañeras, y también de mis jugadoras». «Quiero crecer como entrenadora y tener la posibilidad de llevar categorías diferentes, verme en situaciones distintas a las vistas y experimentadas hasta ahora«, sentencia.