Alba Sánchez: un pilar para un Tenerife Echeyde que está en constante «aprendizaje»
La deportista catalana aporta su experiencia y sus habilidades a la hora de ser clave en el actual proyecto del Tenerife Echeyde que tiene grandes ambiciones en Nacional
Alba Sánchez se define como una «repescada», puesto que para ella el waterpolo ya había terminado hace unos años. «La oportunidad que me brindó el Echeyde me permite volver al agua y revivir una de mis grandes pasiones. Además de seguir creciendo como jugadora. En esta etapa también combino jugar con el rol de segunda entrenadora del equipo, es algo nuevo para mí y creo que también me ayuda a estar más centrada en los entrenamientos y en el juego», reconoce a WATERPOLISTA.com una jugadora que se formó en el CN Rubí. «Formarme en un club humilde me permitió crecer muchísimo como jugadora y ser muy polivalente en el agua«, puntualiza una deportista que una vez en el CAR pudo mejorar mucho en los aspectos técnicos de mi juego. No obstante, su etapa en el CN Terrassa le dio madurez, sobretodo a nivel mental. «Ahora, en el Echeyde, intento dar lo mejor de cada una de las etapas, ya con 30 años, y después de 5 temporadas fuera de las piscinas, me falta frescura, pero intento poner sentido común y experiencia en mi juego«, comenta a la par que entiende que su punto más fuerte es el de ser «Una jugadora hábil con el balón y que sabe leer el juego durante el partido». «Obviamente siempre se puede mejorar, esta temporada trabajo en especial las piernas, ya que no acostumbro a ayudarme de ellas en los desplazamientos y eso me daría un plus de fuerza en la boya«, apunta.
| Una trayectoria de gran valor
En este sentido, el hecho de acumular años de experiencia le ha permitido vivir instantes para el recuerdo. «Vivir muchas experiencias a nivel deportivo y personal con grupos de personas, eso te lo da jugar en equipo, ganamos y perdemos todxs. Llegar a la final de la Copa de la Reina con el CN Terrassa, volver a jugar en el CN Rubí, la que fue mi casa, después de muchos años, jugar una fase de Champions con el Fluvial en Oporto, jugar con las categorías de la selección española y ser bronce europeo, mi etapa en el CAR de Sant Cugat, volver a disfrutar del waterpolo de la mano del Echeyde. Todos los momentos suman en las diferentes etapas de mi vida, cada uno es el mejor porque en su momento lo exprimí al máximo», explica Sánchez, la cual vive como nadie el ADN propio del actual Tenerife Echeyde. Un ADN que define con la palabra «aprendizaje». «Las jugadoras que ya formaban el equipo y las que vinimos al inicio de la temporada estamos en un proceso continuo de crecimiento como grupo, cada una tiene algo que aportar y todas somos importantes«, relata Alba que asegura que el Echeyde es un club «con ganas de apostar por el waterpolo femenino y de luchar por estar en lo más alto». «La isla en si, el ayuntamiento y el cabildo nos permiten unas condiciones y contextos que promueven nuestro desarrollo como deportistas. Además se trabaja para emprender proyectos más allá de lo deportivo, dejando huella a nivel social, nunca había estado en un club con tantas inquietudes y eso me enorgullece y me hace feliz», insiste.
En esta misma línea, la jugadora catalana pone en valor el hecho de ir «paso a paso«. «Queríamos llegar a la segunda fase en el grupo de arriba y se ha conseguido, ahora toca mantener el nivel para asegurar el playoff. Queremos al Echeyde femenino en División de Honor, para ello entrenamos a diario, pero no es algo que nos obsesione, cada partido es una final y estoy segura que si en nuestro primer año en primera nacional no conseguimos el ascenso, se seguirá entrenando duro para ese ascenso a la máxima categoría. Todo este trabajo implica dedicarle tiempo y esfuerzo a las ansiadas categorías, crear una base sólida en el club es siempre prioritario para dar continuidad a cualquiera de nuestros objetivos», detalla a la vez que reconoce que el nivel de la Liga le está «sorprendiendo gratamente». «No conocía el nivel en Primera División y creo que aunque hay equipos ya muy trabajados, hay otros muchos que con jugadoras muy jóvenes están creciendo partido a partido. Se está haciendo una gran labor por y para el waterpolo femenino nacional. Hemos visto en la primera fase, y ya también en la segunda, muy buenos partidos y la mayoría con resultados ajustados que permiten una liga abierta hasta el final», concluye.