Amanda Triviño sustenta los pilares del CN Rubí

La deportista catalana es una de los pilares que sustenta el actual proyecto en la Liga PREMAAT Femenina del CN Rubí, siendo a día de hoy la máxima realizadora del equipo de Can Roses con doce tantos en siete compromisos

Amanda Triviño es clara en cuanto al espectacular arranque de temporada que está protagonizado el CN Rubí, que encadena cuatro victorias en siete partidos en la Liga PREMAAT Femenina, entre las que destacan la que consiguieron de manera sorprendente frente al Mataró en la tercera jornada o la que lograron en el pasado jueves frente al Sant Feliu, rival directo en la lucha por la Copa. Triviño, que actualmente es la máxima anotadora de su equipo con 12 goles en su haber, ha mostrado su sorpresa ante otros resultados, y ha reconocido que el objetivo al comenzar la temporada era la salvación. “Sin dudarlo, los objetivos de la temporada eran la salvación, dar la cara en la Copa de la reina y sobre todo crecer”, nos dice.

Trabajamos mucho para conseguir el primero, aunque el segundo no depende exclusivamente de nosotras ya que, hay un sorteo en el que esperamos un cruce aceptable y el tercero es la base de todo, no nos ponemos techo y queremos crecer todo lo que podamos para conseguir todo lo que esté a nuestro alcance”, añade la catalana, que lleva toda la vida en el Rubí y que juega al waterpolo desde los 8 años, ha repasado los últimos años de su carrera deportiva, desde que su equipo consiguió dar el salto a División de Honor hasta los últimos años en los que han luchado por clasificarse para la Copa de la Reina.

Hice el salto al primer equipo cuando era infantil, a los 13 años si no me equivoco. Estuvimos 4 años jugando en primera división nacional ya que éramos un equipo muy joven y muy inexperto. Subir a División de Honor fue muy satisfactorio porque fue el objetivo que perseguimos desde el principio, pero sabíamos que para eso teníamos que crecer como personas y como jugadoras”, recuerda.

Esperan dar guerra este año

Amanda también ha contado cómo ha evolucionado el equipo en los últimos tiempos. “Estas dos últimas temporadas han sido muy duras y de constante sufrimiento por mantener categoría. Tras la marcha de muchas compañeras hace ya tres temporadas, entre ellas Bea Ortiz, con la que he jugado desde que empecé este deporte, el equipo se convirtió en uno de los más jóvenes de la máxima categoría y todos sabemos que no es fácil gestionar una categoría con tanto nivel y un equipo con tanta inexperiencia. Sin embargo esta temporada estamos llenas de ilusión, las pequeñas han ido ganando experiencia y cada vez aportan más, además de las incorporaciones de Anna y Raquel Roldan y Raquel Prieto. Creo que este año ha empezado con muy buen pie y podemos dar mucha guerra. La verdad es que estoy muy ilusionada con este año”, nos cuenta.

La waterpolista, que se define como alguien que se sabe adaptar bien a las necesidades del equipo, nos ha dicho lo que aporta al conjunto de Can Roses. “Espero poder aportar toda la experiencia que he ido ganando todos estos años que he jugado, además de apoyo incondicional y ayuda a todos los componentes de este equipo, tanto a mis compañeras como a los entrenadores pase lo que pase dentro o fuera del agua”, ha dicho una jugadora que afirma que en estos momentos lo está dando “todo”, por su equipo. Amanda se ha quitado presión y ha afirmado no marcarse retos a nivel personal. “No me marco ningún reto, simplemente quiero ayudar y ser útil en lo máximo que pueda en este equipo y a este club, que me ha dado todo durante todos estos años y quiero poder devolverlo mientras esté jugando

Somos un equipo que mezcla jugadoras muy jóvenes y otras con más experiencia. Las que tenemos más experiencia intentamos aportársela a las pequeñas a la vez que buscamos contaminarnos de toda esa energía que tienen las más jóvenes. Así que podríamos decir que tengo un rol importante, igual que el que tiene cada una de las integrantes del equipo”, ha añadido sobre el grupo de jugadoras al que pertenece.

Una jugadora de la casa

La catalana ha concluido hablando de lo que supone para ella pertenecer al Rubí y jugar en Can Roses. “Llevo muchísimos años en este club y pertenecer a este equipo es como pertenecer a una gran familia, todos nos ayudamos entre todos y nos apoyamos en lo que haga falta. Compañerismo, humildad y actitud ante todo lo que se nos ponga delante”, dice, a la par que considera que “Can Rosés se ha convertido en mi segunda casa, poder jugar delante de nuestro público que tanto nos anima, juguemos contra el primero o contra el último, es muy especial para mí y más si podemos ofrecer un gran espectáculo dentro del agua”, concluye Amanda Triviño.

twitter-bird@clemenklan

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