Ana Copado: «Aunque cada vez hay más apoyo, sigue siendo insuficiente»

Tras colgar el gorro a sus 37 años, Ana Copado ha continuado manteniendo una estrecha relación con un deporte que ha visto como ha evolucionado con el paso de los años, pasando de un deporte más amateur a un deporte algo más profesional

A sus 37 años, Ana Copado tomó la siempre difícil decisión de colgar el gorro para «priorizar en otras cosas de la vida», y tras haber ganado a lo largo de su dilatada trayectoria una histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La portera catalana que mantuvo una estrecha relación con el CN Terrassa fue una de las piezas claves que llevó a cabo Miki Oca al frente del equipo nacional. Ahora, tras un tiempo ya alejada de la portería, su medio habitual hasta entonces, Ana Copado se centra en entrenar a un equipo de categorías en el CN Terrassa.

– En primer lugar, si tuvieras que definirte como deportista en tu etapa de jugadora, como sería?
«Me definiria como currante, era consciente que no tenia el talento o las cualidades físicas de otras compañeras de posición, así que tenia que ser muy constante y aplicarme mucho en los entrenos para conseguir estar a la altura y llegar donde queria estar».

– Como era el waterpolo cuando empezaste a jugar?
«Era mucho mas amateur que ahora, habían pocos recursos para el waterpolo femenino, menos espacios, menos tiempo, menos equipos, entrenar doble sesion era prácticamente imposible, limitado a épocas de selección y haciendo malabares con los horarios laborales… Tampoco existían tantas categorías de formación, no empezabamos tan pronto a practicarlo… La verdad, es que cuando las veo tan peques con un balón en la mano siento envidia sana, ojalá hubiera podido empezar antes a practicarlo».

– En qué ha cambiado? ¿Cómo ha sido la evolución bajo tu punto de vista del waterpolo femenino en España?
«Creo que ahora es más fisico y técnico, y con la nueva normativa, mas ágil y vistoso. Ahora esta consolidado y cada vez hay más apoyos tanto de los clubes como de instituciones. Se empieza a apostar de verdad y esto hace que crezca, ya que, al destinar más recursos las jugadoras pueden dedicar más tiempo a su preparación, han aumentado los clubes que doblan sesión de entrenamiento, por lo que se puede dedicar más tiempo a preparar de manera específica técnica, táctica y físicamente a los equipos. Y a esto hay que sumarle que las niñas empiezan antes a formarse en sus equipos, con presencia femenina en todas las categorias de formación. En este aspecto, aparte de los clubes, las federaciones realizan sesiones y seguimiento de tecnificación con categorías inferiores en diferentes autonomias, se trabaja durante todo el año en los centros de alto rendimiento con categorías cadete y juvenil, por lo que, las nuevas generaciones que suben vienen empujando muy fuerte».

– ¿Qué camino queda por recorrer?
«La mayoria de licencias se centran en Cataluña, mayoritariamente, y Madrid, por suerte y teniendo en cuenta lo que cuesta hacerse un hueco y sostenerse económicamente, cada vez hay más equipos que logran consolidarse en diferentes comunidades autónomas en las que se esta trabajando muy bien. Bajo mi punto de vista, queda mucho camino por delante en lo referente a conseguir que nuestro deporte se extienda a nivel nacional. Por otra parte, a nivel de resultados, gracias al trabajo de muchos años la selección se ha conseguido colocar entre las potencias mundiales, ahora hay que seguir trabajando para mantenerse arriba. Exitos como los de la seleccion o del CN Sabadell a nivel de club, tambien ha ayudado a que la liga nacional sea mas atractiva y a que jugadoras de gran nivel que quieran venir a jugar aqui. Creo que debemos ser ambiciosos y seguir trabajando para poder mantener el nivel competitivo que tenemos ahora».

– Crees que se esta dando pasos para llegar a la igualdad en el waterpolo?
«Todo sigue su curso, pero partimos de la base de deporte minoritario e historicamente masculino. Pese a que, como comentaba antes, cada vez hay más apoyo y repercusion en los medios de comunicación, sigue siendo insuficiente ya que solo unos pocos clubes pueden profesionalizar a sus jugadoras y tratar de dar la misma importancia a sus equipos femeninos y masculinos en todas sus categorias».

– De que manera mantienes una vinculación con el waterpolo a día de hoy?
«Actualmente soy entrenadora del equipo cadete femenino del Club Natació Terrassa, club en el que me retiré como jugadora, feliz de haber vuelto como entrenadora y poder seguir aprendiendo y trabajando cerca del agua».

twitter-bird@etoster

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