Ariadna Espasa pone todo su conocimiento (y su experiencia) al servicio del CE Mediterrani

El CN Sant Andreu es el club que vio crecer deportivamente a Ariadna Espasa, y ahora el CE Mediterrani es la entidad que le ha permitido devolverle la pasión por el waterpolo, aunque en una faceta bien diferente. «La principal función que hablé con Marián, fue el ser dos ojos más en el banquillo. Jugamos juntas durante cuatro años, sabe mi forma de ver el juego y de vivir el deporte, y que podía serle un apoyo de confianza este primer año. Además, al ser fisioterapeuta, también puedo ayudar en este ámbito en los campeonatos«, reconoce a WATERPOLISTA.com una ex jugadora que fue parte del absoluto del CNSA que a base de mucha calidad fue dando pasos adelante en las diferentes competiciones, llegando inclusive a jugar la Copa LEN. Cuando cumplió los 20 años pasó a ser una jugadora con un destacado rol en el equipo siempre a costa de «mucho trabajo, esfuerzo y perseverancia», y en todo caso en un Sant Andreu que fue «y sigue siendo» su segunda casa, a pesar de haber jugado en el CN Catalunya, donde considera que siempre «muy querida«.

| Una gran diferencia

En este sentido, Espasa considera que hay «muchísima» diferencia entre el waterpolo de aquel momento y el de ahora. «A nivel de competición nacional era similar, pero no había un reconocimiento de los clubes hacia el femenino, éramos amateur. Gracias al esfuerzo de muchísimas jugadoras por querer profesionalizar y sentir el reconocimiento de los clubes, condicionó que la selección española empezara a destacar y los clubs empezaron a generar pequeños cambios que a día de hoy parecen increíbles«, asegura Espasa, la cual entiende que el waterpolo de ahora es «mucho más profesionalizado y por lo tanto, con más nivel y más exigente. Doblar sesión con un equipo entero era muy complicado, ahora consiguen doblar casi el cien por cien del equipo», resalta, al igual que destaca de su trayectoria deportiva el poder conseguir jugar tres finales y ayudar en el ascenso a la élite del CN Catalunya.

En todo caso, esta notable amante del waterpolo define al actual bloque del barrio de Sants como un «equipo trabajador y talentoso, con ganas de ser un equipo fuerte». «Tienen carácter y eso se nota en el agua, y es una cualidad que Marian les traslada muy bien. También es un equipo muy compensado, jugadoras con una trayectoria y jugadoras jóvenes que están empezando a explotar. Poder tener este equilibrio entre veteranía y juventud creo que es muy beneficioso, si hay buena conexión entre ellas«, comenta una ex waterpolista que tiene claro que el hecho de no jugar hace que se echen cosas de menos, principalmente, «el momento vestuario y el entrenar acompañada se echa de menos, pero la obligación de entrenar cada día la verdad que no«, apunta.

@etoster