Askartza es experto en ‘tetris’: cómo mantener vivo un proyecto con limitación de espacio

En nuestro país tenemos una serie de clubes que por su historia y trayectoria son hoy día referencias. Uno de ellos es sin lugar a dudas Askartza, una entidad asentada en categoría nacional que ha mantenido un proyecto ambicioso, a la par que realista sustentando en el trabajo diario, pero también en la ilusión y pasión de sus principales actores, quienes a pesar de las dificultades han sabido ir sorteando los obstáculos para mantener viva la llama del waterpolo. Actualmente pasan por un buen momento deportivo. «Consiguiendo resultados por el trabajo que se empezó hace más de una década. No ha sido un camino fácil, pero la situación actual hace que haya merecido la pena el trabajo. Estamos disfrutando», reconoce a WATERPOLISTA.com el actual responsable técnico, Joan Albella, quien considera que la hoja de ruta en cuanto al proyecto se basa en tres puntos de vista diferentes. «Por un lado está el primer equipo masculino. Queda atrás lo de mirar abajo. Askartza lleva presentando un equipo sólido años y cada temporada se clasifica en la zona alta de la tabla. Empezamos a ser ambiciosos, queremos seguir haciéndonos hueco entre los mejores. A pesar de todas las debilidades que podemos tener en el día a día», comenta el técnico catalán, quien pone a su vez el foco en el asentamiento del equipo femenino. «El trabajo en la sección femenina ha sido inmenso y el primer equipo, con Unai Casas al frente desde el año pasado, está creciendo mucho. ¿Aspiramos al ascenso? El año pasado lo rozamos. Es un equipo joven pero ha demostrado mucho», puntualiza.

En este sentido, la tercera parcela clave en el devenir del club es la cantera, que está contando con buenos números y récord de inscripciones. Es más, hoy día, comentan que están rozando el máximo «que nos podemos permitir por espacio». «Asegurada la renovación anual parcial del primer equipo. Cada año está llegando gente nueva a debutar, síntoma también del buen trabajo hecho desde benjamines hasta juveniles. Los resultados acompañan en todas las categorías. Askartza tiene equipo masculino y femenino desde benjamín hasta senior. Destacar ahí la gran labor de Isusko Arias con los y las más chiquis y de todos los y las entrenadores colaboradores», explica Albella, quien por otro lado se muestra consciente de la principal dificultad a la que se enfrentan: la limitación de espacio. «Piscina llena de gente a todas horas, lo que limita los ejercicios. Diferentes categorías entrenan a la vez porque no hay hueco. Saturados en muchas ocasiones. El «Tetris» es un juego que siempre me ha ayudado estando en Askartza. Si eres bueno en el Tetris, aprovecharás los entrenamientos», asegura a la vez que desvela un problema real que existe en la región: «la piscina que tenemos es la que es y las piscinas en Bizkaia son las que son. Lo que quiero decir con eso es que es increíble que a día de hoy Bizkaia no tenga una piscina habilitada para jugar a waterpolo, no hay piscina de 50m. Ni de 33 metros. Esa es la triste realidad, la injusticia que tenemos. A nivel comunidad tenemos más licencias que nunca y Bizkaia es la zona donde más practicantes hay. Queremos seguir creciendo y necesitamos que se nos escuche. Hablo en nombre de muchísima gente. Hemos conseguido que el waterpolo sea una opción muy real de deporte para los más pequeños en la zona. Cada partido de Askartza en la liga nacional reúne más de 300 personas», detalla.

En este sentido, el primer equipo masculino está demostrando su buen hacer esta temporada en la Primera División, puesto que ha logrado meterse en el Grupo C que luchará por la plaza de ascenso. Sobre el papel hasta el momento, Albella considera que ha sido de «claros y sombras», pero entiende que en general de «buen desempeño». «Un cambio de entrenador no es fácil y la primera fase se ha solventado con grandes resultados (hemos pasado segundos del Grupo C)«, puntualiza un técnico que regresó esta temporada a Askartza tras su periplo por otros equipos, comprobando en su llegado que el ADN de club es el mismo que el de siempre:ambición, esfuerzo y sentimiento entorno a una misma familia. Con estas claves, él a su vez busca ofrecer intensidad, carácter, a la par que dotar de profesionalidad al proyecto.