Nadie duda en que el gran reto de la selección española este año pasa por la ciudad condal. El Europeo de Barcelona de este próximo verano está marcado en rojo en el calendario. Después de una irregular participación en el Mundial de Budapest (Rusia nos dio un baño de realidad en Cuartos), David Martín afronta un Campeonato que aunque no es el gran reto del ciclo olímpico (obviamente los ojos se fijan en Tokyo 2020) será un buen examen para comprobar el nivel en el que se encuentra el equipo nacional en comparación con los colosos habituales, que aunque sobre el papel parecen estar por encima de los nuestros, en la práctica el resultado puede disipar dudas y poner el foco en un grupo de deportistas que cueste lo que cueste quieren volver a subirse a un podio. No lo logran desde la plata en el Mundial de Roma 2009, cuando los penaltis nos apearon de un oro que cayó a manos de Serbia.
Es un secreto a voces que la llegada de David Martín supuso una bocanada de aire fresco para una selección que esta temporada ha protagonizado luces y sombras. En la World League ha cumplido, aunque no ha terminado de soltarse ante un equipo de la categoría de Hungría. Sin embargo, en la Europa Cup la sensación no ha sido especialmente optimista. La derrota ante Francia en la fase de grupos puso en serio peligro la clasificación para la Final Eight, aunque la reacción ante Rumanía y un buen papel ante los magiares salvaron el ‘matchball’.
Presión como anfitrión
Todo esto sabiendo que el Europeo no sólo será una prueba de fuego que algunos utilizarán como balanza del proyecto, sino que tendrá una ya de por sí presión añadida debido a que parten como anfitriones ante el público de la Picornell. Es por ello que desde la Dirección Técnica de la Real Federación Española de Natación (RFEN) se trabaja intensamente en acabar de planificar la preparación para la cita continental evitando errores del pasado, puesto que saben que la ausencia del equipo en la pasada World League fue un arma arrojadiza que acabó pagando caro un equipo falto de preparación conjunta.
[bs-quote quote=»El último partido de World League ante Hungría será clave para aspirar a la Superfinal» style=»style-16″ align=»left»][/bs-quote]Ahora la situación parece ser diferente. La dualidad de competiciones que han implantado FINA y LEN este curso parece ser determinante para el trabajo que lleva a cabo David Martín y su staff técnico al frente del equipo. Aunque falta por confirmar, fuentes de la selección aseguran a esta web que lo más probable es que aprovechen el parón de Semana Santa para organizar un stage en las instalaciones del CAR de Sant Cugat. Posteriormente a la concentración vendrá la fase final de la Europa Cup del 6 al 8 de abril. España jugará en el Grupo A junto a Italia, Hungría y Grecia. Aunque medios italianos hablan de que la ciudad de Turín puede acoger la cita, algunas fuentes sitúan a Tarragona como ciudad candidata a organizar el evento.
Atentos a la World League
Nada más terminar la Europa Cup y sin tiempo para hacer balance, la selección se jugará el pase a la fase final de la World League ante Hungría, posiblemente en las instalaciones de Amaya (Pamplona) el 10 de abril. Después de perder por la mínima y ganar con solvencia a Holanda en ambos compromisos, los españoles deben ganar de al menos un gol a los actuales subcampeones del Mundo para ser primero de grupo. En caso de que no se diera esa situación, serían segundos y en este caso se clasifica el segundo mejor de todos los grupos. Tras este partido, los jugadores regresarán a la dinámica de sus equipos de cara a la fase más decisiva de la temporada. Por un lado los playoffs por el título (comenzarían con los Cuartos de Final el 1 de mayo y la gran final está prevista para los días 22, 24 y 26 del mismo mes) y por el otro la Final Eight de Champions League a la que optan por el momento tanto CN Atlétic Barceloneta como CN Sabadell. Una cita que se celebrará en Génova (Italia) entre los días 7 y 9 de junio.
[bs-quote quote=»En este ciclo olímpico, la selección tendrá que dar un salto hacia delante y empezar a conseguir resultados.» style=»style-16″ align=»right»][/bs-quote]Una vez la competición de clubes tenga su punto y final, la selección afrontaría la Superfinal de Liga Mundial del 18 al 24 de junio en caso de clasificarse justo después de concentrarse. Esta participación será importante, puesto que en caso de no conseguir el billete (o incluso habiéndolo conseguido) los chicos de David Martín podrían disputar algún torneo preparatorio dentro de la amplia gama. Al parecer ya se están fijando alguno que otro en Italia, Francia y Alemania. «Todo dependerá del calendario», nos aseguran algunas fuentes. Posteriormente llegará la cita previa al Europeo más importante, los Juegos del Mediterráneo que están previstos del 27 de junio al 1 de julio en Tarragona. Aún parece pronto para saber los participantes, aunque la idea es que se inscriban alguno de los ‘cocos’ del panorama internacional. Una vez termine, varios días de descanso y seguidamente inicio del Europeo fijado para el 16 de julio. España conocerá el próximo 7 de marzo sus rivales de grupos.
Lo que está claro es que será en este ciclo olímpico en el que la selección tendrá que dar un salto hacia delante y empezar a conseguir resultados. Tras la salida de Rafa Aguilar se ha iniciado un proceso de reconstrucción que se lleva alargando más de lo previsto. Tras la etapa de Gabi Hernández, la polémica salida de Xavi García y el adiós de un grande como Guillermo Molina, se tiene la oportunidad de formar un grupo prácticamente nuevo que empiece a conseguir resultados de aquí a 2020. Pero para eso hay que pasar por un Europeo de Barcelona que marcará un antes y un después en la dinámica de la selección y será el primer gran test de David Martín a la espera de conocer si finalmente (todo a punta a que sí) Felipe Perrone se reincorpora al equipo nacional español. Veremos.
@etoster