Carmen Baringo: de casi dejarlo, a luchar por el gran ascenso

Esta es una temporada sumamente especial para Carmen Baringo quien se ha encontrado de nuevo con el waterpolo, al máximo nivel. «Esta siendo un año de mucha ilusión y confianza en mi misma por estar superando los retos que me pongo«, reconoce a WATERPOLISTA.com la jugadora madrileña, quien ha vivido en primera persona un largo y laborioso proceso de recuperación tras una lesión. «He pasado por varias fases y experimentando una curva de aprendizaje muy bestia. He tenido mucha incertidumbre, dolor, y miedo. Sin embargo ahora estoy a tope, me siento fuerte y orgullosa de haber pasado con creces la mayor parte de la recuperación, tanto física como mental. Además, muy agradecida del equipo humano que he tenido a mi lado en todo momento, y a los mejores profesionales, un auténtico privilegio. Sin esto último, complicado tener éxito en recuperarte de una lesión«, explica Baringo, la cual desvela que hubieron varias semanas en las que para ella todas eran malas noticias. «Me dijeron por varios frentes que iba a tener que dejar el waterpolo y lo viví literalmente como si me hubiesen partido el corazón. Mi fisio Juan Luis y el doctor Cimas que me operó se encargaron de recomponerme y de hacerme ver que iba a volver, y yo he trabajado muy duro para hacerlo, para reinventarme y asegurarme de que sí, voy a volver y más fuerte«, puntualiza.

En este punto y tras volver a la normalidad, Baringo la ha hecho ver una parte del deporte que no conocía, pero que a su vez entiende que entra «dentro del pack de todo este juego«. «Ahora que lo veo con perspectiva, mi evolución deportiva está siendo tan completa que en realidad estoy agradecida por lo que me ha pasado. Esta lesión me está enseñando muchas cosas y me ha dado una cura de humildad«, detalla la madrileña con experiencia más que contrastada en División de Honor, pero también en la Liga norteamericano. Una serie de experiencias que le permite ser una waterpolista que juega «por y para el equipo, ocupando el rol que haga falta, y una que se sabe adaptar a las circunstancias». «Al fin y al cabo he pasado por una decena de grupos muy diferentes, en países diferentes, y eso te aporta visión y un bagaje deportivo fuerte. En el canoe intento sumar y aportar solidez a un gran proyecto«, explica, a la vez que desvela que el objetivo «sin ninguna duda» es el ascenso a la División de Honor. «La sección femenina del Canoe lleva apenas 10 años funcionando, pese que el club se fundó en 1930. Crear una sección de cero no es fácil y el club y el grupo de chicas que llevan toda la vida aquí han trabajado mucho para que  las del grupo de ahora estemos luchando por estar en la máxima categoría. El Canoe tiene la estructura y la economía para poder apoyar un proyecto así, algo que en Madrid lamentablemente escasea. Estoy muy agradecida por la oportunidad y el apoyo que el club nos está ofreciendo, y sobretodo de la dedicación de nuestra gran entrenadora Astrid», concluye.