Petar Porobic lleva el acento balcánico a China

El entrenador montenegrino, ahora al frente de la selección masculina china, atiende a WATERPOLISTA.com en su paso por España donde desvela que el principal objetivo que se plantean desde el equipo asiático son los 'Asian Games' en unos meses

El montenegrino durante la entrevista / JOSEP ARNAU (ATELIER PHOTO)

La selección china de waterpolo masculina se ha propuesto dar un salto de calidad. Con los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 a la vuelta de la esquina, los chinos han acudido al mejor waterpolo del mundo, el europeo, para conseguir la clasificación a los JJOO en territorio rival. El cambio se impulsó el pasado verano, con la incorporación del entrenador montenegrino Petar Porobic y un cuerpo técnico en su gran mayoría venido de Europa. Porobic, campeón del mundo con Serbia en 2005 y campeón de Europa con Montenegro en 2008, se enfrenta a un nuevo reto en su dilatada y exitosa carrera.

En el marco de este programa de preparación, la selección China ha tenido que ir a buscar partidos fuera de Asia. Después de unos meses en Grecia, el combinado asiático desembarcó a España, tras un acuerdo con la Real Federación Española. En este pacto de cooperación, conocido como ‘Challenge Spain China’, las selecciones masculina y femenina de China han podido competir con los tres primeros equipos de cada liga. Precisamente esta falta de competición es una de los principales lacras en el waterpolo chino, tal y como indica el seleccionador nacional Petar Porobic. El experimentado técnico repasó para WATERPOLISTA.com la actualidad y el futuro de una selección aún en construcción.

Trabajar desde la base

Para Porobic, es primordial empezar por abajo. Como en todos los deportes, si no se cuidan las categorías jóvenes, no hay futuro. “No es una opinión, es la realidad, es la verdad”, sentencia el montenegrino. “Uno de mis grandes objetivos es trabajar con los júniors y los niños en paralelo con los absolutos. Si solo trabajas con el equipo absoluto, el sistema no funciona”. Y añade: “Estamos intentando crear un sistema de competición y educación en el waterpolo enfocado en los niños, en conjunto con la Federación China de waterpolo”.

[bs-quote quote=»Espero que podamos organizar muchos partidos. Si en un año construimos una buena base con entrenos y un buen trabajo físico y táctico, creo que podremos dar un salto de calidad» style=»style-14″ align=»center»][/bs-quote]

Aunque reconoce que no es un trabajo sencillo promover el trabajo conjunto, ya que en China no hay una competición regular y potente a nivel de clubes. “Juegan alrededor de diez a quince partidos a lo largo de una temporada”, indica Porobic. A lo que añade: “No es suficiente, no lo es en comparación con lo que juegan los jugadores de las selecciones más fuertes”.

Si hay algo que Petar Porobic tiene claro, es que no se puede hacer magia con un grupo de jugadores tan falto de ritmo competitivo. Por eso prefiere ir paso a paso y marcarse varios objetivos de forma exponencial. “Queremos crecer con el equipo absoluto y ganar experiencia jugando contra otros equipos”, apunta el montenegrino. El programa que se ha iniciado desde la Federación China va en esa línea. De momento, ya han estado en Grecia, ahora España y también irán a Hungría, Italia y Montenegro, las tres con selecciones punteras en el waterpolo mundial. “Otra de las metas es mejorar la condición física”. Porobic tiene fijación por la preparación física de sus jugadores, ya que lo ve como la base para poder despegar y pasar a trabajar conceptos técnicos y tácticos. “Espero que podamos organizar muchos partidos. Si en un año construimos una buena base con entrenos y un buen trabajo físico y táctico, creo que podremos dar un salto de calidad”, concluye el técnico. Hasta verano, no obstante, quiere centrarse en el aspecto físico.

El idioma, un impedimento

Acostumbrado a transmitir su saber con solo una mirada, el entrenador montenegrino asume que no fue fácil adaptarse. “El primero de los problemas fue el idioma, cuesta trabajar con traducciones, ya que a mí me gusta tener comunicación directa con los chicos, pero nos tenemos que adaptar a estas condiciones”, comenta. Pero el idioma no fue el único impedimento. “La comunicación no fue fácil también porque los jugadores tenían hábitos muy distintos. Por eso intentamos prepararlos con los nuevos hábitos, condiciones y requerimientos”. Por otra parte, los integrantes chinos del cuerpo técnico también pasaron por un proceso de adaptación. “Tuvimos que preparar algunos miembros chinos del cuerpo técnico, para adaptarlos a nuestra forma de trabajar y poder construir una estructura sólida”, explica Porobic.

“Para mi es una nueva experiencia el hecho de contar con jugadores top ayudándonos, como Albert Español o Kokkinakis”, reconoce el seleccionador. “Es positivo porque ellos pueden implementar de forma más fácil desde el agua lo que yo quiero transmitir desde fuera”. Aunque se ha dado cuenta de que eso también supone un problema. “Por un lado está bien tenerlos en el agua, ya que es más fácil trabajar algunos conceptos, aunque también es verdad que el equipo no es lo mismo con Español o sin él”. Es por ese motivo que el seleccionador ha decidido disputar los partidos en España sin Albert en el equipo. “Tienen que acostumbrarse a jugar sin ellos, cuesta más pero tienen que adaptarse”.

Sin tiempo de pruebas

En su primer reto fuera de Europa, Porobic sabe que hay que tener paciencia. “Nadie puede trabajar rápido y conseguir éxitos con equipos de fuera de Europa en solo dos años, especialmente sin la incorporación de jugadores europeos. Con dos jugadores top de fuera, podríamos dar un salto de gigante en cosa de días”, asegura. Según explica Porobic, a diferencia de otras selecciones, el equipo chino no puede inscribir a jugadores de fuera para participar en competiciones oficiales. “Solo podemos incorporarlos de forma provisional”, lamenta. Porobic lamenta la falta de continuidad del equipo en los últimos años. “Después de la clasificación para los Juegos Olímpicos en 2015 el equipo perdió veinte meses. Cambió de la noche al día y no se le dio continuidad”.

[bs-quote quote=»Actualmente tenemos a tres jugadores experimentados fuera del equipo que si se reincorporan, el equipo puede mejorar mucho de cara a los principales objetivos» style=»style-14″ align=»center»][/bs-quote]

El técnico no quiere saber nada de los Juegos Olímpicos, al menos hasta después de los Asian Games. “No es fácil pasar de un nivel inicial a un nivel top rápidamente, este es uno de los problemas que tenemos. No hay tanto tiempo para preparar al equipo para una gran competición”. En este sentido, el mismo Porobic reconoce que “a veces es mejor no competir y prepararse bien, ya que si no estás preparado para una gran competición puede jugar en tu contra”.

Hasta verano, su plan es claro. Cargar al equipo con partidos, para que coja ritmo de competición y continuidad. Y, por otro lado, centrarse en el trabajo físico. “Después ya nos preocuparemos de otros aspectos como el táctico, ahora tenemos que ganar experiencia”, sentencia. El entrenador montenegrino también espera contar con la presencia de figuras más experimentadas que ahora mismo están fuera del equipo. “Actualmente tenemos a tres jugadores experimentados fuera del equipo que si se reincorporan, el equipo puede mejorar mucho”, reconoce.

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