El CN Caballa cuenta con una historia de superación y esfuerzo

Lo cierto es que la historia de los comienzos del CN Caballa son (cuanto menos) entrañables. Data del año 1946. Por aquel entonces un grupo de amigos y amantes del deporte que coincidían a menudo en una zona costera de la ciudad de Ceuta denominada La Peña decidieron dar un paso al frente y desarrollar en este bonito enclave sus primeros entrenamientos y sus primeras pruebas deportivas entre las rocas que delimitaban sus metros para nadar. Todo ello justo antes de pasar al antiguo muelle de pescadores situado en el centro de la ciudad. Con algo más de espacio, cambiaron las rocas por las bateas a fin de delimitar los 25 metros donde jugaban al waterpolo con dos porterías enganchadas. «Desde luego eso eran ganas de practicar un deporte que los unía y les hacía crecer como amigos«, reconoce Carlos Matoso, actual presidente del Club, quien explica que en aquellos tiempos se participaban en competiciones en Marruecos (en el francés y en el español), en Tánger, Rabat, Casablanca e incluso en Gibraltar. Torneos a los que se asistían a la vez que se empezaba a disputar los primeros Campeonatos de España.

| Su presencia olímpica

Ya en los años 60, que la actividad pasó a desarrollarse en las instalaciones del Club, los primeros logros deportivos en natación comenzaron a ser algo normal. Es más en las Olimpiadas de Tokio en 1964 Antonio Pérez se convirtió en el primer nadador del Caballa en participar en unos Juegos. «Todo un éxito para un club modesto y de una ciudad tan pequeña«, puntualiza Matoso, quien por otro lado desvela que mientras se promocionaba los equipos masculino y femenino de natación, el waterpolo fue siendo una realidad, con la participación en numerosas fases y Campeonatos de España. Sin embargo, a pesar de la boyante evolución, en los años 80 la actividad se paralizó casi de lleno quedándose al borde de la desaparición debido a que la gran mayoría de la actividad nacional se celebraba en invierno. No obstante, el liderazgo desde la presidencia de Mari Carmen Bernet logró la transformación de la piscina con su climatización y la instalación de la cubierta, lo que permitió reactivar la actividad, hasta que llegara el año 2000 cuando su instrucción en las competiciones oficiales copó gran parte del protagonismo. Aunque lo cierto es que ya antes y a pesar de la complicada situación, la promoción del Club había permitido, entre otras cosas, que jugadores de pesa salieran de su cantera. Un claro ejemplo es Guillermo Molina.

Fue en el año 2011 cuando el salto a Nacional terminó por ser una realidad consolidada con el ascenso tanto del equipo masculino como del femenino. Una década donde surge la que sería la tercera olímpica del club, Lorena Miranda. Y es que lo cierto, es que el CN Caballa es todo un clásico a nivel nacional, pero también una institución y referencia en una ciudad de unos 80 mil habitantes. «Con nuestra población que mantengamos un equipo en la Primera División Nacional es todo un logro, no exento de esfuerzo. Y hace que otros clubes de distintas disciplinas deportivas de Ceuta, nos observen para seguir nuestros pasos», explica el actual dirigente de la entidad ceutí, que marca la hoja de ruta que quieren llevar a cabo a corto – medio plazo: «nuestra prioridad es trabajar con la base, tener una buena estructura consolidada por diferentes categorías, tanto en waterpolo como en natación, y sobre todo que los pequeños crezcan amando y disfrutando el deporte que hacen. Teniendo como referencia los primeros equipos del club, donde ellos van a llegar sin lugar a dudas«, concluye.

@etoster