el CN Catalunya está sumergido en una batalla a cara de perro por conseguir la primera plaza de la Liga de Primera División Femenina, la cual supondría el ascenso directo a la máxima categoría del waterpolo español. Todo ello en su primer año en la competición después de consumar el curso pasado su ascenso de Segunda División. Más allá de la notable actuación en la parcela ofensiva de la joven Carlota Serrano (máxima goleadora de Liga con 38 dianas en su haber) el equipo que dirige el húngaro Gabi Egedi está dando serias muestras de firmeza en defensa, siendo el tercer equipo menos batido tras AR Concepción y CN Cuatro Caminos.
La clave de este particular éxito pasa por las notables actuaciones de Andrea Domínguez y Martina Terre que forman un tándem perfecto en el que se combina la experiencia de una y la sabia de nueva de otra. Ambas combinan sus participaciones en el primer equipo. Mientras que Terré, de 16 años, lleva toda su vida deportiva en las filas del Cata, Andrea (tiene 20 años) llegó al club proveniente del CE Mediterrani donde ha contado con minutos en División de Honor desde la temporada 2012/ 2013 cuando aún era cadete.
Perfiles diferentes
Martina cuenta con grandes dotes debajo de los tres palos, aunque ella misma reconoce que no se caracteriza por ser una jugador muy constante. «Cuando lo hago bien, lo hago bien, pero cuando lo hago mal… Esto es una cosa que tengo que trabajar«, reconoce a esta web una deportista que con ésta es su primera participación en categoría nacional, más allá de la participación el curso pasado en la fase de ascenso. Es por ello que aún le queda un largo recorrido deportivo, sabiendo que aunque por el momento puede combinar bien las responsabilidades con el equipo con las académicas, el curso pasado cuando de el salto a bachillerato tendrá más problemas. No obstante, sus palabras transmiten seguridad y mucha ilusión por alcanzar grandes éxitos en el agua.
Gracias a esta ilusión ha mantenido siempre una estrecha relación con un deporte que le ha llegado a aportar «compañerismo, disciplina y competitividad«. Una competitividad que se disipa en los entrenamientos cuando comparte posición con Andrea, a la cual define no sólo como una buena compañera, sino como una amiga que «me ayuda cuando me vengo a bajo». «La verdad es que me gusta compartir entrenamientos con ella«, puntualiza una deportista que agradece la experiencia que le está aportando día tras día la Primera División. Una Liga que la define como «inesperada», puesto que «puede ser que un día ganes a un equipo con claridad y en la siguiente jornada sufras y todo sea mucho más igualado«.
@etoster