Cómo el AR Concepción recuperó su lugar en la categoría de plata

El entrenador del combinado madrileño, Lorenzo Ballesteros pone en valor la capacidad de trabajo, esfuerzo y constancia de su equipo para confirmar su regreso a la categoría de plata del waterpolo español

Desde que llegaron a la Segunda División, el AR Concepción sólo tenía el objetivo de regresar a la categoría de plata del waterpolo español, y tras una ascendente temporada que definen «de diez», consumaron el ascenso. «Era el objetivo y se ha conseguido, además de venir acompañado de muchísimas cosas positivas tanto para el club como para el absoluto masculino. El crecimiento y la madurez de los chavales ha sido increíble, junto con la capacidad para aprender de los errores del pasado y no hundirse cuando peor iban las cosas, son el ejemplo perfecto de que el salto que se ha dado es muy importante. Siento un orgullo tremendo por todo el grupo y por cómo ha ido la temporada. El ejercicio de personalidad que mostramos en Godella, tras perder el partido de ida en casa de tres y con muy malas sensaciones, fue un subidón tremendo. Esta es la confirmación de que, tras tres años al frente de este proyecto, nos hemos convertido en un equipo, con mayúsculas y todas las letras«, reconoce a WATERPOLISTA.com el técnico del cuadro madrileño quien insiste en que para el club «es lo máximo». «Primero porque supone cumplir el objetivo marcado, ya no sólo a inicios de este curso, sino hace ya dos temporadas. Y después porque Primera es la División en la que valoramos y creemos que tenemos que estar. La categoría de plata es en la que más tiempo ha pasado el club en los últimos 15 años y, después de dos aventuras en División de Honor, vivimos un descenso muy duro en una época complicada (coronavirus, dificultades para entrenar, bajas clave…). Ahí se inició un nuevo proyecto que culmina, y a la vez continúa, después de este ascenso. Al lugar, insisto, en el que creo que tenemos que estar«, puntualiza.

En este sentido, Lorenzo Ballesteros considera que la clave de tal hazaña reside en la unidad del equipo, ya que desvela que «antes que compañeros, es un grupo de amigos al que les encanta el waterpolo». «Eso es lo más importante. Nadie desfallece, estamos dispuestos a sacrificarnos por la persona que tenemos al lado y bajamos a entrenar cinco días con contadas excepciones de jugadores concretos que todos hemos entendido (trabajo, estudios…). Aquí quiero valorar también la capacidad de resiliencia y compromiso de los que no han podido entrar en muchas convocatorias. A pesar de ello han seguido bajando a la piscina, y eso ha sido esencial para que podamos organizar los entrenos de la mejor manera posible y que siempre se hayan hecho cosas útiles, siempre dedicadas al partido del fin de semana. Eso es muy importante: nadie se ha desvinculado en ningún momento. Y el hecho de que cada uno haya crecido individualmente, permite que el grupo se alimente del esfuerzo de todos. Pelear por el que tenemos a nuestro lado, siempre. Sin excepción. Eso es lo que define a este grupo», comenta a la vez que pone en valor la capacidad de esfuerzo y superación. «Hay que tener presente que perdimos por primera vez en casa a falta de dos jornadas del final de la fase del grupo de ascenso. Luego perdimos otro partido, sumando dos derrotas consecutivas por primera vez en toda la temporada, antes de encarar los Playoffs. Y en el asalto inicial del playoff, no sólo caímos por tercera vez, también por tres goles, nuestra derrota más abultada del curso. Es inevitable que en ese momento no te aparezcan los fantasmas del año pasado, cuando acabamos la segunda fase con una dinámica muy negativa y terminamos quedándonos a un gol de forzar los penaltis con Badía para ascender a Primera División. Y ahí está la tercera y última clave, la experiencia que este equipo ha ido acumulando conjuntamente y que junto a las dos claves anteriores, nos permitió darle la vuelta a la eliminatoria y cuajar el que, posiblemente, sea el mejor partido de la temporada en el día D y la hora H», detalla

Ahora la hoja de ruta que buscan desarrollar en este regreso a la Primera División está clara: «ya sabemos lo que hay. El nivel sube y nosotros tendremos que subirlo si no queremos tener sustos. El objetivo principal es la permanencia y, a partir de ahí, conseguir la mejor clasificación posible. No hace mucho estábamos jugando ahí. Distintos y mejores rivales y partidos de más intensidad. La idea es mantener el bloque, ya que es importante recordar que tenemos un equipo muy joven y que tiene proyección para cada año dar saltos de calidad. Ya veremos si hay incorporaciones, pero manteniendo el bloque y la identidad del proyecto, el objetivo debe ser el de asentarnos y seguir creciendo en Primera División», concluye.

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