¿Cómo han sido los primeros siete días de España en Río?

Una parte de la selección española después de entrenarse en el gimnasio de la Villa / I.A.
Una parte de la selección española después de entrenarse en el gimnasio de la Villa / I.A.

El 29 de julio pusieron rumbo hacía tierras cariocas desde el Aeropuerto de Madrid – Barajas. El vuelo 2829 de Iberia llevó a la selección española masculina de waterpolo hasta Río de Janeiro junto a gran parte de la delegación española, incluyendo a las selecciones de balonmano y hockey, entre otras. Los chicos de Gabi Hernández intentarán hacer historia en una competición que desde Atlanta 1996 no nos da ninguna alegría. «Debemos intentar que esa falta de medallas en los últimos Campeonatos sea lo que nos empuje a conseguirla en esta», reconocía el capitán español, Guillermo Molina ante los medios de comunicación justo después de pisar suelo brasileño. Instantes después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Antônio Carlos Jobim de Río de Janeiro y tras poco más de diez horas de viaje, el combinado nacional se desplazó a la Villa Olímpica donde pudo comprobar de primer mano que a priori la calidad del lugar es óptima. «Estamos muy bien y muy a gusto aquí. Todas esas noticias que decían que las condiciones eran malas o que no estaba acabada no se corresponden para nada con lo que nosotros nos hemos encontrado. No hemos sufrido ningún inconveniente», confiesa a WATERPOLISTA.com Albert Español, el cual asegura que los primeros días «han ido muy bien porque todos veníamos con muchas ganas e ilusión y estamos muy contentos de estar aquí. Los primeros días han sido bastante agradables. Entre otras cosas hemos podido entrenar en las distintas piscina de competición».

VISITA AL CRISTO REDENTOR

Hasta el próximo sábado cuando debuten a partir de las 16.40 hora española ante Italia, los pupilos de Gabi Hernández continúan preparándose. En estos siete días han realizado entrenamientos de doble sesión con ejercicios en agua de una hora por la mañana y de otra por la tarde. Estos entrenamientos se combinan con jornadas de gimnasio en la Villa Olímpica y varias sesiones de vídeo. Por el momento, todo no ha sido entrenar, puesto que el equipo nacional ha podido hacer una escapada aislada con el objeto de conocer in situ uno de los lugares más atractivos de la ciudad, como es el caso del Cristo de Corcovado situado a 710 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional de la Tijuca. A pesar de la visita, «las distancias que hay que recorrer son enormes y además aquí no dejan que hagamos mucho turismo», apunta el portero Dani López Pinedo. Con todo esto, los españoles se encuentrn ansiosos con  tirarse ya a agua del Centro Acuático Maria Lenk, donde se disputará la fase de grupos.

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