‘Con hambre de oro’

Éste próximo domingo 14 de julio dará comienzo de manera oficial el Campeonato del Mundo en Corea del Sur, en el que las selecciones españolas buscarán continuar demostrando su buen estado de forma con las nuevas reglas como protagonistas

Para los aficionados de waterpolo, éste próximo domingo dará comienzo una de las competiciones más relevantes del calendario internacional. Se trata del Campeonato del Mundo que contará con la ciudad coreana de Gwangju como epicentro de nuestro deporte durante quince días, y en el que las selecciones españolas buscarán mantenerse entre los mejores por medio de una competición en la que las principales potencias se pondrán a prueba debido a la irrupción de las nuevas reglas FINA que cambiarán (en parte) los sistemas de juego, y que como es lógico marcarán (y mucho) el ritmo del Campeonato. Veremos si todas las selecciones se adaptan de la misma manera, o estos cambios trae consigo sorpresas.

Tal y como viene siendo habitual en estas citas internacionales, la cadena pública se volcará con el Campeonato del Mundo. En concreto, Teledeporte con Juan Carlos García al frente retransmitirá todos los partidos en el que jueguen las selecciones españolas (tanto masculina como femenina), mientras que a su vez darán un partido más cada jornada que se elegirá dependiendo cuál es el de mayor emoción en base a los resultados. Lo que si está claro es que uno de los comentaristas de los partidos será Dani Ballart, quien será el encargado de acompañar a Juan Carlos García en los partidos de competición masculina.

La FINA ya hizo público hace unos meses la lista de árbitros designados. Estos serán los colegiados que estarán en el Mundial: Daniel Flahile (AUS), Natascha Florestano (BRA), Marie Claude Desliries (CAN), Ni Shi Wei (CHN), Nenad Peris (CRO), Juan Carlos Menéndez (CUB), Jaume Teixidó (ESP), Frank Ohme (GER), Georgios Stavridis (GRE), Gabriela Varkony (HUN), Alesandro Severo (ITA), Kunihiro Sato (JPN), Victor Salnichenko (KAZ), Jinyong An (KOR), Stanko Ivanovski (MNE), Michiel Zwart (NED), John Waldow (NZL), Dion Willys (RSA), Arkady Voevodin (RUS), Vojin Putnikovic (SRB), Michael Goldenberg (USA), German Moller (ARG), Sebastien Dervieux (FRA), Adrian Alexandrescu (ROU), Beng Guan Jeremy Cheng (SGP) y Boris Margeta (SLO).

| ¿Cómo llegan los chicos?

Las opciones de que la selección española masculina de waterpolo luche por las medallas en el próximo Campeonato del Mundo de Gwangju (Corea del Sur) son reales, si tenemos en cuenta que el equipo nacional viene de lograr el pasado verano la medalla de plata en el Europeo celebrado en Barcelona, habiendo roto una racha de nueve años alejados de los podios. Ahora las sensaciones con la que se afronta este Mundial son muy diferentes a ediciones anteriores, como la de 2017 (fue novena), o incluso la de 2015 en la que tan si quiera España se clasificó.

Las claves de su rendimiento

El ímpetu de David Martín como seleccionador, la mezcla de juventud y experiencia como seña de identidad, así como la instauración en el equipo de una generación nacida entre los años 94 y 97 capaz de asumir el peso del día a día han sido sólo algunas de las claves que nos ayudan a entender el porqué de esta particular resurrección a lo largo de un año en el que el trabajo mental fue determinante, ya que la irrupción de jugadores novatos en la selección hizo que el trabajo se centrara en quitarse complejos de encima y convencerse de que competir ante las grandes potencias era posible. «Estos jugadores jóvenes llevan un año más de experiencia, ya saben lo que es ganar medallas y, cuando ganas medallas, crece el hambre pero también puede crecer un poco la presión», reconoce David Martín, quien ha hecho una lista de catorce jugadores: Dani López Pinedo, Álvaro Granados, Miguel De Toro, Sergi Cabanas, Marc Larumbe, Alberto Barroso, Fran Fernández, Roger Tahull, Guillem García (principal novedad), Alejandro Bustos, Blai Mallarach, Felipe Perrone, Edu Lorrio y Alberto Munarriz. Justo antes de la cita, Martín descartará a un último jugador.

Los 14 convocados por David Martín son Alberto Munárriz, Daniel López-Pinedo, Marc Larumbe, Alejandro Bustos, Francisco Fernández, Roger Tahull, Felipe Perrone, Álvaro Granados y Blai Mallarach (Zodiac CN At. Barceloneta), Guillem Garcia y Miguel de Toro (CE Mediterrani), Sergi Cabanas (Astralpool CN Sabadell), Eduardo Lorrio (CN Barcelona Vista) y Alberto Barroso (CN Terrassa).

De cara al Mundial, la selección española ha quedado encuadrada en el Grupo C junto a Hungría, Nueva Zelanda y Sudáfrica, con quien debutará el próximo lunes a partir de las 9.30 hora española después de una intensa preparación que tuvo como primera prueba de fuego la Superfinal de World League que los españoles disputaron en Belgrado, donde terminaron en cuarta plaza. Más allá de diferentes concentraciones realizadas en Barcelona, los chicos de David Martín se marcharon hasta Portugalete para afrontar el último torneo preparatorio ante las selecciones de Francia, Holanda e Italia, habiendo hecho pleno de victorias.

En este sentido, David Martín ha buscado a lo largo de esta prelación una mayor carga física, ya que el estilo de juego de la selección española depende mucho del estado de forma con el que lleguen los internacionales, y es algo, que según, puntualiza le preocupa. «Tenemos que estar físicamente bien para poder competir con estos grandes equipos”, puntualiza el técnico nacional quien pone el foco en los cruces, ya que para él “no nos tiene que preocupar si no llegamos bien a los partidos de la fase de grupos”, puesto que bajo su opinión sus jugadores tienen que alcanza “su estado óptimo” en los Cuartos de Final, o bien en Octavos, si no son capaces de hacerse con la primera plaza de grupo que batallarán sobre el papel ante Hungría con quien perdieron hace unas semanas en la World League. «Este tipo de competiciones muchas veces no las gana el mejor, sino el que llega mejor”, insiste un Martín, quien tiene claro cual es la hoja de ruta a llevar a cabo.

Unas reglas que «nos benefician»

«Queremos seguir en la línea del último año: jugando a un nivel muy alto y desplegando nuestro mejor waterpolo. Si funcionamos en esta línea, como hemos hecho en los últimos torneos, estoy convencido de que lucharemos otra vez por estar arriba, ya que hay que tener en cuenta que no podemos pensar que por haber logrado una medalla en un Europeo después de diez años sin conseguirlas, ahora las medallas van a caer solas, puesto que en la élite hay siete u ocho equipos que pueden ganarnos, pero nosotros también a ellos. El objetivo es jugar bien y ser fieles a nuestra esencia, como hicimos en el pasado Europeo. Si logramos mantener esto, estoy convencido de que seremos un equipo temible y podremos luchar con esas potencias durante años”, explica el seleccionador, quien ha trabajo mucho estos últimos meses en lograr que la adaptación a las nuevas reglas de FINA sea lo menos traumática posible. Unas nuevas reglas, que según Martín “favorecen a un waterpolo más dinámico”, y todo lo que sea más movimiento favorece a los españoles. No obstante, cree que ”en el waterpolo mundial hay siete u ocho grandes equipos europeos que están en cabeza y lo seguirán estando. Puede haber pequeños detalles, que alguno se adapte mejor que otro, pero al final es mentira que los balcánicos vayan a sufrir con las nuevas normas. Los que son buenos siempre se adaptan rápido«.

Las chicas: con hambre de oro |

La selección española femenina de waterpolo llega al Campeonato de Mundo de Gwangju (Corea del Sur) con las ideas claras, pero “sin pensar mucho” en la lucha por las medallas, ya que según el seleccionador español, Miki Oca, cada Campeonato lo deben afrontar “como un nuevo reto” y cada partido “como un día diferente en el que debemos dar lo mejor de nosotras mismas”. Y es que el equipo nacional, que está encuadrado en el Grupo C junto a Cuba, Kazajistán y Grecia afronta la cita después de una larga e intensa preparación, en el que según Oca el equipo ha trabajado “muy bien”, y siendo conscientes de la importancia que tiene tener todo atado y bien atado antes de un Mundial al que acceden las mejores selecciones, ya que aunque el grupo va “con las máximas aspiraciones, estarán los equipos de primer nivel, y la igualdad entre todos estará muy presente”. Al final el rival a batir no es otro que Estados Unidos que es la selección dominadora del circuito internacional que se le sigue resistiendo a las españolas.

Las convocadas por el seleccionador española son Laura Ester, Paula Leitón, Maica García, Anna Espar, Judith Forca y Bea Ortiz (Astralpool CN Sabadell), María Elena Sánchez, Paula Crespi y Pili Peña (CN Sant Andreu), Marta Bach (La Sirena CN Mataró), Clara Espar y Roser Tarragó (CE Mediterrani) e Irene González (Hawai-USA).

García, que durante un entreno preparatorio ante Rusia en el CAR de Sant Cugat se fracturó un dedo de la mano derecha que le obligó a ser intervenida a dos semanas del Mundial. «Veremos a ver si Maica llega al debut contra Grecia”, asegura Oca sobre la boya española a la que ya le quitaron los puntos. “Vamos a ver cómo va soldando el hueso que, con la placa, creo que irá soldando bastante bien. Pero habrá que mirar cómo está la herida para saber cuándo puede tirarse al agua. Son más los médicos los que tienen que dar su opinión”, explica el seleccionador nacional, quien para esta cita ha dado entrada a Irene González y Roser Tarragó.

El regreso de Roser Tarragó

Mientras que a la primera la define como una jugadora de “mucha intensidad y con mucha salida a la contra”, que ya se quedó a las puertas de entrar en el equipo que disputó los Juegos Olímpicos de Río 2016, la segunda fue parte activa de los principales éxitos de esta selección entre los años 2012 y 2014. “Roser  ha estado muchos años en el equipo nacional. Es una jugadora de mucha calidad, con un ritmo de juego muy alto, buena capacidad de contraataque y muy buena capacidad defensiva. Y en ataque tiene muy buen uno contra uno y es una buena lanzadora”, comenta Oca quien por contra decidió dejar fuera de la convocatoria a la cinco veces campeona de Europa con el CN Sabadell, Mati Ortiz, internacional desde el año 2010. Sobre esta ausencia, el técnico nacional fue claro: “es una jugadora que ha aportado muchísimo al equipo y que ha sido un ejemplo en todo siempre: como compañera, como jugadora, trabajando… Lo que pasa es que ya son muchos años, el equipo se renueva y hay jugadoras jóvenes que suben con mucha fuerza y hay que darles espacio. Nunca es agradable tener que descartar a alguien, pero por otro lado es bueno para el equipo, porque quiere decir que suben jugadoras con talento y con capacidad para competir”.

Con todo esto, el inicio de la selección española en este Mundial fijado para el domingo a las 10.50 hora española será ante Grecia, selección que le eliminó en semifinales del pasado Campeonato de Europa en el peor partido que se le recuerda a las españolas. Por eso, empezar ante las helenas les obliga a entrar con todo al torneo. “Nos hemos preparado justo para eso, ya que se trata de un partido importante, porque acabar primeros nos daría, a priori, un cruce más asequible, aunque nos cruzaremos con el grupo de Estados Unidos (actual campeona del Mundo) y Holanda (vigente campeona de Europa)”. Ambos se enfrentan en la segunda jornada del martes, por lo que ver cómo se desarrolla ese partido será interesante para una selección española que al igual que el resto de participantes se deberá de someter a las nuevas reglas de FINA, sabiendo que el Mundial será una buena prueba. “Habrá que ver cómo nos adaptamos todos los equipos y también cómo aplica el arbitraje esta nueva normativa. Tenemos jugadoras rápidas y el cambio de reglamento, que hace que el juego sea más rápido, les viene muy bien. Y también con un buen uno contra uno, que con esto de que ahora pitarán penalti cada vez que tengas posición ganada, también nos beneficia”, argumenta.

| ¿Cuál es el panorama general?

Aunque está claro que en este tipo de competiciones todo puede pasar, y nada está escrito, lo cierto es que la competición de chicas presenta una diferencia clara con respecto a la de chicos. Y pasa principalmente por el papel preponderante de una selección sobre el resto. Hablamos como es obvio de Estados Unidos que es la gran dominadora del circuito internacional de manera indiscutible. Y es que son las vigentes campeonas de todos los torneos posibles, y lo han hecho de manera consolidada gracias en gran parte a la figura de su ideólogo. Hablamos, como no, de Adam Krikorian quien cogió las riendas del equipo norteamericano en marzo de 2009 y desde entonces el crecimiento del equipo ha sido fulgurante. Bajo la idea del trabajo diario como base del éxito, Adam ha logrado revolucionar el waterpolo femenino internacional logrando sacar lo mejor de jugadoras de peso como es el caso de Margaret Steffens, la cual estuvo este año jugando en el CN Sabadell, habiéndose proclamado campeona de Europa. El sistema de juego de USA funciona como un reloj, pocas veces se equivocan y se han ganado a base de resultados el respeto de sus rivales. Lo cierto es que con la cabeza puesta ya en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 (todas las internacionales que están jugando en Europa regresan para esta temporada a tierras americanas para someterse al plan de preparación olímpico habitual) se presentan a un Campeonato del Mundo bajo el claro papel de favoritas. Y lo hacen sin complejos, pero también sin presiones.

USA y Holanda, un escalón por encima

Más allá de Estados Unidos es importante poner el foco en dos selecciones más. Una es la vigente campeona de Europa: Holanda. Con el mismo bloque con el que participó en el Campeonato de Europa de Barcelona el pasado verano, las holandesas se plantan con las espadas en alta, cargadas de autoestima y con la clara de intención de sin hacer mucho ruido ir partido a partido hasta la gran final, teniendo en cuenta que algunas de sus principales referencias en ataque como es el caso de la crack de Van der Sloot llega con hambre, con mucha hambre de victoria y con el sueño de lograr el segundo oro en su historia en un Mundial. Con 12 participaciones, su primer oro lo logró en el año 1991 y después de lo vivido en La Picornell el pasado verano, no hay que descartar nada. Ni tampoco hay que destacar a Australia, que siempre está ahí. Con un bloque que lleva ya varios años trabajando juntos, con algunas de sus jugadoras habiendo cogido experiencia en las ligas europeas, y con otras trabajando durante el último año de manera exhaustiva en Australia que como dato este año decidió que gran parte de su Liga nacional se jugará ya con las nuevas reglas posibilitando que la adaptación a estas fueron lo más rápido posible. Keesja Gofers, una de sus referencias, no oculta que van con ambición al Campeonato, pero por otro lado se muestra consciente de que Estados Unidos está un escalón por encima del resto, a no ser que no tengan un buen día, que muy pocas veces se da. «Obviamente son el rival a batir por todos los países, teniendo en cuenta que luego hay entre ocho y nueve equipos que están cerca y entre los que existe mucha igualdad. Todo puede pasar», explica la australiana, quien en caso de enfrentarse ante USA reconoce tener ambición como para ganarles.

GRUPO A: Sudáfrica, Nueva Zelanda, Holanda y Estados Unidos
GRUPO B: Canadá, Hungría, Corea del Sur y Rusia
GRUPO C: Cuba, Grecia, Kazajistán y España
GRUPO D: Japón, Italia, China y Australia

¿Y que pasará en la competición de chicos? Pregunta muy pero que muy complicada, puesto que los números dicen una cosa pero la realidad es otra. Sobretodo después de conocer la convocatoria con la que Dejan Savic se ha presentado en Corea del Sur. Una lista de catorce convocados muy poco reconocible en la que hay una serie de ausencias que según algunos hace que el papel habitual de favorito de Serbia sea algo menor. El vigente campeón olímpico y de Europa (recordemos que Croacia se hizo con el oro mundial en Budapest 2017) siempre está en todas las apuestas por historia y por jugadores, sin importar a quien lleve. Sin embargo, la duda está en ver si las nuevas reglas que buscan un juego más rápido y dinámico pasan factura a una selección balcánica acostumbrada más a contar con deportistas de peso habituados ellos a un mayor juego de contacto, y de menos velocidad.

¿El equipo ‘B’ de Serbia?

Lo cierto es que éste no tan conocido equipo de Serbia tiene su razón de ser: Dejan Savic tras liderar un proyecto exitoso ya piensa a largo plazo y comienza a dar forma al equipo con el que buscará el oro en los Juegos Olímpicos de 2024. Y es que el ideólogo de una de las mejores selecciones de la historia ha decidido acudir a Corea del Sur sin Filip Filipovic, Andrija Prlainovic, Dusko Pijetlovic, Milan Aleksic, Stefan Mitrovic y los experimentados porteros. Gojko Pijetlovic y Branislav Mitrovic. Y es que el objetivo principal de Serbia en 2019 era la medalla de oro en la Liga Mundial para así conseguir el billete olímpico para Tokyo 2020 y tras lograrlo como anfitriones en Belgrado hace unas semanas Savic ha dado descanso a los deportistas experimentados. Con quien si contará será con Milos Cuk y Dusan Mandic, aunque como reconoció Savic el pico de este joven equipo llegará en la cita olímpica de 2024. Lo mejor para comprobar el nivel de exigencia de Serbia pasa por ver el nivel que presentará su grupo junto a Montenegro y Grecia. Selecciones, todas ellas, calificadas como potencias, si tenemos en cuenta que Serbia tiene dos títulos mundiales (2009 y 2015), una plata (2011) y un bronce (2017), que justamente logró tras vencer a Grecia que por contra tiene dos bronce, logrados en 2005 y 2015.

Más allá de estas selecciones ya mencionadas, hay una cuarta que está en la picota de favoritos. Se trata del vigente campeón del Mundo: Croacia que en 2017 puso toda la carne en el asador, dio un golpe sobre la mesa y se tomó la particular revancha con Serbia (le había ganado un año antes en la final olímpica de Río) para conseguir una medalla de oro que supuso la consolidación de un bloque, de un concepto y en general de uno de los países con más tradición y arraigo por el waterpolo del planeta. Para esta cita Ivica Tucak no ha hecho muchos cambios en su equipo con respecto a las últimas competiciones. Hasta diez jugadores que consiguieron el oro en el Mundial de Budapest estarán defendiendo a Croacia en Corea del Sur. En comparación con el equipo que ganó el oro en 2017, los nuevos nombres son el experimentado boya del CN Atlétic Barceloneta Josip Vrlic, Hrvoje Benic y Lovre Milos. Como dato es importante tener en cuenta que de esta selección, hasta doce jugaron el año pasado la Champions League, mientras que el décimotercero, Ante Vukicevic ganó la LEN Euro Cup con el CN Marsella. Un último dato, Sandro Sukno estará en el Mundial, pero estará como integrante del staff técnico de Croacia. El que fuera MVP del pasado Campeonato del Mundo se tuvo que retirar como jugador en activo por un grave problema en el corazón que le diagnosticaron hace más de un año.

GRUPO A: Serbia, Corea del Sur, Montenegro y Grecia
GRUPO B: Estados Unidos, Croacia, Australia y Kazajistán
GRUPO C: Sudáfrica, Nueva Zelanda, España y Hungría
GRUPO D: Brasil, Alemania, Italia y Japón

Las nuevas reglas: protagonistas |

Este Mundial, sobretodo, marcará un antes y un después dentro del waterpolo. En la ciudad de (Corea del Sur) las nuevas reglas FINA irrumpirán por primera vez en una competición de máxima relevancia internacional, si tenemos en cuenta que durante las Superfinales de World League celebradas hace unas semanas, las diferentes selecciones participantes pudieron probar de manera oficial el uso de un nuevo reglamento que trae consigo cambios significativos. Unos cambios que se sustentan bajo dos prismas: el juego y el arbitraje. Uno de los impulsores e ideólogo del que es considerado por muchos como el cambio más sustancial que ha vivido el waterpolo a lo largo de su historia es español. Se trata de Lolo Ibern, toda una institución, que desde agosto de 2017 (y a sus 72 años) está al frente del Comité Técnico de FINA. Como es lógico, el que fuera Secretari General de l’Esport de Cataluña formó parte del equipo de trabajo que durante meses elaboró la propuesta final que fue refrendada después de un largo debate. Unos cambios que define, en primer lugar, como «positivos», puesto que según desvela suponen un paso al frente a la hora de convertir el waterpolo en un deporte más rápido, vistoso y que a su vez logre convertirlo en más atractivo para el aficionado.

Más allá de la influencia que supondrán estos cambios en el juegos, lo cierto es que a nivel arbitral se busca disponer de todos los mecanismos que faciliten el trabajo de los colegidados. Es por ello que el Videoatrbitraje (VAR) ha llegado al waterpolo, pero no con la notable incidencia con la que se desarrolla en el fútbol, sino de una manera más concreta, puesto que su uso tan sólo será aplicable para dos casos concretos: una al más estilo ‘ojo halcón’ y otro para los casos en los que se produzca una agresión. Según Ibern lo que pretende la FINA es que exista un sistema «que nos ayude a dictaminar si es gol o no». Ya en las últimas Superinales de Liga Mundial se comprobaron sus resultados ala hora de garantizar si el balón entra del todo o no en la portería. En este sentido, también se pudo comprobar los efectos en cuanto a la aplicación del VAR para la comprobación de acciones violentas, puesto que para el dirigente de FINA, «No queremos que haya ningún tipo de violencia extrema, por lo tanto cuando haya habido una situación de brutalidad que no haya sido sancionada, por las razones que sean, se analizaran y se sancionará al jugador sin cambiar el resultado«, puntualiza.

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