Dejan Savic: el entrenador más carismático que elevó a Serbia

La historia reciente del waterpolo en Serbia no se entendería sin la influencia en lo deportivo y también en lo personal de Dejan Savic, quien en su país es una de las figuras más relevantes no sólo del waterpolo, sino del deporte en general. Bajo su batuta, el equipo nacional balcánico se ha erigido como el mejor (al menos de la última década), puesto que su palmarés no ha parado de crecer, con innumerables títulos que han llenado las vitrinas. Hablamos de un sinfín de medallas, en su mayoría de oro: dos títulos olímpicos en Río 2016 y Tokio 2021, tres oros europeos en 2014, 2016 y 2018, así como un oro mundial en Kazán en el año 2015. Tomó los mandos de la selección en el 2012 tras el bronce que ganó Dejan Udovicic, quien lo dejó justó después de esos Juegos de Londres. Su peor resultado fue curiosamente en sus inicios. Concretamente en el Mundial de Barcelona 2013 cuando finalizaron el Campeonato en séptimo lugar al vencer en la última jornada a Australia, aunque es lógico mencionar las dos citas internacionales de este año, ya que tanto en Budapest como en Split, Serbia estuvo muy lejos de las posiciones privilegiadas, debido a un cambio de tercio obligado por la salida de la selección del núcleo duro de jugadores que hicieron realidad los éxitos en el agua. Waterpolistas de entidad como Filip Filipovic y compañía. Además Savic tiene un pasado glorioso como entrenador en Serbia. Allí estuvo al frente del Estrella Roja dos temporadas con el que consiguió dos Copas y Ligas serbias, así como una Champions League, entre otros títulos.

Sin embargo, los que ya tienen cierta edad, conocen la vertiente más destacada de Dejan, ya que como jugador militó en varios equipos punteros del panorama europeo. Partizan, Florencia, Pro Recco, Sintez Kazan y Estrella Roja fueron sus equipos. Sin olvidar su pasado por la Liga española a través de su paso por CN Barcelona y CN Atlétic Barceloneta, en una época en la que marcó los tiempos goleadores de nuestro Campeonato nacional. No obstante, hay que poner en valor que con VK Partizan, sin ir más lejos, consiguió un total de once títulos. Cuando disputó la liga rusa llegó a ser uno de los jugadores mejor pagados de la historia de esté deporte (el que más, era su compatriota Aleksandar Šapić). En esta misma línea como internacional (de 1994 a 2008) tuvo varias etapas: Yugoslavia, Serbia – Montenegro y posteriormente Serbia. En total llegó a disputar la friolera suma de 444 encuentros oficiales, siendo el jugador con más partidos disputados. A esta escandalosa cifra la acompaña otra: 405 son los goles que llegó a marcar. Sin embargo, una de las espinitas que siempre ha reconocido que se la ha quedado marcada es el oro olímpico. Como jugador consiguió una plata y dos bronces, pero nunca un oro olímpico. A esto se le suma un largo palmarés, en el cual destaca el Mundial conseguido en Montreal 2005. En estos momentos, Dejan Savic es considerado como el mejor entrenador del mundo, aunque ya hay varios nombres que destacan y sobresalen por encima del resto.

Más allá de su carisma y su humildad a Savic se le ha caracterizado por su franqueza, ya que siempre se ha mostrado sincero en sus declaraciones, pero desde el respeto y la educación al ser una persona calmada fuera de las piscinas. En este sentido, Savic no hace mucho avisó de los serios problemas que afrontaría el waterpolo en Serbia, que ahora mismo se encuentra en un limbo deportivo, a la espera de nuevo seleccionador y con la incertidumbre de comprobar si la nueva camada de deportistas nacionales van a terminar de explotar. «Hay una salida de jugadores al extranjero seria», llegó a decir el técnico serbio. Ahora el que reciba su testigo tendrá el difícil reto de estar a la altura de alguien que ha dejado un legado imborrable.

@etoster