‘Divino descanso’

El equipo A, los Beatles, los cuatro fantásticos, las spice girls, los cuatro elementos, … todos ellos tienen dos cosas en común: el número de integrantes y la interdependencia positiva entre ellos. Lo mismo ocurre con la vida. Alimentación, actividad física, descanso y socialización. Son nuestra esencia, nuestros pilares necesarios e innegociables. Los pilares de la vida.

Comienza una nueva temporada. Caras nuevas, pilas recargadas, nervios e ilusión. Primer viaje, primera cena de equipo, primeras agujetas y primeras lesiones. Compromiso total. ¿Os suena? Nuestro pan de cada septiembre… Esta vez voy a centrarme en el descanso, en la recuperación. Algunos y algunas pensaréis que bastante hemos/han descansado ya durante las vacaciones o descansamos/descansan durante el año. Quizás tengáis razón o quizás no. Los jugadores y jugadoras se enfrentan diariamente a numerosos estímulos que pueden conllevar una recuperación incompleta (Barnett, 2006), además de las disminuciones del rendimiento relacionadas con la fatiga de los partidos (Mohr et al., 2005). Más cantidad no siempre significa mejor; más calidad, sí. Escala de grises.

Como ya hemos comentado varias veces, el waterpolo es un deporte intermitente de alta intensidad con periodos de recuperación incompletos (Botonis et al., 2019; Smith, 1998). En consecuencia, la recuperación tras el ejercicio es parte fundamental del rendimiento deportivo (Barrenetxea-García et al., 2022; Calleja-González et al., 2016). En términos generales, los métodos más empleados son las estrategias nutricionales, suplementación ergogénica, recuperación activa, hidroterapia, estiramientos, prendas de compresión, masaje, estrategias psicológicas, descanso y sueño (Calleja-González et al., 2016). En nuestro deporte, se ha demostrado que el uso del foam roller como estrategia de recuperación no es útil (Barrenetxea-García et al., 2023); y el aumento de la carga de trabajo junto con una inadecuada recuperación afecta a los patrones del sueño y puede aumentar el riesgo de enfermedad (Botonis y Toubekis, 2023). Precisamente, el sueño es el factor más importante en la recuperación (Vitale et al., 2019). Se ha observado que la prevalencia de la insuficiencia del sueño es significativamente alta entre los y las deportistas de élite debido a los horarios de entrenamiento y competiciones (Roberts et al., 2019; Walsh et al., 2021), provocando un descenso en el rendimiento (Bonnar et al., 2018). Al mismo tiempo, las sesiones de entrenamiento y los partidos que se realizan por la noche (18:00 a 21:00 horas) se asocian con un inicio más tardío del sueño, menos tiempo en la cama y menos descanso total (Fullagar et al., 2016). Lamentablemente, esta situación está generalizada y normalizada en el waterpolo. ¿Me equivoco? Compañeros y compañeras, tenemos un grave problema.

Todavía nos queda largo camino por recorrer (aunque lo más importante es comenzar). En este sentido, se desconoce el uso de estrategias de recuperación en la práctica por parte de los entrenadores, entrenadoras, jugadores y jugadoras. Por esa razón, vamos a realizar una consulta a escala mundial cuyo título será “medición del uso de estrategias de recuperación y calidad del sueño en entrenadores, entrenadoras, jugadores y jugadoras de waterpolo”. Será un proyecto que pretende: a) evaluar la utilidad percibida, el uso real y las limitaciones para la implementación de estrategias de recuperación entre los jugadores y jugadoras de waterpolo y sus entrenadores y entrenadoras; b) medir y evaluar la calidad del sueño de jugadores y jugadoras de waterpolo. ¿Cuándo? De octubre a diciembre. Por ello, necesitaremos vuestra ayuda para promocionar y divulgar el link de la encuesta, el cual publicaremos y compartiremos el próximo mes por medio del correo electrónico, redes sociales, whatsapp y esta web. Cuantos más seamos, mejor. El balón amarillo nos lo agradecerá.

Por lo tanto, comencemos esta nueva temporada siguiendo construyendo y reaprendiendo. Entre todos y todas, para todos y todas.