El 64-0 que deja el formato con el culo al aire

Hacer cambios en el reglamento para que el waterpolo sea más atractivo y acabar siendo noticia por un formato de competición desigual, es un fracaso para nuestro deporte

Se subió el telón en uno de los Campeonatos del Mundo más esperados por los aficionados del waterpolo. Ver como las mejores selecciones del planeta se adaptan (o no) a las nuevas reglas de FINA es motivo de expectación. Sin embargo, visto lo visto hacer cambios para que el waterpolo sea más atractivo y acabar siendo noticia por un formato de competición que no funciona es sinónimo de fracaso. En la primera jornada del Campeonato, Hungría ganó por 64-0 a las anfitrionas de Corea del Sur, entrando en los anales de la historia como el equipo que gana un partido con mayor diferencia de goles en un Mundial. Pero esto no queda aquí: Holanda ganó 0-33 a Sudáfrica y Estados Unidos 3-22 a Nueva Zelanda. Y es que justificar las participaciones de estas selecciones de menor entidad en que con esta presencia en el Mundial se promociona el waterpolo en el país, es cuanto menos engañoso. Flaco favor hace para el waterpolo koreano o sudafricano que en los medios locales se vea una derrota tan sonrojante como esta. Ese sentimiento de país al que todo aficionado al deporte recurre en grandes citas desaparece sin más. Seamos sensatos, a nadie le gusta que le pinten la cara.

¿Y de quien es la culpa? Ríos de tinta se ha escrito en las últimas horas en las redes sociales sobre que debe hacer un equipo que es notablemente más superior que su rival. Si vas al cien por cien manteniendo tu juego habitual te llamarán desconsiderado, pero si bajas la marcha, otros dirán que estás faltando el respeto al equipo que tienes en frente. Yo soy más de la segunda opción, puesto que la mejor forma para demostrar el mayor de los respetos a tu rival es jugar con todo, y más a estos niveles que debido al sistema de competición un empate de puntos, puede decidir la clasificación directa para Cuartos por diferencia de goles. Quién puede responsabilizar a Hungría de endosarle a Corea ese resultado, teniendo en cuenta lo que se está jugando.

Y entonces, ¿a quien hay que señalar? Sin lugar a dudas, FINA debe pararse a pensar hacia donde debe ir todo un Campeonato del Mundo. No puede permitir que su competición más importante tenga resultados tan amplios como éstos. Y la solución es fácil: reducir el número de participantes. Dar cabida a 16 equipos está demostrando ser un error. ¿La solución? Disminuir el ranking de participantes y potenciar el Mundial B que ya viene funcionado con países que están trabajando en la promoción del waterpolo, pero que no llegan a tener el nivel para codearse con selecciones como Estados Unidos, Hungría y España entre otras. Utilizar el Mundial B como aliciente para estos deportistas debe tenerse en cuenta. Así se haría un favor a todos.

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