El CW Navarra, en pie de guerra por una instalación justa

Fernando Munarriz habla claro en WATERPOLISTA.com sobre los problemas que se encuentran para poder entrenar diariamente con total normalidad en Navarra

Pamplona ha sido durante muchos años la capital que más piscinas por habitante tenía. Pero la mayoría de ellas eran de clubes privados. Es por ello que desde el sector público no se vieron en la necesidad de satisfacer este aspecto, pues ya estaba solucionado, sin pensar en que una actividad de waterpolo en pleno crecimiento necesitaba un lugar en el que poder entrenar y competir con total normalidad y sin tener que ir de una a otra piscina. Y es que, la realidad pasa porque en la ciudad a día de hoy solo hay dos instalaciones públicas que disponen de las medidas para poder desarrollar este deporte, pero solo hasta la Primera División, al tratarse de piletas de 25 metros. Sin ir más lejos, o la última que se construyó (hablamos del año 2007) fue una piscina 25 x 12,5 (con profundidad de 1,40 a 2,00 metros). Estaba planificada la piscina que fuera de profundidad mínima de 1,80, pero a última hora cambiaron y no se puede hacer waterpolo.

Es por ello que desde el CW Navarra, entre otros clubes, reclaman un cambio drástico. «Venimos reivindicando cada año en poder disponer de una sola piscina donde hacer los entrenamientos de waterpolo, de todas las categorías (incluyo también incluso al WP 9802) y disputar las diferentes competiciones en una sola instalación. Tanto el primer equipo como el resto de categorías, tenemos que entrenar en cuatro piscinas diferentes y en los horarios que quedan libres cuando dejan de usarse por los socios de esas instalaciones, y la mayor parte de las veces con cuatro calles, no con piscina completa. El 25% de nuestro presupuesto se va en alquiler de instalaciones», explica a WATERPOLISTA.com Fernando Munarriz, presidente del CW Navarra.

La cabeza visible de la entidad navarra reconoce que «no podemos crecer más en número de practicantes por no disponer de instalaciones donde poder entrenar, aunque estemos utilizando cuatro, pero con horarios muy restrictivos«. En Aranzadi aunque se puede practicar y entrenan, solo le dejan (por supuesto que pagando) cuando se cierran las instalaciones al público y tienen que pagar además al socorrista. Pero aquí prácticamente no hay espacio para público en caso de poder disputar algún partido. Además, se da la circunstancia que en estos momentos está averiada y hasta mediados de noviembre, como pronto se mantendrá cerrada, «con lo que tenemos un espacio menos para entrenar«, confiesa.

La otra es la de Guelbenzu. Es la piscina pública más antigua. Son unas instalaciones antiguas que necesitan un reforma integral. «El problema es que quieren hacerle solo un lavado de cara y creo que eso es tirar el dinero. Para adecuarla a la normativa actual quieren invertir 500.000 €, pero necesitaría hacer más cosas. Se les presentó el pasado año una oferta privada para hacer una inversión en unas instalaciones completamente nuevas y después de un año contestaron que no les encajaba, cuando no se pedía inversión pública, era todo privado», puntualiza Munarriz, quien desvela que «el waterpolo es la única modalidad deportiva de Navarra con equipo en la máxima categoría que no dispone de un espacio público reglamentario para poder disputar y entrenar sus equipos. Y este año cumplimos la undécima temporada consecutiva en la División de Honor«.

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