La notable labor de Jordi López en las etapas de formación

La pasión por el waterpolo de Jordi López le ha permitido mantener viva la llama de la ilusión y hasta esta misma temporada ha venido compaginando su faceta de entrenador con la de jugador, ya que formó parte del absoluto del CN Manresa en la Primera catalana. Justamente en este mismo club ejerce de técnico en categorías. Una labor que comenzó a los 21 años cuando cogió las riendas del primer equipo femenino y la escuela del GEiEG, club en el que justamente comenzó su trayectoria deportiva bien joven. «Paré unos años mientras estudiaba la carrera de INEFC y ya en el último año de carrera volví a entrenar los mismos equipos. Eso era el año 2000 y desde entonces he estado ligado a los banquillos con algín que otro año en el que no entrené por motivos profesionales«, reconoce a WATERPOLISTA.com un amante del waterpolo que a título deportivo pasó por otros equipos como el Waterpolo Valencia y el CN Sallent.

Toda la experiencia adquirida a lo largo de estos años le ha permitido convertirse en el entrenador que es ahora, caracterizándose por ser «muy pasional, sobretodo en el partido. «Los vivo mucho y a veces debería tener más calma, pero bien es cierto que me gusta mucho el trabajo diario y sobretodo trabajar con niños y niñas en etapa de formación», resalta el técnico catalán que valora su etapa en los banquillos «con algunos altibajos«, pero entendiendo que siempre lo ha dado todo por este deporte. «Estoy orgulloso del trabajo hecho y sobretodo me enorgullece ver como evolucionan los deportistas y ver como crecen«, comenta un profesional que hoy día coordina la escuela deportiva del CN Manresa y entrena a los equipos benjamín, alevin y femenino. «Poco a poco estamos recuperando la base y a través del trabajo recuperar un poco el sitio que el club merece», explica, al igual que considera que el actual momento del waterpolo catalán es «muy bueno». «Se está trabajando muy bien desde los clubes y eso hace que todas las ligas tanto masculinas como femeninas en todas las categorías tengan un gran nivel. Quizás falta un poco de ayuda institucional y recuperar la gestión de muchas instalaciones ya que clubes como el nuestro, que no gestionamos instalación, dependemos básicamente de los deportistas y el trabajo incansable de la junta y los padres y madres del club«, asegura desde la franqueza un técnico que define el Manresa como sea segunda casa, y con unos retos claros sobre la mesa: «quiero seguir creciendo y intentando ayudar a todos los deportistas que pueda llegar a entrenar. A todos nos gustaráa estar al mas alto nivel y ganar títulos pero con los años aprendes a valorar muchas otras cosas de tu trabajo, ya que para mi ver como cualquier niño o niña que haya podido entrenar, tienen una buena carrera y llega a conseguir sus objetivos también es un éxito», concluye.

@etoster