El waterpolo como sinónimo de compañerismo

Mientras el Covid-19 sigue condicionando nuestras vidas, nuestras ligas, siendo una incógnita los partidos que se van a jugar cada fin de semana, parece sorprender a todo el mundo la solidaridad entre los clubes al ceder las instalaciones para poder jugar los partidos cuando, algunos de ellos, por circunstancias de la situación actual, no puede utilizar las suyas. Para los que conocemos bien este mundo, sabemos que la rivalidad termina cuando suena la bocina de final de partido y no solo para jugadores y entrenadores, sino que las directivas comparten un espíritu deportivo que va mucho más allá del formulismo, de las palabras vanas, más bien todo el contrario, en cuanto tienen oportunidad, demuestran esta voluntad de ser un colectivo unido y adherido a los valores que , no lo duden, les han llevado a formar parte activa del deporte de competición en general y del waterpolo en especial. Puedo asegurar que, simplemente, la gente del waterpolo es así.

La faceta coordinadora del área de waterpolo RFEN, en una temporada de arduo trabajo, ha encontrado unos aliados a los que ya conocía de antemano. Se ha formado una coalición fuerte para luchar contra un enemigo al que era y es necesario hacer frente unidos. Es por ello que la cesión de las piscinas para que jueguen los partidos equipos que no son los “de casa”, los gestores de las piscinas, es solo la consecuencia de todo ello, tan admirable como predecible por ser quien son y lo que representan. Es por ello que, cuando leo en las redes las palabras de agradecimiento de los jugadores y jugadoras, por dejarles practicar su deporte en su casa, me llena de satisfacción por lo que significa, por lo conscientes que son de lo que significa y me convence de que el futuro de nuestro waterpolo, que está en ellos, está seguro.

@GasparVenturaM