Gisela Pérez: una de las pioneras más luchadoras del waterpolo argentino

Tras haber sido una de las pioneras en Argentina, esta apasionada del waterpolo una vez colgó el gorro en el año 2013 dio el salto a los banquillos, donde se mantiene actualmente en un proyecto en crecimiento

En octubre de 1993 por medio de Eduardo Corchio, Gisela Pérez se inició en el balón amarillo cuando en Argentina no existía el waterpolo femenino como tal. Por aquel entonces ella era nadadora del Club Atlético Independiente de Avellaneda, y su pasión por el waterpolo le llevó a dar un paso al frente y asumir el rol de capitana de un equipo que fue creciendo y lideró hasta el 2008 después de haber ganado varios Campeonatos nacionales. Tras una etapa exitosa el equipo al completo dejó el club y se marchó al Suterh, otro club de la capital de Buenos Aires que junto a ellas inició la actividad del waterpolo. Allí se mantuvo hasta 2013 cuando dejó el waterpolo en activo, sin antes no haber sido parte del equipo nacional dese 1994 hasta 2011. Con la selección jugó nueve Sudamericanos, una Copa UANA e hizo historia alabar disputado en 2011 en Guadalajara en los primeros Juegos Panamericanos de Argentina. Aunque si que ha mantenido contacto con el balón amarillo por medio del equipo colombiano Oggun o del equipo +35 que jugó el Mundial Máster de Budapest, lo cierto es que Gisela no dudó en dar un paso al frente y sumergirse en una faceta como entrenadora, ya que desde 2014 es parte de un proyecta con otras dos ex jugadoras de la selección nacional como son Paula Melano y Paula Margalejo, quienes crearon una escuelita de waterpolo que fue creciendo con los años (a pesar de no tener club propio instalaciones apta para jugar). «Fuimos creciendo de cinco chicos que empezaron, hoy contamos con la escuelita y equipos competitivos jugando en las categorías sub11, 13, 15,17 y ahora 19 en torneos regionales y nacionales«, explica.

| Los retos para poder mejorar

En este sentido, Pérez considera que el waterpolo en su país «ha alternado desde mis comienzos hasta ahora ciclos buenos, y otros no tanto… Dependiendo de diferentes gestiones hemos avanzado y a veces hemos retrocedido en la evolución. Creo que a partir del 2010 donde se creo el ENARD (un ente nacional para ayudar económicamente a los deportistas de selección) hubo un salto de calidad ya que se pudo participar en torneos más importantes, hacer giras precompetitivas muy importantes para el crecimiento de cualquier jugador y país que quiera mejorar, tener el «roce» con jugadores de mejor calidad y más experiencia, pero, como muchas cosas, creo que no logramos aprovecharlas más que nada en el femenino», desvela la entrenadora quien considera que para ella una de las principales cosas que se debe mejorar «por lo menos en Buenos Aires» es la infraestructura. «Hay muy pocas piscinas aptas para practicar waterpolo a nivel competitivo. También apoyo económico, sponsors, amentar competencias regionales (que son muy difíciles por la gran distancia entre las regiones de nuestro país). Es necesario visibilizar el deporte para captar más adeptos, que haya un plan nacional integral de desarrollo del waterpolo, organizado, controlado, con profesionales que se capaciten continuamente y acepten propuestas de cambio, dejen egos atrás, así como unifiquen a favor del deporte del país. Y si bien mejoró mucho desde que comencé, todavía me gustaría que se valore más por capacidad y no por género», puntualiza.

Por otro lado, Pérez a nivel latinoamericano entiende que hoy día hay varios países que se están tomando el waterpolo «más seriamente«. «Llevan a cabo algunas políticas de desarrollo y capacitando a sus entrenadores, contratando técnicos o asesores extranjeros con más experiencia para ayudar al crecimiento, tratando de mejorar y aumentar la competencia interna y cada vez hay más jugadores latinoamericanos jugando en Europa (no solo de Argentina y Brasil) lo cual genera un crecimiento en la región. Creo que ayudaría mucho al crecimiento latinoamericano pasaría por aumentar la competición, pero sé que es muy difícil por el tema de las largas distancias entre los países y las posibilidades económicas, que a diferencia de Europa son muy grandes», asegura a la par que desvela que «lamentablemente» no reciben el apoyo necesario. «De hecho los últimos torneos juveniles los mismos jugadores tuvieron que recurrir a rifas, colaboraciones por Instagram para poder viajar. Es imposible que haya crecimiento si no hay competencia. Basan los apoyos económicos en los resultados, que nunca van a poder ser lo suficientemente buenos si no hay un apoyo previo. Creo que todo lo que se logró y se logra es por la pasión, la garra y el talento que tuvieron y tienen los waterpolistas argentinos. Si tuviéramos más apoyo otra sería la historia», sentencia.

twitter-bird@etoster

También podría gustarte
¡Suscribete a WATERPOLISTA.com totalmente GRATIS!
Disfruta de todas las novedades que se publican en WATERPOLISTA.com y muchas ventajas que irás recibiendo semana tras semana.