Gorka Sánchez, ese ‘loco’ del waterpolo
El profesional vasco disfruta transmitiendo valores y conceptos en el Leioa Waterpolo, el club de su vida donde ejerce de responsable de la sección masculina en combinación directa con el apoyo a la dirección técnica
Gorka Sánchez es uno de esos locos del deporte. Y es que si por él fuese practicaría el mayor número de disciplinas deportivas posibles. Sin embargo, el waterpolo es para él diferente y sumamente especial, ya que el balón amarillo es el que mejores momentos le ha dado como entrenador y jugador. «Me ha enseñado a organizarme, ser disciplinado, respetuoso, sacrificado y ser capaz de valorar lo que otras personas han querido enseñarme», reconoce a WATERPOLISTA.com un técnico que como jugador no sólo militó en el Leioa, donde se inició con algo más de 14 años, sino que a su vez tuvo la oportunidad de jugar en Nacional por medio de la Askartza. Sin embargo, ahora su vinculación con el waterpolo se centra en potenciar su faceta como entrenador, ya que entiende que bajo esta labor tiene el privilegio de educador a través del deporte. «Lo es todo para mi«, puntualiza una persona que por la mañana es profesor y por la tarde entrenador, por lo que se pasa el día tratando de transmitir cosas a otras personas. «Eso es lo que me llena de mi trabajo«, apunta.
| El club de su vida
Actualmente, Gorka es el responsable de la sección masculina del Leioa Waterpolo, aunque a su vez ayuda a Jon López en la dirección técnica del club, ya que a su vez por debajo, tiene un grupo de entrenadores ayudando a que el proyecto tenga sentido estabilidad. «En cuanto a equipos, soy el entrenador del equipo masculino que actualmente compite en la Primera División de Euskal Herria y entrenador del cadete femenino además de complementar y ayudar a Jon López y Josu Barrenetxea con el Nacional Femenino en División de Honor», explica Sánchez quien desvela que para él, «el Leioa es el club de mi vida donde me inicié como jugador y entrenador». «Dentro del club he conocido a personas que me han educado y ayudado y por supuesto, amigos/as para toda la vida. A su vez, he tenido la suerte de ver como el club ha crecido desde la gran labor de Javi Vidal hasta el día de hoy y eso me hace sentir muy orgulloso. Es una salvajada el hecho de pensar que mas de 200 familias confían en nosotros para la educación y practica del deporte para sus hijos/as«, explica.
En este sentido, y a modo de balance, Sánchez considera que es «inevitable pensar en la pandemia que estamos viviendo para valorar la situación de cualquier equipo». «En nuestro caso, estamos viviendo unas limitaciones de espacio y horarios terribles. La poca disponibilidad de todo esto, sumado a que el fin de semana no haya competición lastra a los jugadores sin duda, pero el grado de compromiso que están mostrando es admirable. Estoy muy orgulloso de todo lo que están sacrificando para que esto no pare en la medida de lo posible. Además, cada año vamos a mas y tal y como acabó el año pasado todo hacía que este año lo esperáramos con muchas ganas», explica un técnico que en cuanto al equipo femenino entiende que «ocurre unos tres cuartos de lo mismo con la “suerte” de poder competir al final de la semana en División de Honor. Aún así, estamos bastante lejos de ofrecer a las chicas un entrenamiento acorde a la exigencia de la competición. Es un milagro lo que consiguen hacer cada semana», puntualiza Sánchez que tiene claro cuales son sus retos a nivel profesional: «el principal que cualquier entrenador/a está viviendo actualmente es salvar de alguna manera el daño que nos está produciendo toda esta situación. Conseguir que las categorías inferiores entrenen, que los que ya están entrenando no pierdan la motivación, que nosotros/as mismos/as no la perdamos tampoco … etc. Más allá de todo esto, para mi, ver cómo un jugador/a llega desde abajo a primer equipo y se convierte en pieza importante del supone un reto motivante», sentencia.