Jaime Arriazu: un símbolo navarro que dice adiós

Jaime Arriazu vivió un final de su trayectoria deportiva con una sensación agridulce, puesto que en la temporada en la que decide colgar el gorro, su equipo, el CDW Navarra consumó el descenso de categoría tras catorce años formando parte de la Liga de División de Honor Masculina, y después de una temporada que el propio navarro define como «mala», ya que según reconoce a WATERPOLISTA.com «no hemos sabido aprovechar las oportunidades, los partidos claves no los hemos sabido afrontar de la mejor manera, igualmente nos a faltado un poco de surte». «Es un desenlace duro porque este equipo tenía calidad para mantenerse«, puntualiza, a la par que se muestra sincero a la hora de afirmar que no se cumplieron con las expectativas. En todo caso, ahora una de las instituciones histórica de la familia del Navarra dice adiós debido «a los años y a la falta de tiempo para entrenar«, puesto que según reconoce «hoy día mis prioridades son otras«, puntualiza un deportista que a lo largo de su vida se ha caracterizado por ser un jugador trabajador y sacrificado por y para sus compañeros.

En este sentido, Arriazu siempre sentirá orgullo por la labor y el trabajo que viene protagonizando la entidad de Pamplona, ya que considera que «son una gran familia«, donde todos «tenemos que remar en la misma dirección y donde cada jugador debe saber cuál es su rol por encima de cualquier individualidad«, comenta un jugador que entre los 20 y los 25 años vivió su nivel de juego «más alto», y que a su vez valora como «aceptable» la trayectoria deportiva. «Hay cosas siempre que mejorar, también es cierto que no cambiaria nada de lo que hoy tengo por mejorar mi trayectoria«, detalla un jugador que desvela lo que ha supuesto para él el mundo del balón amarillo: «aprender y poner en práctica valores que en la vida son fundamentales, esfuerzo, trabajo en equipo, sacrificio, fuerza de voluntad y otros muchos, así como llevar una vida sana«, concluye.

@etoster