Jon López: «La situación en la periferia del waterpolo catalán es de supervivencia extrema»

El técnico vasco que continúa ligado al balón amarillo en el Leioa WLB aunque en segunda línea, se caracteriza por su pasión, por sus ganas de trabajar, pero sobretodo por su franqueza cuando habla, y más si lo hace de algo tan importante en su vida como es el waterpolo; una entrevista en WATERPOLISTA.com que vale mucho la pena

Hablar del Leioa Waterpolo nos invita a mencionar inevitablemente la figura de Jon López, que aunque ha dado un paso a un lado con respecto a sus funciones como entrenador del primer equipo femenino, continúa muy ligado a través de sus labores como coordinador de la actividad deportiva del club, desde donde ofrece su completa experiencia a la nueva ‘camada’ de entrenadoras que están emergiendo en una entidad vasca con peso a nivel autonómico, pero también Nacional, debido a su trayectoria persistente en las Ligas de nuestro país. Y es que Jon al igual que el propio club se caracteriza por varias premisas, entre las que destacan, el trabajo, pero sobretodo la humildad con la que busca promocionar el balón amarillo. Junto a él repasamos el actual momento del Leioa, pero también hacemos una radiografía particular de cómo ve él, el waterpolo español en la actualidad. Todo ello en una entrevista en WATERPOLISTA.com más que recomendable.

– ¿Qué vínculo mantienes hoy día con el waterpolo?
«Bueno, quizás un poco menos intenso que antes, pero sigo muy cerca. Estoy de coordinador deportivo de Leioa Waterpolo, coordinando la actividad deportiva del club, intentando transmitir mi experiencia de todos estos años a los y las nuevas entrenadoras, y echando una mano al club cuando se necesita».

– ¿Qué te llevó en su momento a dar un paso a un lado con respecto al primer equipo?
«Creo que fue un proceso muy natural. Ser entrenador de un primer equipo exige una intensidad que no siempre se puede dar. En mi caso se juntaron varios factores. Por un lado, un cansancio acumulado de muchas temporadas que me pedía un descanso. Por otro, necesitaba estar más tiempo en casa disfrutando al máximo de una experiencia tan salvaje como es la paternidad. Además, tenía un relevo en el banquillo de máximas garantías con Gorka».

– ¿Desgasta el día a día del entrenador?
«Mucho. Los entrenadores vivimos esto con mucha intensidad casi las 24 horas del día. Sí es cierto que con el tiempo he aprendido mucho a desconectar y dejar espacio para otras cosas, pero es innegable que es algo que desgasta. De todos modos, ir a currar a una oficina, subirte a un andamio, limpiar las calles de la ciudad, cuidar enfermos o ser maestro en una escuela también son cosas que desgastan. Lo importante es saber adaptarse a cada situación».

– ¿Consideras que ser entrenador de un deporte como el waterpolo compensa?
«Cada uno lo tiene que valorar. Lo que tengo claro es que con la precariedad que hay en el waterpolo, y que lamentablemente asumimos como normal, cada vez habrá menos gente que se dedique a ello. A mí el waterpolo me ha dado la vida, y me ha hecho vivir situaciones extraordinarias y conocer gente maravillosa; pero de eso no siempre se puede vivir y deberíamos  luchar porque el waterpolo deje de ser tan precario».

– ¿Qué tiene que tener un entrenador de waterpolo?
«Muchas ganas y un punto de locura. Pero sobretodo tiene que ser un apasionado de trabajar y tratar con personas. A partir de ahí añadir todo lo que podamos para ser el mejor entrenador posible».

– Hoy día, ¿qué valoración global haces de la salud del waterpolo?
«Como deporte no creo que estemos bien, sinceramente. Tendemos a valorar muy positivamente que estamos mucho mejor que años atrás, y eso es cierto. Pero si nos comparamos con otros deportes, por ejemplo, estamos bastante peor de lo que muchas veces creemos: instalaciones, proyectos, condiciones de deportistas y entrenadores/as, formación…».

– ¿Consideras que la brecha entre Cataluña y el resto de Comunidades es mayor o ha disminuido?
«Creo que hay una diferencia abismal. Y además creo que fallamos en el diagnóstico muchas veces. Asumimos que los resultados del waterpolo español son buenos, pero si quitamos a Catalunya de la ecuación el panorama es desolador. La situación en la periferia es de supervivencia extrema. Y basta muchas veces con ver simplemente en qué condiciones entrenan equipos de cierto nivel, qué situaciones se dan en clubes de referencia, en qué condiciones laborales tienen muchos de los entrenadores de categorías nacionales. Y si miras más abajo, pues imáginate cómo se está»

– ¿Qué elementos consideras claves para la mejoría del watepolo en nuestro país?
«Me parece primordial que desde las federaciones se trabaje más y mejor. Sin el liderazgo de las instituciones es prácticamente imposible avanzar. El nivel de irrelevancia mediática del waterpolo, por ejemplo, es casi absoluto. Y de eso no tiene la culpa ni el MARCA, ni las televisiones, ni las radios. Ni queremos, ni sabemos, ni podemos vender este deporte. Es así de triste, pero creo que es real».

– ¿Cómo podemos competir a nivel de captación de deportistas con otros deportes de mayor calado?
«Mi duda es si en general seríamos capaces de asumir un mayor número de deportistas, porque los problemas de instalaciones son terribles. Nosotros en Leioa, por ejemplo, nos hemos visto en la obligación de disminuir nuestra entrada de nuevos deportistas, porque sino era imposible dar un servicio de calidad. Y sé de buena tinta que en muchos clubes existen problemáticas parecidas».

– ¿Cómo valoras la evolución del Leioa?

«No soy objetivo, pero para mi es admirable todo lo que hemos conseguido estos años. A veces se nos olvida que eramos un club enano y que hemos conseguido cosas que seguramente han sobrepasado la capacidad real del club: llegamos en su día a los 200 deportistas, ascenso a Primera Nacional, ascenso a División Honor, unos niveles importantes de satisfacción de los deportistas, una medalla en un campeonato de España, hemos formado decenas de entrenadores y entrenadoras… Y todo eso desde Sakoneta, piscina a la que le tengo muchísimo cariño pero que da para lo que da».

– ¿Cuál es la filosofía del club?
«La coherencia. Todo lo que hemos conseguido lo hemos conseguido con trabajo, siempre de abajo a arriba, y siendo fieles a una manera concreta de hacer las cosas, donde en el centro siempre están las personas, y lo demás es totalmente secundario».

– ¿Qué le diferencia del resto?
«Todo y nada. Al final creo que cada club es en esencia diferente al resto, y eso es bueno. Las personas crean los clubes y sus ambientes. Yo estoy orgullosísimo de las personas que forman el club y del ambiente que hay».

– Por último, si tuvieras algún poder de decisión, ¿que cambiarías del waterpolo?
«No lo tengo claro. De lo que estoy seguro es que en la base de este deporte, fuera de los focos, hay mucha gente maravillosa y muy profesional, con mucho conocimiento y grandes ideas, a las que no se les tiene en cuenta a la hora de construir este deporte. Las decisiones en el waterpolo se toman desde arriba hacia abajo, hay stablishment, gente a la que se le pone la cruz, gente a la que no se le tiene en cuenta haga lo que haga… Y así va a costar construir algo muy chulo. Y esto pasa en muchos ámbitos. Por ejemplo, WATERPOLISTA.com es una herramienta de difusión del waterpolo única y maravillosa, creada desde abajo y desde la pasión por el waterpolo. Y desde arriba, que es donde podría haber recursos y en teorías más capacidades, no hay nada, absolutamente nada. Y así con muchas cosas».

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