Jordi Cisneros: uno de los ‘clásicos’ del arbitraje español

Jordi Cisneros transmite ilusión, pasión y sobretodo waterpolo, en estado puro. «Los deportes de agua es un entorno que me fascina desde muy jovencito me encantaba nadar y el juego en equipo. El waterpolo era un deporte que me permitía aunar satisfacción con esfuerzo de equipo«, reconoce a WATERPOLISTA.com una persona vinculada desde bien joven al balón amarillo. «Comencé a los 9 años con la práctica de la natación, practicándola hasta los 14 años de forma única. Como la mayoría de los jóvenes, y en una época de adolescencia, nos tiraba más los juegos de equipo y fue a partir de ahí cuando me inicié en el waterpolo, combinando ambas disciplinas», comenta Cisneros que vio como una lesión a los 23 años le obligó a colgar el gorro, aunque eso si, sin perder el lazo de unción con los deportes de agua, puesto que fue entonces cuando se introdujo de lleno en el mundo del arbitraje. Y lo hizo en una época donde el waterpolo contaba un un juego «más estático y de fuerza, centrándose mucho en el juego al boya para provocar expulsión y conseguir superioridad, incluso el cometer 3 faltas seguidas acarreaba una expulsión«. «Ahora se basa en un deporte mucho más rápido que requiere de agilidad, velocidad y táctica conjunta de equipo», apunta.

| Lo que le ha ofrecido

En todo caso, el arbitraje ha sido el ámbito que más le ha dado desde el punto de vista emocional. «Como en la vida real, este deporte me ha permitido establecer un largo plan de carrera que me ha llegado a permitir estar en primera fila del arbitraje nacional y escalar a árbitro internacional«, destacando por ser un árbitro honesto, empático, imparcial y respetuoso que destacó también a nivel internacional, ya que después de cuatro años a nivel nacional, se le propuso acceder a LEN, «por lo que acepté gustosamente y accedí a árbitro LEN después de superar las pruebas en Bucarest (Rumanía)«, comenta a la par que considera que cada día la figura del árbitro tiene un mayor reconocimiento. «Es un componente relevante en nuestro deporte. Actualmente se cuenta con el estamento arbitral como referente consultivo para propuestas de mejora en las reglas de waterpolo, con lo que todos los actores de este deporte toman voz y voto con único fin común de la mejora continua de nuestro deporte«.

Justo por este motivo, Cisneros considera que la clave para poder dedicarse al arbitraje pasa por el «equilibrio». «Al no ser una profesión como tal, debemos tener clara la convivencia de los diferentes entornos de tu vida: laboral, personal y deportivo, para poder balancearlos y mantener un punto de equilibrio entre todos ellos. Ha de disfrutar de lo que hace, ser honesto, imparcial, evitar ser el punto de mira en los partidos (pasar desapercibido), reponerse de forma inmediata ante una decisión que quizá no sea acertada (ante todo somos humanos), ser respetuoso con todos los ‘actores’ de este deporte. Y como en todo, entrenar para afianzarse y poder tomar decisiones de una manera apropiada (en tiempo y forma)», comenta una persona que hoy día ejerce como Delegado-Evaluador federativo con el fin de ayudar al colectivo, además de auxiliar de waterpolo en la FCN, ya que tiene todas sus fuerzas puestas en su trabajo profesional como director en una multinacional de consultoría. Aunque eso si reconoce que naturalmente echa de menos el día a día del arbitraje. «Ha sido y es parte de unos de los pilares fundamentales de mi vida, y por tanto naturalmente que lo echaré de menos. Deberíamos tener, como existe en el mundo de automoción, la categoría de “clásicos” para poder seguir circulando, aunque no en grandes autovías. De todos modos, intentaré seguir aportando a los nuevos árbitros y los no tan nuevos«, sentencia.

@etoster