Juanlu Aróstegui protagonizó una despedida deportiva con sabor a División de Honor
El jugador andaluz que no quiso pasar la oportunidad de debutar en División de Honor Masculina con el CN Caballa, ha decidido poner punto y final a su trayectoria en activo con la satisfacción del trabajo bien hecho y el orgullo de haber tejido amistades que "durarán toda la vida"
A pesar de que el paso fue más corto de lo esperado, lo vivido esta pasada temporada por el CN Caballa en la Liga de División de Honor Masculina es histórico. La presencia del combinado ceutí en la máxima categoría del waterpolo español, vino a ser la confirmación del crecimiento que ha venido protagonizando la entidad con una evolución constante y una continuada participación en la categoría nacional. «El crecimiento del Caballa es algo que yo valoro como admirable. Contamos con el apoyo de la ciudad pero me parece que lo que está haciendo un equipo de una ciudad muy pequeñita con recursos (sobretodo humanos) bastante limitados es una locura, y un milagro», reconoce a WATERPOLISTA.com Juanlu Arostegui para el que esta campaña ha tenido doble dosis de especial, ya que no sólo ha debutado en División de Honor con el club, sino que lo ha hecho en el último año de su trayectoria deportiva, ya que ha decidido colgar el gorro, una decisión «bastante meditada». «Ya el año pasado no jugué toda la temporada. Más bien me incorporé al equipo por la baja de Paco. Esto hizo que volviese a disputar semifinales y final, pero lo de este año era un reto grande, el de jugar en División de Honor, una oportunidad que no podía dejar pasar, ya que no se repite muchas veces en la vida. Era ahora o nunca, aunque es cierto que para mi ha sido una temporada complicada en cuanto a entrenamientos, por la tensión y exigencia. Al final es una categoría complicada«, explica el deportista que ha tenido que combinar esta faceta con la laboral como profesor. «Ha sido duro y muy cansado a nivel mental y físico», puntualiza.
En todo caso, la dureza que ha tenido la temporada y lo difícil que se la hecho no quita a que haya disfrutado de la experiencia, en particular, y de su trayectoria en general. «Puedo decir que el waterpolo es el amor de mi vida», confiesa Arostegui, quien define su carrera en las piscinas como «maravillosa». «Empecé jugando la Segunda División andaluza, hasta llegar a vivir esta etapa con el Caballa en División de Honor», comenta un jugador con pasado en el CW Málaga en la Primera División. «Ha sido increíble», insiste el deportista, el cual tras 25 años formando parte de diferentes equipos absolutos (su primera experiencia fue en 1998 con diez años), se queda con la calidez y amistad que ha ido tejiendo a lo largo de los años con compañeros, que han pasado a ser parte de su familia. «El waterpolo es un deporte muy sacrificado a todos los niveles, y el apoyo de los compañeros en el trabajo diario es importantísimo», resalta, a la vez que pone en valor la unidad del Caballa. «Es una gran familia», puntualiza un jugador que a su vez guarda un especial cariño al Waterpolo Málaga. Ambos clubes han jugado un papel fundamental como waterpolista, por lo que en ambos casos será un aficionado más, aunque no se plantea a día de hoy formar parte de staff técnico o directiva alguna. «Seguiré vinculado, pero como aficionado», puntualiza.