La constancia del Real Canoe NC ha tenido su recompensa: estar en División de Honor

De crear la sección femenina hace ocho años, a consumar el ascenso a la máxima categoría esta temporada. Y todo ello con un grupo de jugadoras, que en su mayoría, fueron las que iniciaron esta misma andadura. Pasión, juventud y seña madrileña. Tres premisas que explican a la perfección el camino hasta División de Honor Femenina que ha protagonizado el Real Canoe NC. «Llevamos dos temporadas muy buenas, progresando y aprendiendo a trabajar los procesos necesarios para llegar con una buena base y ser capaz de afrontar cualquier reto que se nos ponga delante«, reconoce a WATERPOLISTA.com Asitrid Álvarez, entrenadora y principal ideóloga de este grupo que ha tenido la capacidad suficiente para rehacerse tras haberse quedado el curso pasado a las puertas del ascenso. «La clave de este curso pasa justo por aquí, por haber aprendido de la derrota del año pasado, consolidar el grupo, creer en lo que hacemos y cómo lo hacemos, aprender lo que significa la palabra equipo, ser generosas dentro y fuera del agua, tener paciencia, ser humildes, constantes y confiar en el trabajo diario«, puntualiza.

En este sentido, Álvarez pone en valor la palabra «equipo, en mayúsculas». «Han aprendido mucho, unas de las otras y eso se ve reflejado en el agua«. Todo ello tras lograr el sueño del club de contar con sus dos absolutos en la máxima categoría. «Consolidar al equipo femenino es asentar el waterpolo madrileño al igual que lo hacen en el masculino. Es un club que tiene las infraestructuras necesarias para que los deportistas sólo se preocupen en ir a entrenar y disfrutar de lo que hacen, eso sí sin olvidarse del rendimiento académico algo tan necesario para el día de mañana«, explica la entrenadora quien considera que esta nueva etapa en División de Honor ofrece un abanico de posibilidades a la entidad. «Un aprendizaje para las canteranas del club, hemos asentado unas pautas de trabajo y hay unas normas establecidas que se respetan, saben que deben seguir creciendo y aprendiendo pero hay que querer competir y para eso saben que hay que trabajar duro. Primero habrá que consolidarse el primer año en esta categoría para luego ver paso a paso hasta donde podemos o queremos llegar. No va a ser nada fácil, es la mejor liga del mundo, el nivel de exigencia de cada jornada es muy alto pero estas chicas están preparadas para afrontar este maravilloso y merecido sueño cumplido», sentencia.