La difícil decisión de Miki Linares

Más de 12 años formando parte del CN Atlétic Barceloneta, aprendiendo y creciendo, llegando a convertirse en una de las grandes promesas del balón amarillo. El que es mano derecha de Dani López Pinedo ha contado siempre con minutos en el primer equipo, siendo la final de la pasada Copa del Rey el último encuentro importante donde ha sacado a pasear su talento. “Estoy contento con mi actuación en la final, sin embargo, creo que el éxito del Barceloneta es que funcionamos bien como equipo y esto es lo que permite conseguir tantos títulos consecutivos”, declara Linares.

El portero estudia medicina en el Hospital Clínic UB y, pese a haber podido compaginar sus dos pasiones a nivel profesional varios años, ahora ha tenido que tomar la que podría ser la decisión más difícil de su vida: «He valorado mucho todas las opciones y he considerado que era el momento de dar el paso”. El joven de 22 años colgará el gorro tras terminar la temporada y así poder centrarse en su futuro como médico. Asegura que el apoyo del club y su familia ha sido clave para poder hacer frente a la intensidad de sus días. El waterpolo es un deporte de equipo que se convierte en familia y Linares ha sabido encontrarlo, lo que le ha llevado a mejorar su forma de ser y de ver la vida: “Sin este deporte sería una persona muy diferente a la que soy a día de hoy, ha moldeado mi personalidad”.

El pupilo de Dani López Pinedo dejará libre su hueco en los tres palos, pero eso no quiere decir que en varios años no descuelgue el gorro y lo tengamos de vuelta por las piscinas. Asegura que a Pinedo se le lleva buscando sustituto desde hace mucho tiempo y que pese a tener él todas las papeletas, se tendría que dejar de hacer: “En vez de buscarle sustituto hay que disfrutar de él hasta que diga basta”.

@ines_lg99