La experiencia que Marc Tarrés busca trasladar en forma de valores a su ‘otra faceta’

Una charla relajada y profunda con un joven entrenador que a su vez se mantiene en activo como jugador ya que se caracteriza por ser un verdadero apasionado del mundo del waterpolo

En esta ocasión, con mi este espacio he querido entrevistar a un entrenador de waterpolo. En una ocasión ya comenté el papel tan importante que juegan los entrenadores, sobretodo en categorías inferiores, para transmitir los valores en el deporte. Durante mi trayectoria he tenido la suerte de encontrar a grandes entrenadores que me han inculcado la pasión por el waterpolo, el compromiso con el equipo, respeto por los compañeros, el juego limpio, etc… Uno de ellos es Marc Tarrés, jugador de waterpolo y entrenador de categorías infantil y cadete. A pesar de no haberlo tenido esta temporada, no ha habido ni un solo fin de semana que no le preguntara por el partido, a lo que él siempre me contestaba haciendo referencia en el esfuerzo y el juego de su equipo, nunca en el resultado. Intenta motivar a los jugadores y aprender de los errores. Nunca hay un mal partido, siempre tiene una lectura positiva de lo que se puede mejorar.

– Primero de todo, explícanos tu trayectoria en el waterpolo.
«Me formé en la base del CN Mataró, con 18 años fuí a jugar al CN Rubí 4 temporadas, después jugué un año en Inglaterra en el CW Cheltenham y otro en Australia con los Balmain Tigers. Estuve otra temporada en Rubí cuando volví y las dos últimas temporadas he jugado con el CN Granollers».

– ¿Qué te animó a ser entrenador?
«Disfruto mucho jugando a waterpolo y siempre había tenido la curiosidad de poder disfrutarlo desde la faceta de entrenador pero nunca se habían dado las condiciones necesarias hasta estas dos últimas temporadas. También mi padre es entrenador de waterpolo y lo he visto entrenar desde muy pequeño».

– ¿Cuál es tu modelo de entrenador?
«El modelo que intento seguir es generar el aprendizaje a través de la diversión y la motivación. Lógicamente también se tienen que hacer tareas más repetitivas y aburridas, mi intención es entrenarlo buscando la manera de que el jugador esté concentrado y motivado».

– ¿Qué cualidades crees que debe reunir un entrenador?
«Mucha paciencia, perseverancia y capacidad motivadora. Actualmente los chicos tienen poca capacidad de concentración y se distraen con facilidad por lo cual un entrenador necesita de mucha paciencia e insistir mucho día a día para poder transmitir sus ideas y valores a sus jugadores».

– ¿Cómo crees que tiene que ser un buen jugador?
«Para mí el buen jugador en waterpolo base es aquel que domina más facetas del juego, el jugador que lo pongas donde lo pongas tiene una buena técnica y toma buenas decisiones».

– ¿Qué es más difícil tratar con los jugadores o con sus padres?
«Con sus padres. A mí me gusta que el jugador tenga el máximo de autonomía para solucionar sus problemas e inquietudes conmigo y con sus compañeros. La tendencia de los padres es sobreproteger y decidir lo que creen mejor para sus hijos, mientras que para mi lo mejor es mantenerse al margen y dejar que sus hijos se saquen las castañas del fuego, eso les va a servir para su vida personal y laboral en un futuro».

– ¿Como habéis vivido el parón de competición por la pandemia?
«El parón ha sido bastante duro ya que a los chicos lo que les gusta es entrenar para después poder competir los sábados, y eso es insustituible por mucho que se intente hacer entrenos y dinámicas online».

– ¿Llevasteis bien la vuelta a los partidos?
«La vuelta a la competición la llevamos con muchas ganas e ilusión, aunque se notó un poco la falta de ritmo de competición al principio fue un momento muy bonito para todos».

– ¿Cómo detectas que un jugador puede destacar?
«Por sus habilidades en el agua y la facilidad con la que las aprende. Otro factor muy importante es su actitud para trabajar día a día. El hecho de llegar o destacar depende de muchos factores, algunos incontrolables, por lo cuál es muy importante que el jugador tenga unas expectativas reales para evitar frustraciones en un futuro».

– ¿Qué te ha traído más satisfacciones, como entrenador o como jugador?
«De momento como jugador ya que llevo casi 20 años jugando y como entrenador solo llevo 2. A lo mejor en un futuro se va igualando un poco la balanza».

– Destaca algo que te haya hecho ilusión como jugador y como entrenador.
«Como jugador me quedo con el momento en que ganamos la liga de primera nacional con el Rubí y subimos a división de honor, fue un sueño hecho realidad. Como entrenador este año con el cadete del Granollers me ha hecho mucha ilusión subir la asistencia de 6-7 jugadores al inicio a 13-14 jugadores al final de temporada, la vuelta a la competición ha ayudado mucho. Eso nos llevó a conseguir el objetivo de jugar bien a waterpolo».

– ¿Cómo te gustaría verte en un futuro?
«Me gustaría verme transmitiendo valores y waterpolo con las mismas ganas que he empezado».

– ¿Qué les dirías a niños que quieren empezar con el waterpolo?
«Les diría que para mí es un deporte muy divertido con el que puedes vivir grandes experiencias y hacer buenas amistades, pero también que es muy sacrificado y le tienes que dedicar bastante tiempo».

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