‘La importancia que tiene el entrenador de categorías’

Hola waterpolistas! en este articulo os hablare sobre “el entrenador”, su relación con sus jugadores, su gran papel en el desarrollo de un deportista, y todo lo que creo debe tener para ayudarnos en las categorías inferiores.

Ser entrenador puede parecer divertido para la mayoría, pero si nos paramos a pensarlo, debe resultar duro y agotador estar muchos fines de semana ocupados dejando de lado su vida personal. Además suele ser el entrenador el que recibe la mayoría de las críticas cuando algo no va bien, muchos padres que ven a sus hijos jugar un partido, piensan que saben más que el entrenador, y si los resultados son malos, es el entrenador el que tiene la culpa.

Lo que debe ser un entrenador y lo que querría que fuera no es lo mismo. Muchas veces he querido que el entrenador fuese mi amigo, que me apoyara en todo, que estuviese de acuerdo en cada cosa que hiciera en el agua en los entrenos y en los partidos, y sentirme fenomenal con lo que hago. Durante mis primeros años de entrenos en el waterpolo, aceptaba mal los comentarios que intentaban corregirme, siempre los veía como críticas negativas y nunca con el objetivo de mejorar mi actitud. En ocasiones mi carácter me ha llevado a quedarme en el banquillo, o salir de la piscina por contestar mal al entrenador, priorizaban penalizar mi actitud sin importarles el resultado del partido.

Pero con el tiempo me he dado cuenta de que esos comentarios han sido críticas constructivas para mejorar. El entrenador te apoya a veces, otras te corrige, y escucha las opiniones del resto de compañeros del equipo, y no sólo la tuya, porque formo parte de ese equipo y todos necesitamos del entrenador.

En los años que llevo jugando a waterpolo he tenido varios entrenadores, pero los últimos 3 años he estado con dos de los mejores: Álex Osés y Borja Furió, que tal y como he indicado antes sobre su papel, unas veces me han corregido, otras me han apoyado pero siempre han intentado que de lo mejor de mí, y que mire siempre el lado bueno de las cosas, aunque entender esto me ha llevado tiempo. Por eso les estaré siempre agradecido. En ellos he encontrado aquellas cualidades de los mejores entrenadores. Es obvio que deben dominar los conocimientos técnicos, esto hará que los jugadores tengamos más seguridad en nuestro entrenador. Así nos demuestran su dominio técnico para que lo apliquemos dentro del agua, no puede ser de otro modo. Con ello se ganan nuestro respeto y, si además, son los primeros en dar ejemplo, les seguiremos hasta nuestro límite.

Pero ser un entrenador de las categorías inferiores va más allá del conocimiento técnico, porque trabajan con niños que son esponjas y para ellos el entrenador será su primer referente y al que copiaran mucho de sus comportamientos, por ello deben mantener una conducta apropiada, ser una referencia y liderar con el ejemplo. ¿Cómo creeréis que actuará un jugador que observa que su entrenador critica al árbitro o incita a jugar sucio para ganar el partido? ¿ Cómo aplicará estos conocimientos en un futuro en su vida profesional?. Si quieres que lo jugadores respeten, respeta, si quieres que luchemos hasta el final, nunca te rindas, si quieres que seamos responsables, sé un entrenador responsable.

El entrenador debe tener una gran capacidad de comunicación y empatía con sus jugadores, consiguiendo su confianza primero conociéndolos a fondo, sabiendo de sus debilidades y de sus fortalezas. También la forma de hablarnos sin gritos ni aspavientos nos ayudan a establecer entre nosotros un respeto mútuo. Los gritos, la comunicación agresiva, etc. no ayudan al rendimiento del deportista.

También debe saber escuchar a todo el equipo y fomentar la aportación de sus jugadores, pues tenemos muchas inquietudes y a veces no sabemos cómo gestionarlas. También su observación les hará comprender cosas que a veces ni siquiera les transmitimos. Eso al final también significa tener inteligencia.

El entrenador debe tener un papel motivador. Debe ser el primero en animarnos, plantearnos retos y hacernos creer en nosotros mismos. Una debilidad de mi equipo, es entrar desmotivados a la piscina cuando conocemos el nombre del rival. Para ello el entrenador debe hacernos pensar que si nos lo proponemos podemos llegar tan lejos como queramos, sin limitación alguna. Debe motivar a cada jugador a hacerlo lo mejor que pueda. Pero más allá de los grandes retos, también nos debe poner otros a corto plazo y realistas que nos animen en el día a día.

Las sesiones de entrenamiento deben fomentar los valores del equipo (respecto, esfuerzo, compromiso…) pero no deben olvidarse que somos niños y es muy importante divertirse con el juego y transmitir que en el deporte es más importante divertirse que ganar. Como el waterpolo es un juego de equipo, se debe fomentar el trabajo en equipo, buscar oportunidades que ayuden a los jugadores a unirse como un equipo efectivo y en cohesión.

El papel del entrenador profesional y el de base es muy diferente, mientras el primero prioriza los resultados, el segundo ayuda a través del deporte a formar la personalidad de los niños. La importancia de ser honestos practicando un juego limpio, el respeto por sus compañeros, el esfuerzo, la disciplina y dejando en un segundo lugar el resultado del partido. Una derrota hoy puede proporcionar un aprendizaje para el mañana.

Con esto no quiero decir que no deban imponer disciplina. Siempre debe haber una cierta disciplina para que el equipo funcione, deben hacer cumplir unas normas desde el entendimiento de los jugadores, que sean lógicas y coherentes para que se respeten. Por todo esto, a los jugadores que estáis como yo en formación os diría que aprovechéis al máximo cada minuto, que disfrutéis cada segundo, con vuestro entrenador/a si creéis que cumple los requisitos que os he comentado en este artículo, porque seguro que él o ella os apoyará siempre que pueda y os hará de guía para el futuro.

Bueno, hasta aquí el articulo. Espero que os haya gustado porque yo lo he disfrutado escribiéndolo. Saludos a todos los lectores y entrenadores en particular.