La llegada de Kike Cruz al banquillo femenino del CNSF le supone asumir «su mayor reto deportivo» en el waterpolo

Esta temporada el CN Sant Feliu tiene cambios significativos, en particular, con la llegada al banquillo de Kike Cruz, quien cogerá el relevo de Jordi Timblau al frente del primer equipo femenino que presentará hasta siete novedades este curso

Nueva era en el primer equipo femenino del CN Sant Feliu, con la llegada al banquillo de Kike Cruz, que tras lograr el ascenso a División de Honor con el equipo masculino, ahora cogerá el relevo de Jordi Timblau bajo una faceta de entrenador que lleva desarrollando desde hace ocho años. Etapa en la que ha venido entrenando a diferentes equipos de categorías, «aprendiendo y formándome para, eventualmente, poder dar el salto a un primer equipo».» Este es el sueño que llevo persiguiendo desde hace ocho años, y finalmente se ha podido cumplir», reconoce a WATERPOLISTA.com un técnico que se caracteriza por su alegría, y a la vez por ser organizado. «Me gusta el juego rápido y directo, construyéndose siempre desde una defensa seria y ordenada», comenta a la vez que valora esta nueva aventura como «el reto más grande de su carrera». «Al final es el objetivo que llevo persiguiendo desde que empecé a trabajar de entrenador, y estoy enormemente ilusionado con el proyecto y agradecido al CN Sant Feliu por la confianza que ha depositado en mi para liderarlo en el aspecto deportivo«, puntualiza.

En este sentido, la idea inicial de Cruz es ofrecer al grupo «confianza, ganas y sobre todo mucho trabajo para intentar hacer los entrenamientos de la mayor calidad posible, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio que tenemos (normalmente solo tenemos 4-5 calles para entrenar)», explica un técnico que presentará hasta siete cambios en la plantilla. «Personalmente, estoy muy contento con el equipo que tenemos, pero tendremos que encajar todas las piezas nuevas de una manera rápida y eficaz para asentar las bases de nuestro estilo de juego y así poder estar tan arriba en la clasificación como podamos«, detalla un entrenador que espera contar con un equipo «con carácter y competitivo», teniendo en cuenta que «el Sant Feliu es un club ya histórico en división de honor, que lleva más de 15 años asentadas en la élite del waterpolo español». «El objetivo es seguir trabajando para seguir muchos más, basando el trabajo futuro en el desarrollo de las jugadoras de casa para intentar que lleguen al primer equipo«, sentencia.

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