La pasión deportiva de Miguel Lagrotta desde 1968 hasta 2022

Su nombre es Miguel Lagrotta tiene actualmente 65 años y continúa siendo parte activa del waterpolo, después de que se iniciara en 1968 (tenía 12 años) por medio del Club Comunicaciones de Buenos Aires, entidad sindical perteneciente al Correo. «Éramos un grupo de la escuela de natación que veníamos entrenando juntos hacía ya unos años y decidimos pasarnos a waterpolo. Cuando tenía 14 años el equipo de primera categoría se va del club, y los juveniles y algunos cadetes comenzamos a jugar en la categoría. Después de unos años, se vende el lugar donde estaba la piscina y a partir de allí comienza un derrotero por distintos clubes, pero siempre manteniendo el mismo grupo formado en Comunicaciones«, recuerda en WATERPOLISTA.com un amante del waterpolo que por aquel entonces formaba parte de un «muy buen equipo», con el que consiguió ganar en todas las categorías que fueron pasando, coronándose con dos títulos en el Campeonato nacional. A esto hay que sumar que a nivel de selección como internacional fue subcampeón en el Sudamericano de Brasil, en 1976. Sin embargo, unas de las características que ha marcado a Miguel a lo largo de su etapa deportiva es el trabajo, y sobretodo la completa pasión, puesto que jugó en la máxima categoría nacional hasta los 53 años. Es más, a partir del 2000 comenzó a competir en los equipos másters con un vínculo especial con España ya que ha sido parte activa Del Real Canoe NC en diferentes ocasiones. En total ha jugado hasta seis mundiales máster.

Teniendo en cuenta su larga trayectoria, Lagrotta es una voz autorizada para desvelar que el waterpolo en Argentina comenzó a crecer a partir de la participación de jugadores argentinos en Campeonatos europeos. «Además del entrenamiento, el roce internacional es lo que sube el nivel del juego. Nos pasa a los master que cuando los Campeonatos llegan a su fin es cuando mejor jugamos, y sabemos que por 1 o 2 años no vamos a poder volver a jugar con esos equipos. La ubicación geográfica hace que Argentina este lejos de todo«, comenta el argentino, quien entiende que para mejorar este deporte allí hay que tener en cuenta que «desde hace unos años las becas para deportistas mejoraron mucho las condiciones para entrenar». «Agregaría como necesario una piscina propia para la actividad (las que hay son compartidas con todos los deportes acuáticos y el uso creativo). Trataría de volver a mis comienzos cuando existan muchas más instituciones para la práctica de nuestro querido deporte«, comenta a la par que explica que «desde hace muchos años y al margen de los últimos resultados, Brasil está por encima de todos, fundamentalmente por la posibilidades de jugadores en el extranjero y viajes con sus selecciones. A nivel local se mejoró muchísimo la posibilidad de capacitación para los técnicos, cosa que con el tiempo traerá sus frutos, ya que entiendo que hay muy buenos entrenadores en Argentina», comenta, a la par que reconoce que es importante que las selecciones tengan tiempo de transición y «posibilidad de participación a nivel internacional«, puntualiza Miguel quien seguirá vinculado al waterpolo por medio de su equipo Pampas 65, que está formado por un grupo de amigos y fanáticos del waterpolo. «Somos una familia, siete de nosotros comenzamos a jugar el mismo día, hace 52 años que jugamos juntos, y aunque tenemos limitaciones técnicas nuestra unión nos da la fuerza para poder jugar de igual a igual contra países donde el waterpolo está mucho más desarrollados que el nuestro«, sentencia.

@etoster