Hace unos días la selección argentina regresó con los deberes hechos de su participación en la Intercontinental de la World League Masculina que se disputó en Auckland. Allí Argentina vino a demostrar que su evolución a nivel internacional viene siendo una realidad y qué sus opciones de cara a otras competiciones son un hecho, sobretodo en vistas al ODESUR, que serían algo así como unos Juegos Olímpicos pero para Sudamérica. Dos son algunas de las razones que explican el porqué de éste destacado crecimiento. Una es la mano de Gabi Hernández en el equipo nacional, mientras que la otra gira en torno al bagaje que los integrantes de la selección han conseguido en los últimos años tras dar el salto a las diferentes Ligas españolas. Aquí han ganado fuerza, técnica y sobretodo saber estar dentro del agua. Todo ello acompañado de un mayor nivel de profesionalidad, puesto que muchos pasaron de jugar una corta Liga de pocos equipos y entrenamientos dispersos a lo largo de la semana, a una competición de nivel en el que cada fin de semana tienen una prueba en la que superarse y mostrar sus cartas.
Es por todo ello que la participación en la Liga Mundial vino acompañada de dos hechos reseñables, más allá de las claras diferencias (habituales de por sí) entre algunas de las selecciones que tomaron la partida en Nueva Zelanda. Hablamos del empate ante Kazajistán y la victoria ante China. Todo ello después de haber sucumbido en anteriores citas de manera clara ante ambos países. Parece que el equipo va a más y en parte uno de los artífices es el exseleccionador española hasta los Juegos de Río 2016. Gabi Hernández llegó a un acuerdo con la Federación de Argentina con la intención de aconsejar y asesorar al equipo nacional. Y parece que los primeros frutos están llegando.
Ocho de trece
Más allá de la intervención del técnico catalán también ha influido el salto e calidad de los jugadores. Un salto cualitativo que deriva de sus participaciones en competiciones en España. Y es que ocho de los trece integrantes del equipo juegan a día de hoy en un equipo español. De estos ocho destaca por encima del resto el tándem formado por Germán Yáñez y Ramiro Veich. Un tándem que no sólo triunfa en el Quadis CN Mataró, cuarto clasificado de la Liga PREMAAT sino que está surtiendo efecto a nivel internacional. Ambos son los pilares de un bloque en crecimiento que acompaña en la medida de sus posibilidades a estos dos jugadores de peso. Son dos clásicos del waterpolo argentino, junto a Iván Carabantes, rosarino, 32 años y capitán. Aunque a día de hoy compite en su país de origen, lo cierto es que durante un tiempo conoció de lleno la Liga española, destacando su paso por el CN Sabadell.
Quienes si continúan jugando en España son Diego Malnero (portero) y Tomás Alfonso (boya). Ambos militan en el CN Catalunya de División de Honor. Éste último lo hace con pasaporte europeo. Ya el año pasado destacó en el UE Horta de Primera División a las órdenes de Xavi Ribas. Su gran temporada hizo despertar en Tato García un interés que acabó en su fichaje este año. Muchos piensan que es un deportista con un futuro prometedor. Sus genes rebozan amor por y para el waterpolo, puesto que es hijo de Nahuel Alfonso, primer waterpolista profesional de Argentina que jugó en Brasil, España e Italia en la década de los 90. Después de dirigir al club de su vida, Gimnasia y Esgrima de Rosario se convirtió en seleccionador nacional, debutando en los Juegos ODESUR en 2010 logrando ante Brasil su primer título desde 1971.
Ahora el responsable técnico de la selección es otro: Daniel Poggi. Su hijo, Guido Poggi, de 21 años juega en el UE Horta de Primera División después de haber jugado un año en el CN Tres Cantos de la misma categoría. Quien también juega en la categoría de plata, aunque en el CN Granollers es el defensor de boya Guido Martino. En 17 partidos ha marcado 19 goles. Por último, el deportista que muy posiblemente el próximo año dé el salto a la Primera División es Felipe Alfonso, primo de Tomás y que esta campaña puso su granito de arena para que el CN Premià de Xavi Julià consiguiera el ascenso de categoría tras una impecable participación en Segunda. Ésta dilatada lista la cierra el zurdo Esteban Corsi, este año a las órdenes de Javier Cáceres en el Real Cano NC pero el año pasado en el CN Molins de Rei con Sergi Pedrerol. Mientras que por último Tomás Echenique cambió de aires ésta temporada, poniendo rumbo a Italia después e jugar hasta el año pasado en el CN Granollers que dirige el también argentino Pablo Quattorcchio. Ahora tan sólo entrena con su equipo, puesto que se negó a nacionalizarse italiano con la intención de defender los colores celestes.
@etoster