Laura Villà y su pasión por el waterpolo a través del CN Montjuic femenino

Con los años, la evolución deportiva de Laura Villà ha sido diversa, pero siempre bajo una misma premisa: darlo todo y ser lo más profesional posible. Hoy día esta deportista catalana forma parte del primer equipo femenino del CN Montjuic. Bajo su capitanía, este plantel ha retomado el vínculo del club con el waterpolo femenino, y aunque el equipo no puede dedicarse al cien por cien, ya que lo compaginan bien con estudios o bien con trabajo, lo cierto es que entrenar y juegan cada día con la mayor de las ilusiones, teniendo en cuenta que según desvela a WATERPOLISTA.com, el mayor reto “es consolidar un equipo porque aún está en fase de construcción”. “Queremos poder hacer una base sólida y que las nuevas incorporaciones se adapten muy bien y sumen al equipo que ya hay, también queremos que las más pequeñas del club quieran quedarse y formar parte del primer equipo”, comenta.

En este sentido, el caso de la catalana es diferente al resto con respecto al sentimiento de pertenencia que tiene con respecto al club verdiblanco. “Para mi jugar en el Montjuic significa mucho ya que es el club donde jugaron mis padres y tiene gran valor sentimental. A nivel deportivo me motiva mucho el poder formar parte de un proyecto de futuro y jugar en esta liga me permite compaginarlo con mi trabajo y estudios”, comenta una deportista que se inició en la natación por medio del CN Poble Nou, hasta que dio el salto al CN Sant Andreu. A partir de ahí pasó por equipos como el CN Sant Feliu (en su último año juvenil), así como por el UE Horta. “Mi evolución ha variado en cuanto a mi rol y dedicación, ya que en CN Sant Andreu y CNSF, la exigencia era mayor mientras que en los otros equipos mi prioridad era otra y la exigencia también. En los últimos equipos el objetivo era crear un equipo femenino para poder captar niñas más pequeñas para las categorías y yo me lo tomaba como un jugadora “puente” para que las más jóvenes pudieran tener sitio en el equipo”, puntualiza una waterpolista que comparte vestuario con su padre, que es el entrenador del equipo. “Es muy fácil compartir equipo con él porque nos entendemos muy bien, mis padres me han aconsejado siempre muy bien, y ahora lo que tenía en casa lo tengo en el club. Confiamos mucho el uno en otro y eso se nota a la hora de jugar”, sentencia.

@etoster