Lisbeth Santana: experiencia cubana para el WP 9802

Después de toda una vida en en la selección nacional de Cuba (su saltó fue en el año 2007), Lisbeth Santana dejó el equipo nacional el pasado año. Sin embargo, la experiencia que ha ido amasando desde que comenzara a jugar a waterpolo a los 8 años le permite tener unas características que le convierte en una jugadora de peso allá por donde vaya. Ahora la deportista cubana se ha incorporado a las filas del WP 9802 de la Primera División después de un largo camino burocrático que más allá de tenerle a la espera de dar el salto a la Liga española le ha mantenido alejada de su marido Giraldo Carales, jugador actual del Waterolo Navarra en División de Honor. Estuvieron separados un año, tres meses y cinco días. A mediados de enero la llegada a Pamplona de Lisbeth propició el reencuentro y su aterrizaje al equipo de Imanol Maiza que es uno de los candidatos al ascenso dentro de la categoría de plata.

«Para mi jugar en el W 9802 supone una experiencia nueva. Un equipo diferente joven y jugar una liga es muy bueno que el 9802 me haya dado esta oportunidad es muy graficante«, explica a WATERPOLISTA.com una deportista que se define como una jugadora «consagrada». «Me gusta lo que hago. Cuando voy a entrenar lo hago bien por mi por el equipo, el deporte y con mucha garra y deseo», puntualiza Santana que por otro lado considera que la Liga española es una de las más fuerte. «El objetivo es ascender a la Liga de División de Honor. Estamos en el segundo lugar de la tabla y ascienden los dos primeros y yo voy a ser todo lo posible para que este objectivo se cumpla», explica una jugadora que considera que su reto para por recuperar todo el tiempo que estuvo sin entrenar para ponerse al día. «Donde me pongan lo voy hacer lo mejor que pueda«, concluye.

@etoster