Con una serie de partidos los últimos viernes de cada mes, Capitals WP Academy ha logrado producir (por sí misma) una competición que parte con la idea de dar oportunidades a aquellas personas que aunque sienten la llamada del waterpolo no cuentan con los condicionantes necesarios (tiempo, técnica y profesionalidad) para sumergirse en el día a día que supone un Campeonato oficial. Mientras que dan forma a un equipo absoluto (bajo la denomicación del CDE Iara) que aspira a clasificarse para la fase de ascenso a Segunda División, el proyecto inicial de Loany Peña y compañía sigue la hoja de ruta marcada: dar formación básica a todos a los que les interesa este deporte. Después de meses de trabajo ya son 170 jugadores los que conforman una Liga que conglomera cada jornada a un fiel grupo de aficionados. «Todo ello con nuestros propios recursos«, puntualiza a esta web el ideólogo de este ambicioso programa.
Incluyen equipos externos
La joven entidad madrileña cuenta como base con varios colegios en los que los entrenadores, que a su vez conforman un grupo de trabajo conjunto, imparten la actividad del waterpolo. Dentro de esta organización entraría el equipo absoluto, un cadete femenino, un masculino infantil, un alevín, dos equipos de categoría benjamín, así como un grupo de unos diez prebejamines. Esto es algo que vienen trabajando desde su fundación, puesto que la principal novedad que presenta este proyecto pasan por las cinco academias de waterpolo para adultos que han logrado crear, de las cuales emergen siete equipos amateur. Gracias a la creación de este Campeonato particular se han sumado además equipos externos al Capitals como es el caso del Waterpolo Valladolid o del equipo de la Universdiad Autónoma de Madrid (UAM) que lidera Pablo Borges.
[bs-quote quote=»Nuestros objetivos es seguir creciendo para hacer que todos lleguen a entender pero sobretodo a disfrutar de nuestro deporte y de lo que es lanzarte a una piscina, sin importar el cómo y cuando » style=»style-14″ align=»center»][/bs-quote]«La trayectoria ha sido positiva, puesto que la gente se va sumando y cada jornada vemos algunas caras nuevas en las escuelas. Es más, en algunos casos llegamos a tener listas de espera debido a los espacios de entrenamientos«, comenta Peña quien reconoce que la idea surgió durante un verano en el que mientras trabajaba de soccorista llegó a la conclusión junto a su amiga Sara que habría que hacer algo con aquellas personas que aunque les llama la atención el waterpolo no tiene forma de practicarlo, principalmente porque en muchos casos la edad de inicio complica las fases del aprendizaje. Al fin y al cabo, los retos del club pasan no sólo por la faceta deportiva, sino también a la hora de ayudar a inculcar valores. Valores que según explica el entrenador son los que «se espera de un deportista: colaboración, respeto y sobretodo sentirse parte de algo«. «Gracias a ello muchas personas se sienten bien y es una pasada ver cómo disfrutan con cada cosa que aprenden«, apunta.
Los objetivos del proyecto, a día de hoy, pasan por seguir creciendo y hacer que todo lleguen a entender la idiosincrasia del waterpolo. «Creo que todos podemos hacer cosas importantes en este deporte y mientras más popular sea más personas vendrán a ver los partidos y más personas pensarán en el waterpolo para sus hijos«, comenta.
@etoster